30. caza II

74 17 3
                                    


Hoy era el día. El día de mi cumpleaños numero diecisiete. El día en el que Kim Sunoo moría. Y para nadie era importante.
A veces pienso, como eran sus compañeros de la orden, mis chicos, con el. También lo habían protegido, también lo habían querido. Y si así era, por que nunca hicieron nada luego de su muerte, aunque bien era sabido el culpable.

Los culpables.

Pero claro, alguien mas habia muerto. Ni mas ni menos que Jisung, el hermano menor de los tres Bang. Mucho mas importante que un hijo bastardo del rey. Y desde ese momento, con Jisung y su hijo Felix muertos, la casa Bang fue en picada debido al dolor de la familia.
Felix habia muerto por envenamiento. Jisung lo hizo de una manera mas lenta y mas dolorosa. Fue rodeado por bestias controladas por Yeonjun. Iban comiéndolo vivo, lo dejaban huir unos segundos, y volvían a morderlo. Jugaban con el hasta su muerte. Por que Jisung nunca se rindió en huir y sobrevivir. Pero ningún hombre podría salir vivo de esa trampa. Esa asquerosa trampa.

-¿Que tanto piensas, principito malcriado?

-Nada, Jay..-conteste de manera simple.

Ya habia iniciado oficialmente el segundo día de caza, y estábamos en el inicio del bosque, ya el resto debía estar buscando sus presas. A todo esto, guarde el pañuelo que Lia me dio en mi bolsillo, no podía perderlo hoy.

-Nunca nos dice nada.-reprocho Sunghoon.-Incluso se le ve mas feliz con esa chica que con nosotros.

Revolotee los ojos cuando lo escuche hablar de Lia, era mi familia prácticamente, estos tontos celosos posesivos.... Bueno, también me gustaban así. 

En fin, inicia el plan al fin, operación evitar la muerte.

Primero, tengo que perder de vista a estos chicos. No podían saber ni ver nada de todo esto.

-Chicos, me siento mal....-comencé a excusarme.

-¿Quieres que volvamos a la carpa?-dijo nuevamente Jay.

-Te llevo, Sun.-se ofreció Jake, con una gran sonrisa.

-¿Estas enfermo?-cuestiono Heeseung, enarcando una ceja.

-Tienes que descansar si no estas bien.-me regaño Jungwon, en un murmullo.

Bien, mala idea.

-Si les doy un beso a cada uno, ¿Desaparecerán?

-¡¿Que?!-dijeron los seis a la vez.

-¡Sunoo!-me regaño Heeseung.

Ups.

-Digo, quiero estar por mi cuenta.

Y si también estaba con ganas de unos besitos...

Pero no es el momento de ser románticos Kim Sunoo, debes pensar en tu vida. Piensa con la cabeza de arriba...

-Tu siempre estas por tu cuenta.-acuso rápidamente Jungwon. 

Le saque la lengua, y el me sonrió de lado, sus ojos eran una mezcla de molestia y algo mas.

-¿Por que desapareces a cada rato?-se quejo Sunghoon, con tono lastimero.

-Cacemos juntos, Sunoo.-dijo Jake. 

-SI, si, Sunoo...-asintió Riki. Puse un puchero a su alegría, no podía decirles que si.-Yo puedo enseñarte algunos trucos.

-Si, quedémonos unidos.-dijo Heeseung mirándome con cautela, y desperté de mi burbuja de ensoñación con todos estos caballeros lindos.

Quien me mando a unirme a la maldita orden roja.... debería haberme escondido en un pozo hasta cumplir los diecisiete y ya. Recurrí a mi ultima y mas eficaz opción; huir sin mas. Tarde bastante tiempo, ya que los desgraciados ya se lo veían venir, se los habia hecho seguido era obvio que se acostumbrarían. Pero, el que prospera vence, y logre perderlos, después de mucho tiempo. Ya veía sus expresiones molestas en la noche, esperándome.

𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧    [Sunoo Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora