Capítulo 3

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—Entonces ¿Me dirás?

Me da una mirada juguetona y pone sus manos en la espalda dando una vuelta alrededor de mi —No

—Sabes, pienso que no eres rebelde, solo difícil de comprender

Aplaude y mira al cielo con un sonrisa en sus labios —¡Al fin!— se acerca aún con sus manos en la espalda y aunque retrocedo termino acorralado por su cercanía y la pared detrás de mi espalda —¿Sabes por qué?

Trago saliva —Tambien difícil de descifrar— ahi momentos en los que pienso que le atraigo y otras en la que solo soy un juego con el cual divertirse

Hace un puchero y se aleja colocando sus manos detrás de su cabeza —Sabes, los hombres son más difíciles de descifrar...— alza la mirada y arruga el entrecejo confundida —¿Dónde estamos?

—Pense que después de la conmoción de ayer querías relajarte y que mejor lugar que el parque de diversiones— sus ojos se iluminan y entra olvidándose completamente de mi

Es a lo que me refería

Llego a su lado y reviso el folleto mientras ella mira todo dando vueltas como si fuese la primera vez que visita uno —Tengo marcados varios juegos que no alterarían tus emociones

—Eres el niñero del bebe— señala su vientre —No el mío

Ajusto mis lentes, no puedo creer que siga con eso —Entonces mientras el bebe este en tu vientre, yo cuidaré de ti— culmino golpeando suavemente su frente con el lápiz, me mira mal y la ignoro pensando con cual juego empezar

Suspiro al no verla a mi lado, seguro está detrás haciendo esas muecas extrañas cuando algo no le gusta —¿Te parece si empezamos con...— dudo en decir el nombre original, recuerdo cuando me hizo un escándalo por no reconocerlos por sus nombres originales sino por su forma, aunque me beneficia porque soy malo con los nombres —las tazas giratorias?— que ridículo se escucho eso

Miro sobre mi hombro y bufo al no verla ¿Dónde se metió?

—¡Vuela en alta mar!

Sigo el grito y me horrorizo al verla sentada en el juego que ella siempre llama “El barco”, solo subí una vez y sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo

—¡Takia, bájate de ahí!¡No te hará bien!

Me saluda descaradamente con la mano mostrando una sonrisa —¡Qué pena! ¡Ya empezó!

Veo el juego moverse y volteo la mirada. Siento como si estuviese allí, pasando la película más terrorífica de mi vida

Me dan arcadas de solo recordar lo mal que la pase en ese juego, pero por sus gritos se que se está divirtiendo

Cuando el juego se detuvo ella no dudo en ir a los más peligrosos, según mi parecer, y por más que le expliqué que no le haría bien lograba la manera escapar. Resignado me siento en un banco, vine para que se divierta después de todo

Frunzo el ceño al sentir una mirada penetrante, como si alguien estuviera frente a mí y sin quitar su mirada de mi rostro. Abro lentamente los ojos encontrando a una curiosa y confusa Katia, no aparto el rostro y le sostengo la mirada.

Sus ojos marrones brillan como si fuesen lindos diamantes, sus mejillas un poco rosadas y aquel rostro angelical que parece que es el ser más tranquilo y hermoso de la tierra. Quizás tranquila no, sus locuras suelen sobrepasar los límites

Aunque mi burbuja se rompe cuando me jala el cabello —No te estás divirtiendo— queja haciendo un puchero 

—Es porque lo que a ti te gusta a mí me asusta

Ella niega y se sienta a mi lado —Solo eres un miedoso

—Precavido— corrigo —Y estás embarazada, no deberías...

—Solo tengo una semana ¿De acuerdo? Todavía es un frijol. Habrá un momento que de verdad no podré subirme a esos juegos, es mejor disfrutar mientras pueda

Suspiro —Vale

—Y tu también deberías divertirte

No me deja reaccionar y me jala, intento soltarme pero parece tener más fuerza o solo es mi miedo de lastimarla

Alzo la mirada y me desespero cuando veo que es el único juego al que aún no se sube

La montaña rusa

Veo como baja a una velocidad impresionante y los gritos de las personas solo aumentan mi miedo

—Takia, suéltame. No me subiré a esa cosa

No me responde y vuelvo a jalar mi mano pero pienso en los problemas que causaría si ella se llegase a caer, con lo rencorosa que es, cualquier daño no me lo perdonaría ni muerta

Reacciono cuando algo me presiona y ya estoy sentado en el juego

—Takia— comento entre dientes queriendo quitarme el seguro —No quiero

Sonríe victoriosa —Ya es tarde

Y el juego se mueve dándole fuerza a sus palabras, cierro mis ojos y pienso en películas, libros, en mi novia y todo para no pensar en los miedos que me produce la altura

De repente siento como si se estuviera deteniendo

—Abre los ojos

—¿Ya terminó?

—Si, ábrelos— insiste

Creyéndole abro los ojos y me doy cuenta de la mentira en que caí, los voy a cerrar pero toma mi rostro entre sus manos y me hace mirarla

Es raro siento que me voy a caer de lado

—Me mentiste— reclamo enojado pero ella sonríe y despeina mi cabello

—Haz escuchado eso de que la vida es como una montaña rusa— asiento y me quita los lentes —Entonces, ¡Abre los ojos y disfruta de la vida!

Miro alfrente y respiro preparándome para lo que viene

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