La noche era fría y las gotas de lluvia que golpeaban la ventana de mi habitación eran la única compañía que tenia en ese momento. Mi corazón dolía, no era un dolor físico sino uno sentimental.
Mi rostro se encontraba completamente empapado debido a las lagrimas que constantemente salían y que no podía parar, mis manos temblaban al igual que mi labio inferior. La imagen que salia en mi celular era la causante de mi corazo roto, pues se trataba de Marcos con otra mujer quien no conocía ambos estaban abrazados mientras que el chico de lunares le sonreía de manera coqueta.
Esa noche estaba completamente sola en el departamento en el que vivíamos había pensado en llamar a mi hermana pero ella estaba con su novio y no queria molestarla ademas yo podia sola con esto. La fría y nublada noche era mi único consuelo.
Mi celular sonó avisando de un nuevo mensaje sobre aquel desconocido que me había enviado aquella foto. El mensaje contenía una dirección que conocía a la perfección.
"Quizás no llegues a creerme, es por eso que te envió esta dirección, ve allí y descubrirás la verdad" decía. Me pare de mi cama tomando mi abrigo y las llaves de mi auto lista para descubrir el destino de nuestra relación, aunque ya lo sabia simplemente me negaba a aceptarlo.
En el camino no podía dejar de pensar en que había hecho mal para que Marcos me hiciera esto, el conocía cuantas veces me habían roto el corazón y a pesar de que había prometido no hacerlo, lo había hecho.
Tenia preparado algo pues no iba a soportar que algo así sucediera, no mas. Desde ahora y para siempre no dejare que esto vuelva a suceder pues yo no merecia algo asi.
Al llegar a aquel lugar lo busque con la mirada hasta que lo encontré justo aquella chica castaña con quien reía felizmente y por un momento crei que quizas solo estaba en una pesadilla, que nada de esto era verdad pero no fue hasta que el castaño beso a la chica a su lado cuando la realidad llego a mi.
Esto estaba siendo una pesadilla pero tristemente una pesadilla que era completamente real.
Mis ojos se cristalizaron de inmediato y el dolor en mi pecho se hizo mas grande. Había olvidado lo que se sentía cuando te rompían el corazón así como tardas en sanarlo.
Respire varias veces tratando de controlar mis lagrimas y con la mirada en alto me acerque hacia el chico que alguna vez ame, quien de inmediato se sorprendió al ver,e ahí al igual que la chica castaña a su lado, al igual que algunos amigos que yo conocía.
-Julieta.-dijo el castaño mirándome con sus ojos abiertos de par en par alejándose de la chica de nombre desconocido para mi.
-Marcos necesitamos hablar, te veo afuera.- fue lo único que dije antes de salir sintiendo los pasos del chico detrás mio.
Mordía mi labio inferior evitando que mas lagrimas salieran pues si seguia asi lo mas seguro seria que no pudiera pronunciar palabras alguna por lo que debía controlarme.
Una vez que ambos estábamos afuera frente a frente nadie decía nada, la lluvia había parado y en su lugar había viento y mucho frío por lo que me abrace a mi misma tratando de darme mas calor. Marcos intento acercarse a mi sin embargo retrocedí sin permitirlo.
-Lo puedo explicar- comenzó hablar con los ojos cristalizados y la voz entrecortada.
-Tuve que saber que estabas engañándome por terceros Marcos, hubiera preferido que tu me lo dijeras quizás hubiera sido mas fácil de aceptar y menos doloroso.
-Lo siento Ju.- se disculpo derramando lagrimas.
-Yo igual.
-¿Por que?-pregunto con clara confusión mirandome directamente a los ojos.
-Por haberte entregado mi amor.- respondí sin titubeo. Marcos nego dejando que mas lagrimas salieran de el.-¿Desde cuando?.
-Juli por favor.
-Pregunte que desde cuando.-hable con voz firme. Antes necesitaba saber desde cuando habia sucedido esto, ahora que estaba aquí necesitaba la verdad.
-Desde hace 8 meses.- contesto agachando la mirada. Me sorprendió y no pude dejar salir un sollozo- Enserio lo siento Julieta.
-Un lo siento no arreglara nada Marcos. Sabias el miedo que tenia que esto volviera a suceder, prometiste no hacerlo ¿Y sabes que? ¡Lo hiciste!- me acerque a el quedando mas cerca mientras lo señalaba con mi dedo indice.
-¡Lo siento, si!.. No se como ni cuando ni el por que sucedio esto pero se que fue mi error, se que te falle y posiblemente ahora mismo quieres golpearme y puedes hacerlo.- comento abriendo sus brazos. Negué mirando hacia mi costado con lagrimas en mis ojos y el corazón hecho pedazos por lo que estaba apunto de decir.
-Lo que quiero es que te vayas de mi vida Marcos, así como yo me iré de la tuya.
Mis lagrimas empezaron a salir y no hice nada para detenerlas. La decisión que había tomado la considero correcta para mi y seguramente también para el.
-No, no, no.-dijo negando acercándose a mi tomando mi rostro entre sus manos mientras lagrimas salían de sus ojos al mismo tiempo que miraba detalladamente cada parte de mi rostro hasta llegar a mis labios.- Por favor no hagas esto, no rompas mi corazón.-susurro juntando su frente con la mía. Esto empezaba a ser difícil pero no iba a cambiar de opinión.
-No me pidas que no rompa tu corazón cuando tu rompiste el mio Marcos.-respondí quitando sus manos de mi rostro delicadamente y alejandome de el- Lo siento pero yo no merezco esto.
-Lo se y lo entiendo y por el amor que te tengo supongo que tendré que dejarte ir.- me respondió con una sonrisa triste quitando algunas lagrimas con el dorso de su mano- Supongo que te perdi para siempre.
-Lo hiciste hace 8 meses.
-¿Esto es un adiós?.- pregunto jugando con sus manos algo que hacia cuando estaba nervioso.
-Quizás solo sea un hasta pronto. Espero que te vaya bien y cumplas el sueño del que me hablaste, te deseo suerte con aquella chica.- dije entre lagrimas y con el dolor que sentía en mi corazón.
-También espero lo mismo para ti, quiero que sepas que te amo y te amare toda mi vida. Estoy seguro que esto seguirá persiguiéndome toda la vida, el sentimiento de haber perdido el amor de mi vida se quedara aquí para siempre- señalo su corazón dándome una pequeña y triste sonrisa.
Correspondi a su sonrisa de la misma manera sin dar respuesta alguna pues estaba segura que el ya lo sabia y entonces salí de aquel lugar dejando atrás a la persona que amaba y que en algún momento había sido el causante de mis sonrisa y que hoy en día era el causante de mi corazón roto.
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Se despide Luchi.
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One-Shot (Marculi)
Novela JuvenilHistorias cortas con Marcos Ginocchio y Julieta Poggio