La vida caótica de Mia

¿Y Mia?

Merlín se dirige hacia donde está Rick. Al llegar, va directo a donde este se encuentra, abre la primera puerta con el arma en mano y listo para disparar. Ve la gran puerta de la oficina de Rick y camina hasta allí. Una vez allí, se encuentra con dos hombres resguardándola. Antes de que puedan hacer algo, Merlín les dispara en el pecho y entra al lugar de manera brusca, apuntándole a Rick en la cara.

—¡¿Dónde está Mia?! —se acerca más al escritorio donde él está sentado—Hanna te dijo que te alejaras de ella y de su familia, así que solo volveré a preguntar una vez más y espero que lo que digas valga la pena escuchar, ¡¿Dónde está Mia?! —Rick impresionado de la situación y con un tono tranquilo se sirve un poco de vodka

—Tranquilo Gilem ¿Por qué debería de saber lo yo? —le da un trago a el vaso, él se sienta frente a él y pone el arma en el escritorio

—Habla, y más vale que no saltes nada —dice con un tono muy firme con autoridad

—Vino aquí hace un par de horas atrás y hablamos le di un poco de este buen vodka, y después se fui al igual como llego, sin ningún rasguño, y de allí no se más, la escoltaron y llevaron a la carretera, yo no sé nada y acabas de matar a los que podían saber algo

—Si me entero de que le paso algo a causa tuya volveré aquí y terminare lo que Hanna no termino —toma su arma y se dirige hasta la puerta

—No la tocaría ni con el pétalo de una rosa, y si miento no tendrás que molestarte yo mismo lo terminare —le da el ultimo trago a lo que le quedaba—. Si es todo ya te puedes ir

—do svidaniya, Rick —carga el arma y se da la vuelta disparándole en el hombro—do svidaniya

—¡¡Te dije todo lo que se!! —se sostiene el hombro y solo ve como Merlín sale del lugar sin decir nada más, sube a un auto y el chofer conduce, Merlín se siente con una gran presión en el pecho y el corazón a punto de salirse.

—Al bar más cercano —el chofer parece no hacerle caso—¡Ahora! —él toma camino hacia allá, al llegar entra al bar solo escoge la mesa más lejana y pide una de las botellas más caras

Se pone a beber, así como intentar pensar donde podría estar Mia, está preocupado, sin poder hacer nada, del otro lado con Harry y Lian, sentados en la sala perdiendo la paciencia y con los nervios de punta.

—Me estoy desesperando, nadie nos ha llamado —dice Harry algo nervioso y con un pequeño temblor en la pierna

—Ya llamaran con buenas noticias así que solo ten paciencia —comenta Lian y este le da un vaso de agua, Harry lo toma, se lo bebe rápido y se acerca ala la puerta

—¿A dónde vas? ¿qué crees que haces? Así no puedes ayudar —él le habla rápido y se acerca a el

—No puedo estar aquí sentado sin hacer nada, quizás si salgo a buscas un pequeño rastro, pueda ayudar, quiero que este bien —termina de decir con tono apagado y agacha la cabeza

—Eso ya lo están haciendo ellos, nosotros solo debemos esperar por si regresa aquí —habla tranquilo y suabe

—Para eso estarás tu aquí, tengo que hacerlo, además tengo una idea —Lana se acerca corriendo a ellos—y tienes que cuidarla a ella

—Lo hare como si fuera mi hermana

—Lana volveré en un rato, pero te quedaras aquí con Lian —se pone a su altura y le susurra— enséñale tu conexión —le guiña un ojo y ella se emociona

—Lian ven te enseñare mi conexión —este voltea a ver a Harry y este le sonríe, hace un pequeño suspiro y sigue a Lana a su cuarto

Harry sale de la casa y camina hasta la casa de Sanai que está a unas cuantas cuadras, sabía que él podría ayudar ya que bueno para rastrear cosas perdidas, y todas esas cosas, mientras iba caminando aprecia el bello clima nublado, al llegar toca la puerta algo fuerte y este abre.