Cassandra

Enlazamos cosas

No creo que la definición de relajado sea o signifique estar atado manos y pies contra un árbol. Ahora mismo, esa es la definición de relajado para Colin, que la verdad es que ante una situación de pánico lo que ha decidido hacer ha sido dormirse.
Ante su defensa diré que antes de entrar en pánico ya estaba dormido, más bien desmayado, pero según su diccionario personal es lo mismo.
Pues eso, que en esas nos encontramos ahora.
Calem no duerme, imposible, había sido así desde niño. Siembre que estaba en peligro o se sentía en peligro no podía dormir, ni relajarse, ni dejar de escuchar todo lo que pase a su alrededor.
Ahora mismo observa, desde el otro lado del árbol donde Colin está apoyado, la situación. Los cazadores, jinetes de dragones o espías que los han sorprendido van con antifaces negros y ropas de color, no rojo, más bien granate. Si entre ellos había chicas y chicos no lo parecía, todos ellos parecían iguales.
La razón por la que estaban allí no la sabía aún, pero quizás si escuchaba más... Otra cosa que era completamente imposible, porque si hablaban solo lo hacían en susurros.

Ese sitio era muy extraño, muy silencioso, muy incómodo.
Si se caía una hoja, se oía a kilómetros.

Ahora que Calem ha esperado, la verdad es que no sabe cuánto ha esperado, se ha cansado de esperar. Algo habrá que hacer, pensaba mientras miraba hacia donde estaba su espada.

Necesitaba una idea, un plan, una locura, necesitaba a Colin. Madre mía, nunca pensó que en una situación de pánico su única opción fuese necesitar a Colin. Pues si lo era, porque ahora mismo veía muy negras sus posibilidades sin un plan disparatado que él no tenía la capacidad de pensar.
Ahora el problema dentro del problema, Colin está dormido. Había pasado más veces, una cosa extraña, pero siempre que les secuestraban (que no se asuste, no han sido muchas veces) él se quedaba dormido y le dejaba a Calem el marrón de salvarles. Siempre que él abría el ojo, ya estaban fuera de peligro.
Pues tenía que deshacerse de la idea de necesitar a Colin, no le podía necesitar a Colin, solo estaba él.

A ver, mira a la derecha, nada interesante, a la izquierda, nada interesante, en frente, nada interesante.
Esto parece un callejón sin salida.
Al parecer, el mejor plan que a Calem se le ocurrió fue ver pasar el tiempo, no hacer nada, ver que ocurre.

Y ocurrió algo de lo más interesante, todas las personas vestidas de granate y con antifaces empezaron a marcharse.

¿Marcharse?
¿Porque se marcharían?
Igualmente, se iban. Eso era buena señal para poder despertar a Colin.

Esperó hasta no ver a nadie en su radio de visión.
Al estar solos, únicamente habló:

- ¡Colin! ¡Despierta! -No gritó ni usó su tono normal, lo hizo como pudo para que él le oyese pero sin que oyese nadie más. -¡Por favor, despierta! Te necesito para salir de aquí. -Colin no decía nada, y Calem no podía verle así que no sabía como estaba. -¡Colin! -Entonces Colin se descubrió y soltó una pequeña risa que le delató. -¡Colin! Como te estés burlando de mí...

- Bueno, dicho así suena cruel. -Contestó. -Pero llevo desde la primera vez que me lo has dicho despierto.

- Prometo que te arrancaré la cabeza cuando me desate.

- Bueno, pues correré. -Calem rezaba para no perder los nervios y Colin se reía. -Vale, ya está, perdona. -Paró de reír y Calem esperó a ver que hacía él. -Por desgracia se han llevado mi espada.

- Y la mía, y el arco también.

- Pero no se han llevado esto... -Calme esperó oir el sonido de un filo, pero no escucho nada. -Un momento. -Colin rebuscó en su bota y al fin sacó un cuchillo, su cuchillo. -Aquí esta. Siempre bien escondido.

- ¡Eres un genio! Rápido. -Colin cortó sus cuerdas para pasar a cortar las de Calem.

Volvió a meter el cuchillo en la bota y observó como Calem casi se le tira encima por la innecesaria broma anterior.

Cuando por fin consiguió quitárselo de encima, Colin camino un poco para ver si veía a alguien de los de rojo pero nada.

- No lo entiendo, ¿Por qué nos han dejado?

- No lo se pero, no creerían que fuésemos una amenaza.

- Ya y entonces ¿Por qué nos cogieron?

Preguntas sin respuesta que nadie conocía y no podían perseguir a los o las de rojo (granate) porque iban en dirección contraria.

- Tenemos que continuar. Kiriam se habrá enfadado mucho por lo de Pol y Cassandra se habrá enterado. La guerra es inminente. -Anunció Calem.

- Pues sigamos, ¿no? -Colin empezó a caminar, pero algo en el suelo le hizo parar de caminar (nada, dos pasos) y volver a girarse al árbol donde hace cinco minutos estuvieron atados. -Calem, mira esto. -Él también se giró para mirar.

Colin había descubierto sangre donde ellos habían estado atados, en el suelo y en el árbol.
Pero, ninguno de ellos había sangrado (y lo comprobaron). Alguien más ha debido de estar en la misma posición que ellos, alguien más ¿quién?

- O, por todos los dioses. -Anunció Colin encantado de tener la solución. -¡Seguro que es de Pol! -Ahora lo repitió en un tono de miedo. -Es de Pol.

- Han sido ellos los que le han secuestrado. -Dijo Calem enfadado. -Puede que esa sea la causa que atarnos, puede que pensasen que íbamos a buscarle.

- Todo encaja muy bien. -Dijo Colin. -¿Qué hacemos entonces? -Calem pensó un momento. -¿Cassandra o Pol?

- No lo se. -Anunció confuso.

- Creo que tengo la solución. -Dijo Colin acercándose a Calem. -Queremos saber la historia, ¿verdad? Quien la sabe, Cassandra y Pol.

- No entiendo.

- A donde quiero ir a parar es, que si yo voy a ver a Cassandra y tu salvas a Pol ambos sabremos qué ha pasado en realidad y podremos intentar arreglar esto.

- Entonces separarnos.

- Si. -Acabó Colin. -Y estaremos bien.

- Más te vale, porque si no te mataré yo mismo. -Calem se rio un poco y Colin también. -Te deseo suerte.

- Más te deseo yo a ti. -Le dijo Colin. -¡Propongo una carrera!

- Me parece bien. ¿Quién consigue antes la verdad?

- Y empieza ¡ya! -Colin corrió en dirección al castillo de Casandra, pero Calem no se movió de allí.

Sabía muy bien porque había decidido competir: no le gustan las despedidas y solamente quería marcharse. A él tampoco, era un favor que le hacía.

Ahora la historia es más confusa. Quien quiera que sea esa gente también quiere algo de Pol o ayudan a Cassandra. Todo el mundo quiere algo de alguien y todo el mundo tiene secretos.

Este mundo es muy frustrante, por no mencionar lo de los dragones, que sigue sin resolver.

Calem se levantó y caminó en dirección a los hombres o mujeres de rojo (granate) para intentar poner un fin a esta locura de mundo.

Al final, supongo que nunca dejará de ser una locura porque cuando este secreto salga a la luz, otro querrá ser descubierto.