Capítulo 5

29 7 15
                                    

Acomodo mi corbata pero hago una mueca disgustado, la desbarato y la vuelvo armar obteniendo el mismo resultado

—¡Agh!, ¿Por qué es tan difícil?— por el espejo veo como Takia está aún con su pijama de ositos y chequeando quien sabe que en mi teléfono. Desde temprano invadió mi habitación y me extraña que no se haya alistado para ir al colegio

—¡Estúpido avatar!— que culpa tiene el juego, cuando es ella que no lo sabe manejar

—¿No piensas ir al colegio?— bufo dejando de acomodar la corbata, sigo obteniendo ese resultado desastroso

—No— contesta simple sin quitar la mirada del teléfono

—¿Por qué no?— hace una mueca —Este es tu último año, deberías asistir— recuerdo su pequeño problema —Sin importar que

—Lo olvidaste— la miro y ella se sienta para cruzarse de brazos esperando mi respuesta

—¿Olvidar qué?— frunce el ceño y se vuelve a acostar esta vez boca abajo, ni para que preguntar es obvio que no me va a responder. No creo que en el instituto se enojen porque asista en pijama

—Juras honrar tu patria, si juro. Juras defenderla, si juro...— tomo mi maleta mirándola confundido, ¿Por qué está recitando el juramento?. Y como si la vida respondiera mis preguntas mi mirada se posa en el cuadro que tengo en el escritorio

Niego sonriendo, ¿Tanto le costaba decirme aquello? —Me sigo preguntando porque a ti te subieron de año y a mí no

Se levanta y deja el móvil en mi mano —Porque soy más inteligente que tú— se mofa

Veo que alza sus manos, específicamente en dirección a mi cuello y me alejo desconcertado —¿Qué haces?

—Quedate quieto— vuelve a hacer lo mismo y siento mi piel erizarse cuando el calor de su piel hace contacto con la mía apesar de la tela, no es la primera vez. Entonces ¿Por qué me siento de esta manera? En qué estoy pensando tengo novia —Listo

—¿Ah?

—No pensabas ir con la corbata así, tendrías que dar diez vueltas alrededor de esa enorme cancha

—No eran cinco

—Y cien por retraso

Miro la hora y mierda llegaré tarde

Bajo corriendo las escaleras y cojo el primer taxi que veo. Cuando me bajo frente al instituto recibo una llamada de su parte

—De nada— cuelga sin dejarme preguntar que es lo que tengo que agradecer

—¡Allan! Ese milagro— elevo la ceja sin comprender a William, mi mejor amigo —Siempre llegas a cinco minutos antes de cerrar la puerta, rompiste record viente minutos antes es un buen comienzo de año

Le doy vuelta al teléfono y veo un papelito

*No es bueno llegar tarde el primer día de clases ;)*

Está niña

—¿Por qué sonríes?

Guardo el papel en mi bolsillo —Por nada y que tal tu visita en Australia— cambio de tema

—Fue la mejor experiencia de mi vida, excepto por el elefante bebe que me persiguió y el canguro que me vio como una amenaza, de ahí todo fue maravilloso. Deberías visitarla algún día

—Quizas— a Takia le encantan los animales seguro si le hablo de ello querrá hacer lo imposible con tal de ir... Espera, no debería pensar en ella. Concéntrate Allan

16 Meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora