El sol se estaba ocultando en el horizonte cuando Gojo Satoru finalmente admitió para sí mismo que Aimi no estaba en la escuela de Jujutsu. Habían pasado muchas horas desde que la dejó allí, y una creciente ansiedad se apoderaba de él. Observó el campo de entrenamiento vacío y el eco de sus pasos resonaba en el silencio.
Las maldiciones. Esa era la preocupación más grande. En un mundo donde las maldiciones acechaban en cada esquina, donde el peligro podía surgir de la nada, el corazón de Gojo se aceleraba solo de pensar en Aimi sola y vulnerable.
Se paseó de un lado a otro, su mente repasando cada detalle desde que la dejó hasta ahora. No podía evitar imaginar los peores escenarios: encuentros con maldiciones hostiles, situaciones peligrosas de las que Aimi no tendría conocimiento para manejar. ¿Y si algo le había pasado? ¿Y si no la encontraba a tiempo?
Una sensación de impotencia lo invadió, algo a lo que no estaba acostumbrado. Siempre había sido el más fuerte, el más hábil, capaz de manejar cualquier amenaza que se presentara. Pero con Aimi, era diferente. Era su deber protegerla, mantenerla a salvo en este mundo desconocido para ella. Ella era la única persona que lo había entendido y aceptado tal como era. No podía soportar la idea de perder a alguien tan importante.
Cerró los ojos un momento, tratando de concentrarse. Recordó que había revisado el celular de Aimi el día anterior, por lo que conocía su cuenta y sus contactos. No podía permitirse el pánico. Nadie más sabía de la presencia de Aimi en este mundo aparte de él. No tenía a quién acudir para pedir ayuda, y eso lo hacía sentir aún más desesperado.
Decidió actuar. Tomó su teléfono y comenzó a marcar la cuenta de Aimi, intentando rastrearla. Cada segundo contaba, y cada minuto que pasaba lo llenaba de una creciente urgencia. Su mente se nublaba con pensamientos de perderla, de no poder salvar a la única persona que lo había visto más allá de su poder y arrogancia, que lo había aceptado en su totalidad.
Finalmente, con una mezcla de alivio y preocupación persistente, se preparó para buscarla por toda la ciudad. No descansaría hasta encontrarla, hasta asegurarse de que estaba a salvo. Porque para Gojo Satoru, proteger a Aimi era más que un deber; era una promesa que se había hecho a sí mismo desde el momento en que la conoció, y no permitiría que nada ni nadie le arrebatara esa conexión tan valiosa.
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Un mes después.
Todo ese mes Aimi se la paso con miedo al ver malditaciones hasta ahora simplemente de las categorías más bajas, por eso no entro en pánico cuando vio por primera vez una cuando estaba limpiando unos de los cuartos del motel.
Que por cierto eran asqueroso pero no tenía otra opción, Aimi siempre se recordaba que tenía que aguantar porque no estaba en su mundo y mucho menos tenía a un conocido, así que literalmente estaba sola.Lo primero que hizo Aimi con su primer sueldo fue comprose ropa de lo más barata y solo dos pareces de todo ya que el dinero no le sobraba, aunque trataba de no acordarse de Gojo era imposible ya que siempre rondaba por su mente.
—Señor Kimura iré a la playa —informó Aimi al dueño del mote.
—Claro cuídate Aimi —dijo con una cálida sonrisa el señor Kimura.
Aimi no sabía que iba a ser de ella si ese día el señor Kimura no le ofrecía el trabajo, Aimi estaría perdida literalmente.
Después de caminar unos minutos Aimi llegó a la playa y como simpre se sienta en la arena y simplemente se queda a ver el hermoso atardecer hasta que saliera la luna, el señor Kimura nunca le dijo nada ya que Aimi siempre hace bien su trabajo.
Algo que Aimi lo sabe muy bien ya que ella no nació en una cuchara de diamante, y se tenia que valer por ella misma y a la vez ayudar a su familia. Aunque aveces desearía ser rica, o sea casi siempre, nunca cambiaría al dinero por su familia y si era rica su familia también, porque aunque no me podían dar todo lo que quería, siempre su familia le dio a Aimi los mejor que podía y por eso está tan agradecida.
—Los estraño bastante —susurró con tristeza Aimi al recordar a su calidad familia.
Aunque aveces Aimi se pelea con su familia siempre se recosiliaban con una sonrisa y luego se reían por lo estúpido que fue la pelea.
—Hora de volver —susurró Aimi y se paro de la arena en donde estaba sentada.
Aimi tenia que cubrir el turno de noche ya que el señor Kimura no podía al estar ya viejo y también un poco enfermo. Por lo que el señor Kimura le contó a Aimi el no tiene familia.
《Algo muy triste》 pensó Aimi al caminar de nuevo hacia el motel.
Aimi al llegar al motel lo primero que noto fue la patrullero que había en dicho lugar y también una ambulancia, al ver Aimi eso corrió hacia el lugar temiendo lo peor.
... Continuará.
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"Aquel Día" - Gojo Satoru x Tú
Fanfic...Aquel día tenía que ser uno más como los demás, pero no fue así. Esa mañana me rompieron el alma y el corazón... ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ ◇ - Jujutsu Kaisen no me pertenece, le pertenece a Gege Akutami (Vas a caer, Gege). - Si la historia no te gu...