5. Primer día

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Pov Chiara.

El primer día siempre era el más tranquilo, sólo presentaciones y reuniones. Richard, quien solía ser el director, se fue tan rápido, que no me dio el tiempo suficiente para ver cómo iba todo. Temprano en la mañana de hoy, él me presentó a esa mujer que me ayudaría en esta difícil tarea. Violeta Hódar. A pesar de su evidente nerviosismo, parecía ser muy competente y trabajadora, por recomendación de Richard, Violeta estaba al tanto de todos los detalles del negocio, como una buena secretaria o brazo derecho. Además de ser una mujer muy atractiva.

La señorita Hódar, como la llamaba, era una hermosa pelirroja de rasgos perfectos, su rostro delgado y bien modelado, su nariz era pequeña y su boca carnosa, pude ver que sus ojos eran cafés. Ella llevaba un justo y moldeado vestido turquesa, destacando sus bellas curvas. Su cabello era rojo, liso, atado por un delicado lazo en la parte de atrás. Su mirada era temerosa y un poco asustadiza. ¿Qué le causa tanto temor? Me pregunto lo que sabía sobre mí. ¡Cielos! Fui tan amable como fuera posible, no es lo que hago normalmente, pero la niña asustadiza merece amabilidad, puesto que sería mi compañera.

Le expliqué la forma en la que yo trabajo, y todo lo que necesitaría en la vida cotidiana, Violeta pareció entender todo perfectamente, señaló algunas de las cosas en su pequeña agenda rosa. Y luego se retiró.

Estudié por el resto del día algunos informes en mi oficina, por cierto todo va bien aquí.

«Pero necesita mejorar», pensé.

Incluso centrándome en los papeles, algo o mejor dicho alguien, me desconcentraba. Desde la noche anterior no puedo sacar a la bailarina de mi cabeza, la imagen de su baile tan sexy penetrada en mis pensamientos.

¡Maldita sea, Chiara! ¿Cómo puedo dejar que una mujer con la cual no intercambié una palabra, intente invadir mi mente tan rápido? Niego con la cabeza, tratando de dispersar la imagen de esa pelirroja bailando de forma sexy para mí. Sí, para mí. Pero era imposible, tenía que verla de nuevo.

Al final de su show me sentí un poco frustrada y me alegra por que no reciba clientes, si ella no recibía a nadie quien le ofreciera dinero, era de buen carácter, es cuando sentí que más quería verla, pero mi voluntad fue rechazada.

- ¿Señora Oliver?. -Oí a alguien que me llamaba, aparté an Isabel de mis pensamientos.

Violeta tímidamente entró en la habitación.

- He traído el café que pidió, está bien caliente. -Dijo poniéndolo a mi lado.

- Gracias, señorita Hodár, ¿podrías decirme si Richard está en la empresa?

Caminó hasta el frente de mi escritorio, con la pequeña bandeja en sus manos.

- Se ha ido señora, la mayoría se ha ido.

La miré un poco confundida, ¿ya todos se iban? ¿Qué hora debería ser? Agarré mi celular buscando la pantalla y pasaban de las 8.

- ¡Oh cielos! Ya pasan de las ocho, ¿Por qué sigues aquí, Hódar?

- Señora, estaba terminando los informes que me pidió.

- Déjalos para mañana, puedes ir a tu casa, olvido las horas a veces. Le pido que me ayude con eso también, o estaremos trabajando toda la noche.

Violeta asintió en silencio, miré a la mujer frente a mí, analizando sigilosamente. Algo sobre ella me era familiar, no sé qué, tal vez era una locura, estaba tan concentrada en la bailarina que la miraba en cada mujer que me parecía atractiva. La chica estaba incómoda bajo mi mirada, así que me detuve rápidamente.

The Stripper - KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora