Chapter ten

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SENTIR PAZ Y NERVIOSISMO, dos palabras que no suelen ir de la mano, cosas completamente diferentes, significados diferentes y sensaciones diferentes. Pero Antonella sentía ambas.

La noche había sido emocionante. Con solo recordar todo lo que había pasado la noche anterior el corazón de la De Paul empezaba a latir desaforadamente. Sin embargo, el miedo y los nervios la invadían; aquellos pensamientos que se habían formado culpa de las inseguridades del pasado; y si Julián solo la quería para pasar una noche, si él no aceptaba a su hija, el escándalo que se podría generar por un romance.

El tema favorito de las personas era el romance, conocer el porque esas personas se enamoraron, que tenían de especial para cautivar al otro y cómo terminarían. Todas esas cosas les importaba a las personas que pasaban su tiempo leyendo novelas de amor o creando escenarios ficticios.

Julián dormía plácidamente boca abajo, dejando su espalda desnuda a la vista de la mujer, esa espalda que contenía las pruebas de lo sucedido la noche anterior; un rayo de sol se colaba dentro de la habitación y se posaba en la cara del hombre.

Antonella no sabía qué hacer o qué decir, nunca se imaginó encontrándose en esta situación - Ya sé que soy lindo, pero tampoco para que me mires tanto - Dijo el cordobés, asustando a la mujer.

- Me re asustaste, boludo.

El delantero sonrió, estaba despeinado, los ojos más achinados que nunca y una sonrisa que mataba a cualquiera - ¿Cómo dormiste?

- Muy bien, un poco de frío, el aire esta re fuerte, tendríamos que haberlo bajado - Contestó de manera nerviosa, tratando de retrasar la charla.

- Estábamos muy acalorados, ni sentimos el frío del aire - Las palabras de Álvarez hicieron que la capricorniana se sonrojara de la cabeza a los pies, haciéndola sentir como una adolescente en su primera vez - Dios, sos muy linda - El hombre se acercó y colocó su mano en la nuca de la mujer, para poder besarla.

Todas aquellas dudas que se habían instalado en la mente de la bostera desaparecieron, solo podía pensar en la sensación de los labios del chico, en cómo sonrió con brevedad en el beso, de la mano en su nuca y la otra en su muslo.

El beso se estaba empezando a intensificar, hasta que el insistente sonido del celular de Julián los obligó a separarse - Alguien tiene mucha ganas de comunicarse con vos.

- O tiene muchas ganas de joder - Dijo el jugador algo irritado por la interrupción - Y tenía que ser el infumable de Enzo, el flaco tiene una familia y a la primera persona que le manda un mensaje es a mi, que pibe boludo -  Antonella se limitó a reír, le causaba ternura el enojo del chico - Me mandó como treinta audios, espero que como mínimo se esté por morir.

- "¡ BUEN DÍA, AMIGAZO, AMIGUITO, AMIGO, GENIO, CRACK, ÍDOLO, TITÁN, BESTIA, REY, CAPITÁN DE CORBETA, FACHA, LOCURA,
SUPERHÉROE, TORO, GLADIADOR, PANTERA - La voz del Fernández resonó por toda la habitación, asustado un poco a la pareja - Cuando vuelvas me tenés que contar TODO, crack, viste que yo te dije que a ella no le iba a importar que seas un cara en pausa - Julián apagó el teléfono, se imaginaba que los siguientes audios de su amigo lo iban a re quemar y prefería que su chica no los escuchara.

- El turro este tiene un micrófono en la garganta, no puede hablar gritando todo el tiempo - Se quejó Álvarez.

El hombre guardó su teléfono y se acercó para volver a besar a la diseñadora, pero de repente sintieron como la puerta se abría de par en par. El cordobés tuvo el reflejo de alejarse de Antonella.
En su visón apareció una nena con todos los rulos despeinados, con cara de dormida y con una sonrisa de oreja a oreja.

DAYLIGHT | julián álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora