(19)

1.9K 203 2
                                    



Han pasado exactamente diez meses desde que habló por última vez con Hyunjin. Antes solían llamarse el uno al otro todos los días de la semana, aunque no hubiera una novedad, simplemente para contarse cómo estaban.

Después se casó con Minho y hablar con su hermano mayor se tornó un tanto difícil, teniendo en cuenta que Hyunjin siempre le preguntaba como iban las cosas, o le decía qué cuándo se dignaría a darle sobrinos, mientras Jisung intentaba no ahogarse en la indiferencia de Minho.

Hyunjin se había mudado en cuanto se casó con su Alfa, las veces que Jisung lo había visto desde entonces eran muy resumidas y se limitaban a motivos importantes.

Sabía que su hermano tenía su propia vida, problemas con los que lidiar, un par de cachorros revoltosos que robaban su tiempo pero eso no le impidió extrañarlo mientras observaba a los hermanos Lee interactuar.

Apretó el celular en su mano, sus ojos fijos en el contacto que reflejaba el nombre de Hyunjin. Bien, quizás era momento de romper ese insoportable récord de diez meses sin hablar con él y saber un poco de su hermano.

Sus dedos temblaban cuando pulsó la opción de llamar, inhundado por los nervios de volver a hablar con él y era algo ridículo, era su hermano.

-¿Jisung?-La voz emocionada de Hyunjin lo trajo de vuelta a la realidad, la pantalla de su celular mostraba una llamada en curso. Parpadeó un par de veces para sacarse a sí mismo de ese mundo en el que se sumergía tantas veces por su cuenta.-Dios, ha pasado un tiempo desde que hablamos. ¿Cómo has estado, cachorro?-Sonrió al escuchar el apodo con el que Hyunjin solía llamarlo durante su infancia.

-Estoy bien, Hyung. Yo...-Jisung apretó los labios, no sabiendo muy bien qué decir.-¿Cómo has estado tú? ¿Y los niños?-Sintió su cuerpo relajarse al escuchar la suave voz de su hermano.

-Están acabando conmigo. Bebés, saluden al tío Jisung.-El Omega escuchó un par de voces agudas y chillonas saludarlo casi al unísono, lo próximo que se escucharon fueron entruendosas risas y pasos rápidos seguidos de un regaño de Hyunjin.-Perdón que no hablen más contigo, el imbécil de Joonhyung les compró unas pistolas de agua y ahora andan disparándole a todo lo que se mueve. Me he tenido que cambiar de ropa casi nueve veces en el día.-Se quejó en un lloriqueo.

-Nunca habías llamado a Joonhyung Hyung imbécil, ni siquiera cuando tuviste a los niños, y Minnie Hyung dice que tener cachorros te dan ganas de maldecir y matar a tu Alfa.-Jisung omite añadir que desearía ver si él también maldice a Minho cuando tenga su cachorro, en su lugar se atreve a preguntar bajito.-¿Todo está bien en casa, Hyunjin?-El aludido tarda unos minutos en responder.

-Sí, está todo bien. No hay nada que preocuparse, solo son...desacuerdos.-Responde y Jisung no tiene tiempo de añadir algo más porque su hermano se le adelanta.-Hablando de Alfas imbéciles, ¿cómo van las cosas con Minho-ah? ¿Sigue jugando a ser el indiferente?-Jisung sonríe por sus palabras.

-Está mejorando, Hyung. Las cosas están bien entre nosotros, mucho mejor que hace unos años.-Confiesa y se imagina a Hyunjin sonriendo al otro lado de la línea.

Le había comentado varias veces como era su relación con Minho, sobre todo cómo el Alfa se comportaba con él la mayor parte del tiempo. Hyunjin le había aconsejado entre gruñidos que pateara el trasero orgulloso de Minho hasta el Polo Norte, mientras él solo se reía con el corazón apretado.

Nunca le dijo que la razón del Alfa para ser así con él se debía a que siempre fue Hyunjin con quien Minho quería tener un matrimonio, sólo que cuando fueron a concertar dicha unión su hermano ya estaba felizmente comprometido con un importante magnate de Busán y Minho había tenido que aceptar a Jisung como compensación.

PUSILÁNIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora