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✿❯─ꖡ─「⚜𝐂𝐚𝐧𝐝𝐲_𝐜𝐚𝐭⚜」─ꖡ─❮◕✿

Ellos se amaban, su amor era auténtico y puro. Aquel que no era comprendido, aquel que corría el riesgo de ser arruinado por la maldad de otros, pero que se hacía más fuerte cada segundo. Eran el uno para el otro y existían para estar juntos en todas las vidas que hubiesen superando todos los obstáculos, sin embargo algo pasó y ambos fueron separados para siempre. Fueron desterrados y castigados a cumplir una horrible penitencia en el misterioso más allá.

Todo había empezado en una noche se tormenta, típica escena, no, era más que eso.

Un joven delgado, rubio y de ojos claros como el cielo se encontraba de rodillas frente a un lago, a pesar de que llovía él estaba ahí, solitario y con la mirada perdida entre el caer de las gotas que se mezclaban con las miles que descansaban en el lago.

De sus ojos también caían lágrimas, muchas, y al igual que los truenos su corazón latía con tanta fuerza que hasta dolía. Definitivamente dolía.

X: Quiero olvidar. --Deseaba aquello desde hace dos días, es decir, cuando se enteró de su matrimonio arreglado con un hombre asquerosamente rico-- ¿Por qué las cosas deben ser así?

Hablaba solo, siempre era así ya que no tenía a absolutamente nadie. Pues nadie lo comprendía, era un chico con pensamientos e ideales muy adelantados a su época y todos lo discriminaban por eso, hasta su propia familia.

Beomgyu, era su nombre.

Beomgyu: Alguien sálvame, ¿acaso no hay nadie que tenga piedad de mí? --Sollozó-- Ya no más.

Se refería a que ya no quería más esa vida, lujosa pero vacía, llena de personas que solo anhelaban su riqueza o simplemente que solo lo querían controlar.

Desde que sus padres habían muerto cuando él solo tenia 9 años, sus abuelos habían tomado el control absoluto de su vida. Todos creerían que un príncipe como él viviría la vida deseada, feliz, con miles de riquezas y personas a su disposición siempre, sin embargo la realidad era otra totalmente diferente.

Sus abuelos eran los culpables de su llanto cada noche y ahora eran culpables de que esté allí, bajo la fría lluvia pensando en como acabar con su sufrimiento.

Beomgyu se levantó del suelo y temblando de frío se dirigió hacia el borde del lago. En ese momento él ya había tomado una decisión, estaba decidido a acabar con todo y ya no le importaba nada.

Miró al cielo, miles de gotas cayeron en su rostro haciendo que cerrara los ojos, sonrió un momento recordando los escasos momentos en los que fue feliz y finalmente habló.

Beomgyu: Perdónenme mamá y papá, sé que no estarían felices por lo que voy a hacer. Pero no quiero seguir así. --Habló con la voz quebrada y finalmente pasó sus manos por su cara limpiando sus lágrimas y el agua--

Entonces todo estaba dicho, se quitaría la vida y ya nada importaba. Caminó lentamente hasta que se decidió por saltar, pero una voz interrumpió su decisión.

X: No lo haga.

Beomgyu volteó a ver al dueño de esa vos desconocida y solo observó a un hombre alto, pelinegro y sus ojos eran de un tono sorprendentemente grises. Hermosos.

Beomgyu: ¿Q-Quién es usted?

X: Min Yeonjun.

Beomgyu: ¿Qué dice? --Preguntó confundido, no solo porque no había escuchado bien por el sonido de la lluvia sino también porque creyó escuchar otra cosa--

Yeonjun: Soy Yeonjun. --Beomgyu notó lo nervioso que ese chico misterioso estaba y le causó mucha ternura--

Beomgyu: ¿Qué hace aquí, Yeonjun? --Después de regalarle una pequeña sonrisa desvió su miraba hacia el suelo al recordar lo que estaba por hacer--

𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓 _ 𝚈𝚘𝚘𝚗𝚜𝚎𝚘𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora