Capítulo 10

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4 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒̇𝑠

✦Narrador✦

Una chica pelinegra tecleaba en la laptop y de a ratos mirada de reojo a la pequeña niña que miraba con asombro como su madre movía los dedos en el teclado y después escribía algo en el cuaderno que le parecían ser muchas letras. Se imaginaba a ella de grande y anhelaba ser como su mamá

—Kairy— ella se levanto rápidamente esperando que su mamá le pida como ayuda usar el monitor —¿Tienes hambre?

Comida, eso le pareció mucho mejor y asintió moviendo la cabeza —¡Mucha!

Su madre se quitó los audífonos, apago el aparato y cerró el cuaderno —Eres muy glotona, hace unos minutos comimos fruta— eso fue una queja y el puchero que le dedico la mayor hizo reír a la niña —Pediré pizza

—¡No! Quiero que tú cocines mami

La chica se tenso y miro insegura a su hija —Kairy no creo que…

Junto sus manitos y suplico con la mirada —Por favorcito

En eso la puerta principal se abrió y por el grito que pegó aquella persona dedujeron quién era

—¡Llegué familia!

La niña fue la primera en lanzarse a sus brazos, y por la debilidad que le provoca el cansancio, cayó al suelo con la niña encima —Pequeña revoltosa— la pelinegra miraba la escena con una sonrisa recordando las veces que se lanzó a su padre siempre que regresaba del trabajo a pesar de lo mucho que a su padre le molestaba pero en el fondo ella sabía que le encantaba ser recibido por un abrazo de su hija

—¡Tía!

—¡Qué soy tu papá!— le reclamo la chica debajo de ella

—Vas a confundir a la niña— la pelinegra se cruzo de brazos sin intención de ayudarla

—No pareces uno— dijo Kairy ladeando la cabeza

—El hombre de la casa trabaja— empezó quitando a la niña para poder levantarse —Y yo trabajo

—Mami también, entonces ¿Es un hombre?

La chica empezó a reír por la ocurrencia de la niña mientras la madre de ella la miraba molesta por no ser clara en sus palabras

—No le hagas caso— camino a la cocina y abrió el refrigerador para sacar algunos ingredientes —Tu tía siempre ha estado loca— la chica la miró ofendida —Cuando nos mudamos aquí, lo primero que hizo fue bailar con un stripper

En un acto reflejo cubrió los oídos de la niña y miro de manera acusadora a su amiga —Oye, hay niños

Se encogió de hombros —¿Qué tiene? Es muy pequeña para conocer el terminó y además— sonrió coqueta —“Solo son chicos atractivos que bailan y muy bien”— repitió la misma frase que su amiga le dijo ese día —Y es incapaz de soltar— señalo con la espátula su cuello, la amiga sonrojada trató de ocultarlo con el cuello de su camisa y camino decidida hacia la pelinegra quién sacaba la carne del sartén

—Habla quién amaba a un chico pero se embarazo de otro— de la impresión tocó el sartén caliente con la mano y lo soltó disimuladamente para después mojar la mano afectada —¿No? Takia

Se voltea enfrentándola —Estaba ebria

—Pues yo también

La niña noto la tensión de ambas chicas y se asustó al verlas a ambas con intenciones de saltarle a la otra. Solo están estresadas pensó mientras las observaba

—Al menos no llevo enamorada del mismo chico durante varios años y que eligió a otra sobre mi

Apretó los labios sin saber que decir, el novio de su amiga con solo escuchar a Kameth es capaz de atravesar el mundo y con ello que dejo de bailar aunque ella no se lo pidió

—Si, es verdad— soltó rendida —El amaba a otra, que bueno que tú a la primera encontraste a alguien que comparte tus sentimientos— Kameth se dio cuenta de sus palabras, sabía lo mucho que le dolía a su amiga ese suceso. Lo que empezó en un juego terminó con una herida abierta

Takia se fue dejándola con la palabra en la boca

—Takia, espera

Ambas adultas desaparecieron lo que dio luz verde a la niña de acercarse a la cocina y mirar con entusiasmo lo que había preparado su mamá, unos canelones y solo para ella; pensó mientras se llevaba una porción a la boca

Kameth al entrar a la habitación vio a Takia sentada en la cama y pensativa, sin ningún rastro de enojó en su expresión pero aún así sentía que debía disculparse

—Takia yo no quería…

—Cierra la puerta

Se sorprendió por la petición pero aún así lo hizo

—Te recuerdo que tengo novio— advirtió Kameth con una sonrisa

—¿Qué? Yo trato de ser sería y tú sales con eso

Sonrío con picardía —Aunque— camino lentamente hacia ella —Como eres mi amiga puedo hacer una excepción

—Necesito un chico— soltó de repente sorprendiendo a su amiga —O una chica no se

—Bueno yo y Demian tenemos libres los sábados

Takia negó —Necesito a alguien que esté libre todas las horas del día…

—Ya entendí— Takia arqueo una ceja —Quieres una cita

Hizo una mueca y negó rápidamente —Eso no, quiero una niñera

—Que aburrida— se sentó a un lado de ella —¿Y eso por qué?

—La universidad es compleja, y las actividades son cada vez más fuertes y quiero a alguien que las cuide mientras este martirio termine. Habrán momentos que tendré que quedarme en las habitaciones de la universidad debido a que en la biblioteca esta todo el material. Tú llegas tarde del trabajo y ya sabemos como terminó la vez que Demian las cuido

Kameth limpio una lágrima falsa —Pobrecito mi novio, me lo dejaron traumado

Takia negó sonriendo —Es punto es que quiero que vivan su niñez, no encerradas solas en una casa o aburriéndose en una biblioteca. Por eso necesito a una persona con experiencia para que no le hagan lo que le hicieron a Demian pero que tampoco apague esa chispa llena de energía que llevan. Tu eres buena eligiendo gente— sonrió recordando lo que le dijo hace años —Eres psicóloga

Kameth se levantó entusiasmada —Bueno elegiré a alguien que cuide a tus hijas y que sea lo suficientemente bueno y te enamores del él

Hizo un expresión aburrida —Y dale con eso— en eso recordó algo —Cinco meses

—¿Qué?

—Solo necesito una niñera…

—Niñero— corrigió su amiga y Takia rodó los ojos

—Solo necesito un niñero por cinco meses

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