Marcos y Julieta tuvieron una trágica ruptura que no acabo bastante bien. Semanas después se encuentran en una fiesta. ¿Como podria acabar?.
Tosi con dificultad haciendo salir el humo por mis labios.
-Tranquila preciosa.-me susurro Joaquin.
Sonreí y lo apegue a mi. Iba mas que un poco, mas ahi que aqui. Pero necesitaba un respiro.
Hace tan solo 3 semanas que Marcos y yo rompimos y no puedo. Nunca pense que podria llegar a depender de alguien. Lo necesito y lo quiero, pero al parecer nunca le importe. Siempre con la mierda del que dirán, nunca le di mucha importancia pero el siempre me lo sacaba en cara, hasta que al otro día decidió marcar un punto y final.
Las manos de mi actual "ligue" bajaron a mis caderas clavando sus manos en mi cintura y sin mas preámbulos me beso, sus labios atacaron con rudeza los míos casi llegando hacerme daño, o solo tal vez estaba acostumbrada a los suaves labios de... Suspire sacándome esa idea de la cabeza, tengo que dejar de pensar en el.
Despues de unos interminables segundos se aparto y me dijo.-Voy por unas bebidas-.
-Te espero aqui.- sonrei con impaciencia de que se fuera.
Asintió y se marcho hacia dentro de la casa.
Volví mi mirada hacia mi alrededor, observe a la gente borracha y a un par de parejas sonriéndose y bailando juntas. Apreté los labios recordando como hace unas semanas atras eramos el y yo.
Seguí mi observación hasta llegar a un rostro conocido. Vaya que conocido.
Suspire y observe al chico que ocupaba mi mente todo el tiempo, el chico con el que quería estar ahora.
El aire desapareció de mi cuerpo por unos segundos, seguía igual de guapo y sexy. Y yo igual de enamorada.
Por su parte parecía estar observándome hace rato, su mandíbula marcada, su expresión enojada y el vaso rojo en sus manos.
Jugué con el borde de mi vestido antes de que cualquiera de los dos pudiera hacer cualquier otro movimiento, una mano se apareció sobre mi cintura pegando mi cuerpo al suyo.
-¿Me extrañaste preciosa?.- murmuro Joaquin extendiéndome un vaso de cerveza.
Mire de nuevo a Marcos que ya estaba enojado, tiro su vaso contra el piso y se fue de ese sitio.
-Claro.- murmure juntando nuestros labios.
Decidí que lo mejor era olvidarme de Marcos e intentar ignorarle, al menos durante esta noche.
Después de una hora ya estaba borracha y ya había bailado y besado demasiado. Joaquín estaba en la cocina así que yo salí a tomar un poco de aire. Iba de espaldas saludando a alguien cuando choque con otra persona haciendo caer mi vaso al suelo.
-Ten mas...-
-Lo siento.-
Hablamos al unisono girándonos. Cuando pude ver de quien se trataba, la pequeña sonrisa que llevaba impregnada en el rostro por el alcohol se esfumo. Era el, era el chico del que estaba completamente enamorada y al que quería ignorar y olvidar.
Nos quedamos mirando por unos instantes, hasta que decidí pasar por su lado y alejarme.
-Julieta espera...- murmuro Marcos sujetándome de la muñeca.
-¡No me toques!...- exclame, soltándome bruscamente.
Me miro sorprendido y dolido por mi acción, pero continuo.- ¿Podemos hablar? porfavor.
-¿Hablar de que exactamente?-me burle.
-Yo...porfavor... mierda, te extraño y...-intento hablar.
-Debería irme-murmure apretando los labios.
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One-Shot (Marculi)
Teen FictionHistorias cortas con Marcos Ginocchio y Julieta Poggio