La horas pasaron lenta y torturosamente para Jungkook, quería que su rubio llegara de una buena vez para darle una sorpresa.
Pasadas las ocho de la tarde, Jimin por fin tocó el timbre.
Sintió que alguien lo jalaba hacía dentro, ni un saludo ni nada.
—¿Qué pasa, Kook?—preguntó asustado al ver que Jungkook subía sin hablarle o saludarle las escaleras como un loco.
—Ya verás, bonito.
Abrió bruscamente la puerta de la habitación, tenía las luces led prendidas, color rojo. Jimin se achicó en su sitio.
—Párate enfrente de la cama.
—¿V-vale?
El rubio observaba a Jungkook sacar unas cosas de color rosa de su grande armario, cuando las agarró, fue andando lentamente hacía el, haciendo que todo su cuerpo se estremeciera.
—Ponte de espaldas.— sentenció con voz de mando.
Jimin obedeció rápidamente con cierta curiosidad ante el extraño comportamiento del pelinegro. Sintió una textura bastante agradable al rededor de su muñeca, pero de repente sonó un "click" Y ese objeto hizo presión en su fina muñeca, pronto sintió lo mismo en la otra.
—Kook ¿M-me has esposado?
—Si, amor. Este es tu castigo por no decirme si lo hiciste con Taemin.
Jimin estaba empezando a excitarse, sus manos se encontraban detrás de su espalda haciendo que no pueda hacer ningún movimiento para oponerse, eso le gustaba.
El pelinegro giró a Jimin para que quedarán cara a cara, el mayor veía la sumisión que mostraba el ahora esposado, sus ojos se veían inocentes y con cierto temor, cosa que el rubio claramente hacía a propósito.
Segundos después el menor fue empujado a la cama, de esta manera quedándose sentado.
Jungkook empezó a quitarle la ropa, los zapatos, pantalones y los bóxers, dejando sus piernas y su parte baja expuestas ante sus deseosos ojos, no podía quitarle la sudadera porque estaba esposado, de igual manera con sólo la parte de abajo le sobraba.
Volvió al armario y esta vez sacó el dildo color lila.
Jimin no sabía muy bien lo que era hasta que lo vió más de cerca, no pudo evitar sentir un poco de vergüenza, pero eso le prendía aún más.
El pelinegro le echó bastante lubricante para que entrará bien en el rosado agujero de su chico, cogió las dos piernas del rubio y las subió a la cama y tiempo después abrió.
Jungkook tenía una de las imágenes más explícitas que había tenido nunca, la linda cavidad del de ojos caramelo, húmeda por el lubricante natural y ansiosa por ser penetrada, su miembro erecto rogando por ser atendido era una obra de arte ante los ojos del azabache.
Metió lentamente el juguete, haciendo que Jimin suspirara al sentir el dildo frío siendo metido lentamente por su palpitante entrada.
Una vez que casi toda la longitud fue metida, Jungkook presionó un botón, haciendo que comience a vibrar.
La cara de Jimin se tornó roja y abrió su boca para empezar a gemir, se sentía demasiado bien.
Si era sincero, nunca había probado ese tipo de juguetes, Jimin no solía hacer esas cosas, pero ahora que lo había descubierto, se arrepintió totalmente de no haberlo probado antes.
—J-jungkook, se siente muy b-bien.— apenas podía hablar.
Lo único que podía hacer el pelinegro era observarlo, morder su labio y presionar los botones para que subiera de intensidad.
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𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐨𝐧𝐞 𝐨𝐟 𝐮𝐬 ⟡ || Kookmin ||
Hayran Kurgu«𝑼𝒏 amor prácticamente imposible por razones tristemente lógicas. 𝑼𝒏 corazón que late locamente bajo los efectos del amor. Y 𝑫𝒐𝒔 almas enlazadas entre si en busca de ellas. Lo dieron todo por acabado, pero 𝗹𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗿𝘇𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶...
