Sin más que decir. Mia se encuentra revisando las cosas del campamento. Allí se da cuenta de que ellos tenían el equipo necesario para una pequeña masacre. Mientras sigue revisando, siente un pequeño zumbido en el oído y un ligero mareo que le nubla un poco la vista. La situación la hace sentir enferma, aunque intenta mantenerse al margen e ignorar los síntomas. Sin embargo, le resulta difícil no sentarse a tomar aire, pues siente como si no fuera dueña de su propio cuerpo. Al cerrar los ojos y volver a abrirlos, tiene una perspectiva diferente. Se siente mal y no sabe lo que hace, como si no fuera ella quien tomara las decisiones. Intenta no pensar mucho en eso y solo se deja guiar por el momento y la situación.
Toma algunas cosas que le pueden servir para defenderse y nota que uno de los sujetos se está acercando al lugar. No parece que él la haya notado, pero ella sí lo ve a él. Toma uno de los cuchillos que lleva a casi todos lados, pequeño, pero con buen filo y fácil de empuñar. Con el cuchillo en mano, se va acercando a él por la espalda sin hacer ruido, pero ve cómo el otro aparece de la nada y, de la manera más rápida, se esconde detrás de un árbol. Se queda muy quieta para poder escuchar la conversación de los dos. No es una de las mejores conversaciones y, además, debe hacer algo antes de que lleguen más.
Piensa un poco en cómo debería actuar para poder tomarlos por sorpresa. Guarda su cuchillo en la funda y lo pone cerca para cuando lo necesite. Sale con las manos en alto y hace un pequeño sonido para que se percaten de ella. No tardan en darse cuenta y le apuntan. Enseguida llaman a su jefe.
-La tenemos -afirma uno de los dos sujetos que está allí
-Sabía que no podía esconderse por mucho tiempo -dice algo confiado, Mia hace una señal para que la pongan al teléfono y así es
-Solo era para poder decirte que, después de matar a tus hombres iré por ti, tardas mucho en venir tú mismo... aun puedes irte
-Solo tráiganla, para poder irme de aquí de una vez y revisen que no tenga ninguna arma por precaución -en ese mismo momento ella saca su cuchillo y le corta el cuello a que tiene más cercas, se mueve rápido y al otro le clava el cuchillo en la pierna dejándolo inmóvil, saca su cuchillo y lo limpia en la camisa de uno de ellos, toma el teléfono y aclara su voz
-Los dramas en un día como este son buenos, tus hombres no están disponibles en este momento y ahora voy por ti y espero que no hagas ninguna estupidez en lo que llego o te vas a arrepentí de ello -su tono es diferente, más tranquilo, pero a la vez bastante firme
-La que no debería hacer ninguna de esas cosas eres tú. Recuerda que tengo a tus amigos -dice muy tranquilo.
En ese mismo momento, el sujeto que quedaba la encuentra y le dispara sin mucho aviso. Por suerte, la bala solo la roza. Ella se mueve rápido, toma el arma del piso y le dispara en la cabeza sin muchos rodeos. La manera en la que se movía era muy rápida y precisa, como si fuese una experta en ello.
-Por qué no vienes mejor, así estaré segura de que no harás nada, además si quieres un buen trabajo hazlo tú mismo, eso solía decir mi madre -su tono tan confiado y frio hace que se ponga un poco nervioso además de molesto
-¿Dónde está? Iré gusto en este momento -su tono un tanto alterado le causa satisfacción
-En el campamento de tus hombres, te recomiendo venir solo -después de eso termina la comunicación y él se muestra aún más molesto
-Me estoy cansado de esto así que lo terminare de una vez por todas, si no vuelvo o grito la señal maten a uno de ellos
-Creías que lo que decía era mentira, te advertí desde un principio -no sabía lo que está pasando, pero le sirve para seguir con lo de hace rato
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La vida caótica de Mia
Actiones la historia de una joven que estudia la universidad con una vida normal, con algunos problemas con su padre. Un día se entera de un pariente hermano de su madre, se vio obligada a fingir ser su madre difunta para así quedar para verse, después de...