Kai en el Templo de los Espíritus

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Resumen:

Kai fue empujada a ese portal, viéndose obligada a alejarse de su familia y amigos.

Termina atrapada en un inmenso bosque en una isla que solo el Dios del Spinjitzu sabrá donde se encontró.

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Cuatro días. Habían pasado cuatro días desde que Kai fue empujada por ese "estúpido portal", así era como ella le decía. Al menos para ella habían transcurrido cuatro días, el tiempo en ese lugar se sentía raro y confuso

Fue alejada de toda su familia y amigos, y en lo único que podía pensar día y noche, cada hora y cada minuto, era en volver a casa para poder volver a verlos

Aun que no tenía ni idea de donde estaba ni de como volver a su hogar, pero al menos lo intentaba

Pasaba todo el tiempo caminando entre los frondosos y altos árboles que parecían ser interminables a su alrededor, marcando cada uno con una marca para asegurarse de que no estaba caminando en círculos. Eso si que la hubiera llevado a la psicosis total

Era casi imposible dar un paso sin tropezar con las abundantes raíces de los árboles que sobresalían del suelo

Las noches eran sin duda raras e intranquilas. Kai nunca se dormía por completo, creyendo que en cualquier momento alguien o algo saltaría de entre la oscuridad para atacarla, o más bien como si realmente supiera que eso iba a pasar, que algo aprovecharía de su vulnerabilidad para atacarla. Ella definitivamente no iba a permitir que eso pasara

Tenía que volver ilesa a casa, o al menos en una sola pieza. Porque un ninja nunca se rinde y ella era una ninja ¿verdad?

Esa mañana parecía transcurrir normal, o al menos parecía ser normal si la comparaba con todo el tiempo que había pasado ahí

Kai se despertó sentándose con pereza en el suelo en donde ella estaba durmiendo, soltó un larga bostezo mientras estiraba sus brazos hacía arriana descanso más comodidad. Dormir en el suelo no era la cosa más cómoda del mundo pero al menos el pasto era suave, además de que no tenía ninguna otra opción

Su primer movimiento fue peinar su pelo despeinado con sus dedos, tratando de acomodarlo. Para después ponerse de pie con rapidez

Miro de un lado a otro tratando de comprobar si seguía en ese bosque y parecía que si, las misma rocas y árboles que llegaban hasta el cielo del día anterior. No sabía si sentirse aliviada de que nada tratara de matarla mientras dormía, o molesta de que esto no hubiera sido solo un terrible sueño

De repente, una pequeña rama cayó desde arriba y aterrizó en su cabeza. Sostuvo el palo en su mano un momento, contempladolo, mientras se recordaba a si misma que este ya era el quinto dia. De un momento a otro, la irritación en su interior subió rápidamente por todo su cuerpo

— ¡AHHHH! — de inmediato esa pequeña ramita se convirtió en solo cenizas que se esparcieron con el viento cuando Kai activo una potente llama de ira en su mano

Después un par de segundos el ceño fruncido en su rostro se desvaneció y pego un suspiro para tratar de tranquilizarse y recordarse a si misma que este era precisamente el peor momento para perder los estribos

— Vamos, Kai. Tu puedes con esto. Eres el Ninja de Fuego, después de todo ¿No es cierto? — dijo a si misma tratando de motivarse mientras empezaba a caminar hacia una dirección desconocida

Era la misma rutina de los últimos cinco días, apartar algunas ramas, pasar por encima de las grandes raíces de los árboles, saltar algunos charcos. Una rutina realmente monótona después de un tiempo de repetirla

One shots - NinjagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora