• ꌚ꓅ꍟ꒓ꍟꆂ ꁍꐇꐟ • // [Alastor x Male Reader]

• 19. | Lucifer •

— ¡CHARLIE! —.

— H-Hola pa'--... —.

La rubia se vio interrumpida por su progenitor, quien le dió un gran abrazo con mucho amor, dejándola sin aire.

— ¡Estoy tan contento de verte! Ñañaña~ —.

— S-Si, e-estoy contenta de verte i-igual... — Rompió el abrazo de su padre y dió una gran bocanada de aire para luego carraspear un poco. — Bienvenido... ¡Al gran Hotel Hazbin! — .

Algunos de los integrantes lanzaron unas cuantas serpentinas baratas en lo que el monarca se adentraba al lugar.

— ¿Cómo está gordito KeeKee?~ — Los ojos de Lucifer brillaron al toparse con la gatita cíclope.

_______ observaba con curiosidad al Rey desde el segundo piso. Se lo imaginaba mas alto y de carácter difícil; pero parecía ser todo lo contrario, se veía adorable.

Quizás podría aprovecharse de eso...

— Razzel. Dazzel. Ratatatata~ — Tarareó contentó mientras daba una vuelta junto con las cabras mencionadas. — ¡Aww! Siguen igual de chiquitos. ¡No han crecido nada! Díganme, ¿Están cuidando a mi princesita?~ Más les vale... — Advirtió "sombrío" mientras terminaba de acariciar a las cabritas y soltaba una que otra risita.

— ¡Wow! ¡Este hotel está--! — El monarca empezó a analizar detalladamente el living mientras trataba de disimular su mueca de disgusto. — Ehh... Ajá... Está interesante. — Alzó los hombros tratando de buscarle algo bueno. — Tiene mucho caracter... ¡CARAJO!... —.

Pero termino encontrando todo lo contrario.

— ¡¿QUÉ HORRIBLE MALDICIÓN DEL DIABLO ES ESA?! — Señaló la cantina mientras ponía una cara de asco.

El pelinegro se tapó la boca para evitar soltar un "Confirmo" delante de todos; razón no le faltaba a Lucifer.

— Quisimos hacer unas renovaciones. Faltaba un toqué de color, ¿No crees? —.

— ¿Y tú eres...? —.

— ¡Alastor! Es un gusto conocerlo señor, estoy encantado. — El ciervo agitó de forma brusca el bastón de Lucifer en forma de "saludo" para después limpiarse la mano con descaro. — ¡Por fin conozco la cara el famoso soberano! Pero... Eres mucho más chaparrito de lo que esperaba. —.

— ¿Quién es este? ¿Qué hace aquí? ¿Es el botones? —.

— ¡Ajá! ¡No! Soy el gran anfitrión del hotel. Quizás oíste mi programa de radio, estuvo al aire. —.

— Hmm ¡No! Veo que Charlie no tenía más presupuesto para contratar gente. ¡Jajaja! — Codeo a su hija.

— ¡Jajaja! De hecho yo me ofrecí para el cargo. — Contraatacó el pelirrojo.

— ¡Jajaja! Ya veo porque fracaso. —.

— ¡JAJA! Jodete. —.

— ¡En fin! ¡Muy bien! Sigamos... — Intervino Charlie para evitar una posible dispuesta entre su socio de negocios y su padre.

Luego la rubia empezó a arrastrar a su papá para enseñarle el restó del living. La cara de Lucifer era todo poema cada vez que su hija mencionaba a Alastor.