One shots - Ninjago

"La familia no siempre es sangre"

Resumen:

"No lo es... ¡justo! No sé de quién vengo, y ellos simplemente... ¡hacer! A Sora ni siquiera le gustan sus padres, ¡pero al menos sabe que tiene algunos! ¿Por qué no puedo? ¿¡Por qué no puedo tener eso!?"

O bien:

Wyldfyre se molesta por el hecho de que no conoce o ni siquiera recuerda a sus padres, papá Kai viene a ayudar. QUE SEAN PADRE E HIJA <3

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los establos debajo del monasterio demostraron ser un lugar bastante confiable para simplemente acostarse y descansar. El calor de las paredes de la cueva, los dragones acurrucados en una enorme pila, todos roncando con las colas enroscadas unas alrededor de otras; La forma en que los sonidos del entrenamiento se ahogaban en los terrenos del monasterio, era pacífico, mientras que la muchacha salvaje nunca fue una persona para simplemente; "Tranquilidad" podía apreciar una buena siesta aquí y allá. Poco a poco, en el lapso de una semana, se había puesto en orden una pequeña rutina. Una idea reconfortante para todos los residentes. El ninja verde despertaría a todo el mundo a una hora impía e inapropiada de... si aprendió bien el reloj: las 5 de la mañana. Luego, Arin prepararía el desayuno junto con el nindroide robot, y después; Todo el mundo se iría a entrenar. Sin embargo, esto era diferente. Fue.. tranquilo; cuando Wyldfyre se despertó acurrucado contra Ola de Calor. Su hocico presionado junto a la cabeza de ella; Podía sentir cada exhalación que hacía. Revoloteando lentamente, sus ojos se abrieron con un gruñido confuso.

Normalmente, el ninja de fuego la despertaría bruscamente sacudiéndola rápidamente, o Riyu lamiéndole la cara, también, lo que también le devolvería la lamida a la amiga escamosa, sin importar las miradas extrañas que le enviaran los demás. Espere que los únicos sonidos que escuchó fueron los de su estómago gruñendo, que siguió a regañadientes a través de los establos que conectaban con el monasterio para reponerse, entrando en el patio con un fuerte bostezo, chasqueando los labios. Wyldfyre estaba a punto de gritar también a sus amigos, cuando se detuvo ante la visión que había visto.

Lloyd estaba sentado afuera, meditando en la posición de loto con dos marcos a su lado. Uno se parecía terriblemente a los que había colgado junto al santuario de... ¿Maestro Wu? Ella estaba bastante segura de que ese era su nombre, mientras que el otro era otro anciano. Se habría encogido de hombros, como se haría normalmente, solo se detuvo cuando vio a Sora y Arin, ambos con las maletas llenas, saliendo juntos del monasterio; charlando sin rumbo.

"¿A dónde van ustedes dos?" —preguntó la muchacha, con las manos en las caderas y un leve resoplido en la voz ante el extraño cambio de horario.

Sora parpadeó, antes de soltar una risita nerviosa. "Nos quedaremos en la encrucijada por unos días, ¡también celebre!"

"Celebra... ¿Qué? ¿¡Hay una fiesta y no me invitaste!?"

"¿¡Qué!? ¡No! El Día de los Difuntos, es donde honras a tus antepasados que han fallecido: Sora y yo solemos encender algunas linternas y luego ir a ver las carreras de mechas. ¡Puedes venir con nosotros si quieres!" Arin había respondido con asombro estelar en sus ojos. La sonrisa audible a través de su voz.

"¿Antepasados? ¿Por qué querría celebrar también a un montón de personas mayores?" Wyldfyre respondió bruscamente, resoplando ante la estúpida idea.

"Respetarlos a ellos y lo que han aportado a nosotros y a las generaciones futuras". Una nueva voz dijo: Lloyd se había levantado de su posición de loto y se acercó. Una mano se posó en el hombro de la niña mientras hablaba. Ella se había encogido de hombros con los ojos en blanco molestos.