(El regalo perfecto)

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- Minho-ah.

El tono suave y meloso de la voz del Omega se desliza como miel por sus oídos; el resto de sus sentidos siendo complacidos con su aroma y su tacto cuando Jisung se acerca ha acariciarle el cabello con los dedos.

- Mi amor. - Minho sonríe, aún con sus ojos cerrados; recibiendo el peso del cuerpo ajeno sobre su espalda. - Te quedaste dormido, ya es hora de comer. - El Alfa gruñe y pronto siente la risita de su Omega amortiguada contra la piel de su cuello.

- ¿Es necesario que bajemos? Podemos cenar aquí. - Ofrece, con la voz ronca y somnolienta.

- Es el cumpleaños de tu abuela. Quedarse en la habitación no es una opción.

Jisung refuta, escuchando a su Alfa quejarse bajito y se apresura en levantarse, dando un par de palmaditas a su trasero cuando Minho no hace ademán en colaborar.

- Lee Minho.- Reta con la voz, intentando que su tono se escuche inflexible y severo; más pronto su Alfa se gira bocaarriba en la cama, luciendo todo un desastre somnoliento y Jisung tiene que hacer tripas corazón para no lanzársele encima y besarlo.

- ¿Si, mi amor? - El menor le pregunta, extendiendo sus manos hacia el Omega que permanece a un lado de la cama con los brazos cruzados. - Ven aquí. - Pide, sonriendo cuando Jisung aprieta los labios, no cediendo ante él. - Omega, quiero un abrazo y un par de besos. Mímame y después nos podemos ir a cenar, ¿mhm?

- ¿Qué clase de trato es ese?

- Uno de un Alfa desesperado por la atención de su Omega. - Confiesa. Las comisuras de Jisung se elevan ligeramente, mostrando una pequeña sonrisa y Minho siente a su lobo revolotear encantado cuando su Omega comienza ha acercarse.

Se sienta en la cama para recibir el cuerpo de Jisung a horcajadas sobre el suyo. Lleva las manos a su cintura mientras las de su Omega están en su rostro, retirando el cabello pegado a su piel y revuelto por todos lados. Los dedos de Jisung se enredan en las hebras oscuras de su Alfa, masajeando con suavidad el cuero cabelludo y sacándole un gemidito complacido al menor.

- Me encanta que seas así. - Minho le dice y Jisung no tiene tiempo de preguntarle a qué se refiere puesto que este no tarda en añadir. - Me gusta que seas así conmigo, que me toques y me mires, que me beses.- Minho rió, sonrojándose poquito en las mejillas. - Me gusta cuando me exiges cosas. - Jisung alzó las cejas.

- ¿Te gusta que te domine acaso? - Jisung bromea, viendo al Alfa negar despacio.

- No, no es eso. Es solo que...- Minho tarareó bajito, no sabiendo cómo explicarse. - Es que cuando me pides algo, o cuando me tocas y me besas, y me dices que vayamos a bañarnos juntos y que venga a casa a cenar es como si...- Su Omega rió, yendo a besar su boca brevemente.

- Estás divagando, Minho-ah. - Jisung le dice, acariciando con su nariz la mejilla del Alfa.

- Quizás...- El menor concedió, acariciando la piel de las caderas ajenas. - Quizás solo quiero que me beses y por estoy divagando para que me calles con besos. - Jisung rió.

- Eso puede resolverse. - Ronroneó, rozando los labios ajenos con los suyos; y Minho respiró temblorosamente, acortando la distancia entre sus bocas mientras una voz lejana y chillona comenzaba a gritar.

- ¡¿Están decentes?! - Junghyun preguntó al otro lado de la puerta, complementando su pregunta con un par de toques y Minho gruñó, tomando a Jisung de la barbilla cuando este se giró para ver hacia la entrada de la habitación, sosteniéndolo para que sus rostros se enfrentaran.

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