La vida caótica de Mia

Solo quiero dormir

Se acerca a unas maletas que estaban cerca de ella y las toma. Harry ayuda a Sanai a levantarse y, por suerte, la salida no está muy lejos, así que no sería difícil llegar. Mia recoge todo y sale después de ellos dos. Caminan hasta la salida. En cuanto llegan, no pierden tiempo ya que los están esperando. Un tipo sube las cosas en la cajuela y ayudan a Sanai a acomodarse. Ya todo está listo para irse, pero Dazai aparece de la nada y se acerca a ellos.

—Antes de que te vayas toma esto —pone a la vista una pequeña arma calibre 36—, así puedes protegerte sola —ella solo la ve y pone una pequeña sonrisa

—Gracias, pero ya tengo una. Tengo que irme así que nos vemos luego 

—Gracias por salvarme la vida —dice Sanai de fondo

—Solo hago mi trabajo. Cuiden de Mia y eso lo tomaré como un pago —Harry asiente. Dazai se despide con la mano y se da la vuelta, dejando que ellos se vayan. Por fin, en camino a su casa, Sanai está dormido, recargado en el hombro de Harry, pero Mia tiene una pequeña molestia, con las cejas arrugadas y los brazos cruzados. Harry está cansado y prefiere esperar a que lleguen a casa para hablar.

El camino fue lo suficientemente largo como para que se quedaran dormidos. Al llegar, Harry los despierta. Los tipos ya habían bajado las cosas y las pusieron en la entrada, ya que tienen prohibido entrar a menos que sea muy necesario. Harry lleva a Sanai a la habitación, que está limpia, lo recuesta y este solo sigue durmiendo. Mia solo entra y se acuesta en el sillón que está en la sala, sin decir ni hacer nada. Lian mete las cosas a la sala, las revisa, guarda algunas de ellas y deja otras a fácil alcance. Regresa a la sala y se queda viendo a Mia para confirmar que aún está viva.

—¿Quieres un café? ¿O algo más? —pregunta Lian con un tono tranquilo se para a un lado del sillón

—Solo quiero dormir, así que déjame sola —fue difícil entender lo que decía ya que fue en un tono baja casi como un susurro

—Si quieres dormir ¿Por qué no vas a una cama?

—Nada más quiero dormir, ya te puedes ir —se queda acostada tranquila, acomoda un cojín para así utilizarlo de almohada, pues no se siente bien, quizás sean las circunstancias así que solo se enfoca en dormir.

Sin más remedio, decide irse a la cocina. Allí se encuentra con Harry, que se está sirviendo un vaso de agua. Lian le pregunta por el estado de Mia y él responde tranquilo: "Con lo que ha pasado, solo está cansada". Luego pregunta por su hermana, a lo que Lian responde rápido y seco: "En tu cuarto". Harry ya estaba al tanto de ello, pues había revisado antes de bajar. Se quedan en un silencio un tanto incómodo; no sabían si debían iniciar una conversación o solo continuar con lo que estaban haciendo. Sin embargo, sería incómodo para ambos, así que Lian intenta revivir el tema.

—Ya viste a Mia no se ve muy bien —revive ese tema ya que es lo único que a los dos le interesa

—Está un poco distante, pero ya ha estado así antes, sabes que solo es un poco de tiempo y todo vuelve a la normalidad —se acerca a el refrigerador buscando una pequeña cosa para comer

—¿Crees que vaya a cambiar en algo? Solo siento que algo anda mal, y no como suele serlo— Harry toma en cuenta las cosas que ya habían pasado con las que acababan de pasar, ve un pequeño patrón en una parte y después nada tiene sentido, así que decide tomarle la palabra a Lian

—Solo hay que vigilarla, de que no haga nada peligroso, revisa de veces en cuando de que aun siga viva, pero sin preguntar nada, quiero darme un baño, cualquier cosa sabes dónde encontrarme.

Sube a la parte de arriba con un solo objetivo, mientras Lian se pone a cocinar algo para cuando todos estén disponibles. Pasa un rato y se olvida de revisar si Mia está bien. Apaga la estufa y va hacia la sala a revisar, pero al llegar, ella no está allí. Lo primero que se le ocurre es ir por Harry para buscarla. Corre hasta el baño, donde se supone que debe estar, y toca la puerta con fuerza.