One shots - Ninjago

Sombra familiar

Resumen:

Su mirada finalmente se posó en un marco roto que se encontraba en su mesita de noche cercana. Sintió que sus ojos comenzaban a arder al recordarlo. Él y su padre, de pie uno al lado del otro, sonriéndose el uno al otro.

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Una larga y aguda bocanada de aire le dejó los pulmones ardiendo. Se sentó erguido en su cama, resoplando y mirando sin rumbo alrededor de la habitación. Buscando algún tipo de evidencia, de que lo que acababa de experimentar, definitivamente no era de la realidad. Cuando su mirada finalmente se posó en un marco roto que se encontraba en su mesita de noche cercana, sintió que sus ojos comenzaban a arder al recordarlo. Él y su padre, de pie uno al lado del otro, sonriéndose el uno al otro.

Sintiéndose de repente enfermo por el recuerdo, se deslizó tembloroso de su cama, marchando lentamente hacia la puerta. Caminó por los pasillos, en silencio, para evitar despertar a ninguno de los demás, y se dirigió hacia la puerta principal. Estiró la espalda mientras bostezaba, abrió la puerta y salió al porche de madera, que crujió ligeramente bajo su peso. La madrugada trajo un suave frío en el aire, mientras las estrellas centelleantes en el cielo lo miraban con danzas brillantes mientras parpadeaban. El cielo distante y más bajo comenzó a dar un resplandor muy débil de un azul pálido, señalando el amanecer que estaba en camino.

Con un profundo suspiro, bajó por el porche y llegó al frío cemento que le provocó escalofríos. Dando un par de pasos hacia adelante, con la cabeza gacha, fue detenido por el fuerte crujido y chirrido de la puerta principal, lo que lo sobresaltó y lo puso en posición de lucha. Cuando la puerta se abrió un poco, se sorprendió al ver el rostro oscuro de su padre devolviéndole la mirada. Se quedaron en silencio, mirando al otro con asombro durante unos 10 segundos antes de que alguien decidiera hablar.

—¿Lloyd? —preguntó su padre, levantando una ceja confundido—.

"Uh... ¿Papá? -Sala de emergencias.. Eh, ¿qué estás haciendo?" Lloyd tartamudeó, bajando los brazos a ambos lados de él. Levantando una ceja.

"Fui a regar Christofern antes del amanecer". —dijo Garmadon, colocando una regadera a su lado mientras cerraba la puerta tras él—. "¿Qué estás haciendo despierto?"

Lloyd parpadeó de puro asombro al ver que su padre seguía cuidando de Christofern, incluso con la larga caminata. "Uh-yo estaba solo... Quería ver las pinturas". —dijo Lloyd, un poco inseguro de sí mismo—. Incluso si esa era una de las razones por las que venía aquí, no era por eso que estaba despierto.

"Mhmm..." Garmadon tarareó, mirando a Lloyd con sospecha y entrecerrando los ojos, lo que hizo que Lloyd pusiera los ojos en blanco, antes de caminar hacia la pared, ya mirando algunas de las obras de arte. Garmadon observó a Lloyd dirigirse hacia las pinturas, todavía preguntándose por qué estaba despierto para empezar. Cuando notó el rastro de Lloyd a lo largo de la pared, deteniéndose frente a uno de los cuadros, lo siguió, curioso por saber qué le llamaba la atención de esa manera. Justo cuando estaba a un lado, no lejos de Lloyd, su mirada siguió la línea de visión de Lloyd, aterrizando justo en un pequeño hombre pintado, con el pelo gris, y que le resultaba sorprendentemente familiar. Se parecía al hombre que estaba en esa foto que vio en el Bounty hace un tiempo. El de Lloyd.

De repente, entendiendo por qué Lloyd se detuvo en esa foto específica, miró al niño, esperando que dijera o hiciera algo, pero no lo hizo. Lloyd observó la imagen con atención, luego levantó la mano, tocándola suavemente, como si eso la hiciera realidad o se sintiera real.

—¿Cómo era? Garmadon se encontró a sí mismo preguntando, sin estar seguro de si era una buena idea o no, especialmente después de la reacción estremecida que recibió de Lloyd. Hubo un momento de silencio, y justo cuando Garmadon pensaba que no iba a contestar, habló.

"Él era... Increíble". Garmadon oyó un leve temblor en su voz. "Era sabio. Podría haberle dado a Wu una carrera por su dinero". Lloyd soltó una risita triste. —Él... —Lloyd se atragantó, tratando de calmarse un poco, su mano se cayó de la imagen. "No importaba de qué lado estuviera... O lo mucho que luchó por ser quien quería por encima de lo que era, siempre luchó para protegerme. Me mostró que tengo la libertad de ser quien quiero. Sé quien debería ser..." Lloyd se detuvo un momento, el temblor en sus manos se hizo más notorio. "El día que se fue... Era para proteger a todos... La última, última vez que lo vi... Estaba encadenado, atrapado en el reino maldito... Me dijo que estaba orgulloso y que siempre estaría conmigo..." La voz de Lloyd se hizo más temblorosa, la vacilación en ella, imposible de ocultar ahora. Bajó la cabeza y se apartó un poco. "Si siempre está conmigo... ¿Cómo es que siento que esto es lo más lejos que he estado de él?" —exclamó Lloyd—. El súbito cambio en su tono, de suave a rígido y quebrado, golpeó a Garmadon de una manera que no esperaba.

Dio un paso adelante, poniendo una mano en el hombro de Lloyd, solo para ser golpeado por el chico que lo rodeaba con sus brazos en un fuerte abrazo. Garmadon le devolvió el abrazo. "Sonaba como un gran hombre".

Lloyd asintió sutilmente, sin dejar de abrazarlo. "Él era..." Su voz se quebró de nuevo.

"Ya sabes... No hace falta ser un experto para saberlo... Realmente se preocupaba por ti". —explicó Garmadon, sintiendo que Lloyd lo apretaba con más fuerza—. "Y lo sé... Pase lo que pase, siempre lo hará". Garmadon se echó hacia atrás.

El tiempo pasó, cambiando lentamente hacia el amanecer, pero no les importó reconocerlo. Quedarse donde estaban, por un tiempo, sin querer que el momento terminara todavía.

Desde la barrera, estaban siendo observados, sin saberlo. Un hermano, y un tío, que sonreía suavemente ante la vista que tenía ante sí.

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Historia perteneciente: https://archiveofourown.org/works/44411200