Nueve : ... y no estas aquí

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—Pide un deseo Tae — escucha decir a Robin.

Taehyung miro con melancolía la vela encendida frente a él. La pequeña llama parpadeaba, proyectando suaves sombras en la habitación . Se acercó y soplo con fuerza, hasta que la luz que emanaba desapareció, cuando haces eso en tu cumpleaños, era costumbre pedir un deseo, pero tal vez el que tenía en su mente era imposible, no podía hacer aparecer a Jungkook y solucionar sus problemas entre ellos.

El ruido de los aplausos de sus amigos, la risa y unos pequeños abrazos lo inundaron, no puede evitar mirar alrededor, todo parece en cámara lenta, cuando no encuentra a la única persona que siempre buscaba en una habitación.

Espera que sus dos amigos no se den cuenta, habían llegado a la casa de los tíos de Robin esta mañana, y aunque había intentado olvidarse por un momento de todo lo que estaba pasando.

Mientras los otros dos se reían y charlaban en la sala, Taehyung se sentía atrapado en su propio mundo.

Robin lo observó en silencio, notando la tristeza en sus ojos.

—¿Estás pensando en él? — pregunto suavemente.

Definitivamente, lo de ocultarlo no lo estaba logrando, era casi media noche ese momento justo en el que todo alrededor se queda en completo silencio, tus miedos y tristezas aparecen como un huracán causando desastres. Las cosas con Jungkook no habían estado bien los últimos días; mejor dicho, desde aquella discusión. Algunas veces parecía que todo iba mejor, pero luego, todo volvía a desmoronarse.

La última discusión seguía repitiéndose en su mente, como un eco persistente que no podía ignorar. Las palabras, las miradas cargadas de frustración y dolor, para luego ver a Jungkook marcharse sin siquiera dudarlo un segundo.

—Solo un poco .

Confeso con un nudo en la garganta, aun esta mañana tenía la esperanza de que el apareciera o un mensaje llegara.

Bebió el ultimo trago de vino que tenía en su copa, antes de dejarla en la mesa en el centro de la sala, Robin dejo salir un largo suspiro.

—¿Has hablado con él? — Taehyung negó en respuesta a Robin —, ¿Él no te ha llamado?

Alzo los hombros.

—Apague el teléfono desde el mediodía, tal vez lo hizo, tal vez no, no quiero saberlo.

—Haces bien — soltó Jake, había estado callado un buen rato.

—Jake— reclamo Robin—. ¿Por qué no le llamas?

—No quiero hacerlo —admitió—, tal vez este muy ocupado, debe ser importante a donde sea que haya ido.

—Debe serlo, que dejarte solo en tu cumpleaños, que regalo tan considerado de su parte — intervino Jake con sarcasmo.

—Jake— vuelve a reclamar Robin.

—Yo solo digo que es un idiota, debe de estar disfrutando su día en alguna parte del mundo con quien sabe quien, mientras Taehyung ha estado triste todo el día.

Taehyung ve como Robin le lanza un cojín que llega hasta Jake, estampándose en su rostro.

—Oye...

—Taehyung necesita de nosotros, no que estes diciendo que lo esta engañando.

—Yo jamás lo dije, tú lo acabas de decir — reclamo Jake .

Robin mira con culpa a Taehyung, siente como si hubiese recibido un golpe en su estómago.

—Sería imposible que Jungkook lo hiciera.

Una boda en San Valentín  | Taekook ° KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora