Dieciocho: Una boda llena de verdades

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—Lo siento, lo siento.

Entro diciendo Taehyung a la habitación donde estaba Jimin, ya casi era medio día, dos horas más tarde de lo que había prometido.

Su respiración estaba agitada, las piernas le temblaban que con dificultad podía mantenerse de pie, con un poco de suerte podría decir que tenía quince minutos de haberse levantado, y tomar una ducha, su cabello aun escurría por su rostro.

—Llegas cuatro horas tardes.

La voz de Jimin es dura, trago saliva y se maldijo, no quería corregirle que solo eran dos horas solo porque era el día de su bosa, además está seguro que si él no se hubiera desvelado, habría estado a tiempo.

—Lo siento, lo siento.

Volvió a repetir, Jimin dejo salir un suspiro, y regreso a prestarle atención a la chica que estaba a su lado poniéndole una mascarilla en el rostro.

—No importa, la verdad hace unos minutos termine de desayunar, al menos te hubieras detenido a cubrir eso.

Señala el inicio de su pecho descubierto, las mejillas de Taehyung se incendiaron, se giró intentando buscar un espejo, de las prisas seguro no se había dado cuenta.

—Mierda, lo voy a matar.

—¿Fue una noche divertida?

Ambos sueltan una risa, Taehyung se muere de ganas de contarle, de decirle lo que había pasado anoche, incluso ocultarlo de Jimin es un poco imposible, cuando en más de una ocasión lo encontró sonriendo como tonto sin razón alguna o con la mente perdida en cualquier otro lado, pero hoy no habría momento adecuado, era su día especial, se lo contaría al día siguiente antes de partir del hotel.

El tiempo corría tan de prisa, sin darse cuenta de pronto ya eran las cuatro de la tarde, afuera los autos comenzaban a llegar más y más, las sillas donde se llevaría la ceremonia podían verse desde el balcón.

Taehyung se giró a ver a Jimin en el momento en que la puerta de su habitación se abrió, se quedo sin palabras al primer segundo.

—¿Qué te parece?

Vestía un traje color hueso, adornado de pequeñas perlas y piedras brillaste en las mangas del saco y en parte inferior delantera y trasera del saco.

—Es hermoso — le responde—. Te ves realmente bien.

—¿Crees que le guste a Paolo?

—Completamente y si dice que no, te aseguro que tendrá un enemigo.

El otro se ríe al escucharlo, aunque sus ojos comienzan a aguarse un poco e intenta parpadear con rapidez, impidiendo que las lágrimas salgan, no estaba seguro de poder controlarlo cuando estuviera abajo, en medio de la ceremonia.

—Estoy muy feliz por ti, de verdad Jimin.

Taehyung lo atrae hacia él, envolviéndolo en un abrazo, podía notar como sus nervios se intensificaban y su respiración se volvía más lenta.

—¿Aun me ayudarías a escapar por la ventana?

Taehyung se ríe ante su broma, mientras se aparta y lo ve a los ojos.

—Podemos hacerlo, incluso conseguiré un par de boletos para salir de Italia si también lo quieres, y le pediré a Seokjin y Jungkook que entretengan a los invitados.

—Se vengarían contra ellos cuando se enteren.

—Son demasiado fuertes, no podrán con ellos.

La última vez que habían estado en una situación similar, había sido en su boda cancelada con Yoonkyung.

Una boda en San Valentín  | Taekook ° KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora