Estaba agotado luego de viajar más de catorce horas, lo único que quiere hacer es cerrar los ojos y sentir como su cuerpo descansa por fin en medio de un poco de tranquilidad, podría quedarse dormido el resto de la tarde, y tal vez toda la noche.
Intento revisar su teléfono, pero la señala era un asco en momentos aparecía y al otro estaba completamente alejado del mundo.
Ve a Jungkook entrar luego de unos minutos, es la primera vez que están solos sin ninguna persona rodeándolos desde que salieron de casa. Taehyung lo observa en silencio dejar sus cosas al lado de donde el mismo las ha puesto, y él también tiene el mismo objetivo que él, dejarse caer en la cama, quedando a solo unos centímetros de distancia de su rostro, cerro los ojos y soltó un largo suspiro, uno que dejo sin aliento a Taehyung.
No aparto la vista de su rostro, por un momento creyó que Jungkook sí que se había quedado dormido, todo el viaje se la paso en su Tablet revisando documentos, lo que agradeció un poco, se mantenía ocupado mientras en la mente de él, comenzaba a darle vueltas una vez tras otra, repitiéndose en bucle la conversación que había escuchado con su secretario.
Agradecía que al menos uno de sus escenarios en la mente en donde el avión se caía en medio del océano no sucedió, y al menos eso parecía estar bien.
Jungkook abre solo un par de segundos ojos, antes de volverlos a cerrar.
—Pensé que estabas dormido — le dijo en voz baja.
—Es lo que más quiero — dijo apenas haciendo ruido al hablar—, pero solo tenemos media hora.
—¿Media hora? — pregunto de lo más tranquilo, no quería pensar en el tiempo—. ¿Media hora para qué?
—La cena de Jimin, ¿lo olvidas?
—Estoy seguro que si nos perdemos media hora no se molestará.
—Uy... ¿Estás seguro?
—Afrontare las consecuencias, lo conozco desde hace años.
Jungkook suelta una pequeña risita, con la poca fuerza que tiene se acerca a Taehyung, terminando con toda la distancia entre ellos, rodeándolo con uno de sus brazos.
—Haremos que funcione, Kim.
Está a punto de responder, pero el sueño y el cansancio es más fuerte, y de pronto solo se pierde.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando abre los ojos, es porque la luz del cuarto da directo a su rostro, algo que en lo que Jungkook no tiene tacto, piensa mentalmente en una venganza a la mañana siguiente, porque en ese segundo que está a punto de quejarse, lo detiene su primer pensamiento:
—¿Qué hora es?
Dice asustado, intentado llegar a su teléfono, pero sus movimientos son temblorosos y torpes.
