𝐉𝐮𝐬𝐭 𝐨𝐧𝐞 𝐨𝐟 𝐮𝐬 ⟡ || Kookmin ||

03| ¿Sentimientos descubiertos?

Con el paso del tiempo los dos jóvenes agarraron confianza y se hicieron muy buenos amigos, bueno... Amigos. Algo así.

Siempre se sentaban juntos en las clases y hablaban un montón, de cosas interesantes y con sentido, en cambio otras veces de tonterías sin sentido alguno, tanto que los profesores les llamaban la atención u otras veces hasta los mandaban a callar. Y luego iban a por el almuerzo y comían juntos. Ambos chicos disfrutaban de su compañia. Estaban totalmente destinados a conocerse.

Habían momentos algo tensos entre ambos, pero los sabían llevar. O al menos eso intentaban.

Estaban en un descanso, sentados en un banco al sol y empezaron a conversar amenamente.

—Oye, Jimin— llamó Jungkook con un tono más serio del que estaba usando anteriormente.

—¿Si?— respondió.

—¿Te acuerdas de esa vez en la fiesta?– no hacía falta ni aclarar de qué fiesta hablaba.

—Creo que sí, ¿por?— como para no acordarse, aún sentía sus mejillas ponerse rojas al recordar todo lo que pasó, no pasó tanto pero igual que vergüenza. Vaya primera impresión, bueno, segunda.

—Bueno pues cuando te pregunté que porqué estabas llorando me dijiste que tu novio se había pasado contigo.

—Ajá...— soltó un suspiro apenado.

—Y dime, ¿siguen juntos?— quiso ser directo, pero tampoco quería incomodarlo con la pregunta.

—Bueno, días después cortamos pero me pidió perdón y ya sabes— dijo cabizbajo, jugando con sus dedos porque no sabía que hacer, no le gustaba hablar de ese tema, pero Jungkook no tenía la culpa de nada de eso.

—O sea que sí— ¿eso eran celos? pero no tenía porque sentirse celoso, ¿no?

—No, pero él me está insistiendo y no sé que hacer— dijo el rubio. Realmente no sabía que hacer, su exnovio era muy insistente y convincente con sus palabras. Y él tan manipulable.

Jungkook sintió el verdadero alivio.

—Haz lo que te haga feliz, Jimin, igualmente nadie te puede obligar a nada ¿sabes? Eres totalmente libre de elegir, estás en tu libre albedrío— aconsejó al rubio con ganas de que lo que le hiciera feliz no fuera estar con él tonto de su ex.

—Está bien, Kook. Gracias de nuevo— otra vez habló sin pensar. Era su especialidad.

—¿Kook? Qué bonito— Jungkook sonrió pasando su mano por la cabeza de Jimin, de esta manera, frotando su mano con el sedoso pelo del rubio, dándole mimos.

—Gracias. — se puso tímido, al no estar acostumbrado a tantas muestras de afecto de parte de gente que no sea su madre o mejor amigo. Pero también estaba feliz al saber que le había gustado el como lo había llamado.

—No es nada, lindo. Y ahora vamos a
clase. — dijo Jungkook agarrando la mano de Jimin para llevarlo hasta el salón.

¿LINDO? Espera, espera. Esto va muy rápido. Pero el corazón del rubio ya había sido cautivado, ¿qué iba a hacer contra él?
Entonces Jimin empezó a pensar en lo tierno que Jungkook fue al llamarlo lindo, se sentía tan feliz con él y ahora estaba tomado de su mano, DE SU MANO, si seguía así se desmayaría. Enserio lo haría.

(...)

Jimin estaba algo estresado por los exámenes, Jungkook lo había notado, pues el rubio no lo disimulaba, últimamente llegaba con unas notables ojeras y sin energía, eso al mayor no le agradaba, se preocupaba por la salud del rubio. Estaba que se dormía en las clases. Es más, un día Jimin casi cae rendido en un examen.