7. El baile

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Pov Violeta

Después del almuerzo, regresamos a la oficina y nos pasamos toda la tarde alrededor de numerosos documentos y hojas de cálculo. El estar con ella me hacía pensar en cosas que no debía, podría ser una locura de mi parte, pero a veces sentía sus ojos en mí de manera intensa, como Chiara miraría a Isabel. O tal vez fue sólo mi subconsciente de que me ve a mí del mismo modo.

- Podemos darles los planos del año pasado también. -Hablé colocando unos papeles en su escritorio, ya pasaba de las 8 PM.

- Sería una gran idea, ¿no crees?. -Dijo, recogiendo los papeles.

Escuché unos débiles golpes en la puerta, y entonces vi a Paul. Él tenía una mirada seria.

- ¿Violeta, puedo hablar contigo?

Chiara lo miró durante unos segundos y luego a mí.

- Paul...

- Ve y hable con él, señorita Hódar. -Dijo Chiara fríamente.

Cerré mis ojos y salí de la habitación.

- ¿Qué pasó con nuestra cena?. -Preguntó algo molesto.

- Lo siento, pero creo que no podré ir.

Movió la cabeza, poniendo sus manos en su cintura con una expresión irritada.

- Me estás tratando como un estúpido, me plantaste por segunda vez el mismo día.

- ¿Qué quieres que haga? No tengo más remedio. ¿Crees que me gusta trabajar hasta tarde?

- Sabes que tienes la opción de irte, ¿verdad? Esta mujer está mal. ¿Te está explotando?. -Cambió su tono a uno de preocupación.

- Shh ¡Baja la voz! ¿Quieres que escuche? debo hacer mi trabajo. -Le dije molesta.

- ¿Hay algún problema?. -Escuché la voz de Chiara detrás de mí.

- No, señora...

- Señora Oliver, el horario de trabajo es algo inconveniente ¿no cree?. -Paul preguntó desafiandola.

Pude ver las venas de Chiara marcarse y su mandíbula endurecer, tomó una respiración profunda y luego habló.

- Señor Paul, debo informarle que yo soy la presidenta de esta empresa, debido a que no tengo que explicarle los horarios a mi personal. Si está pensando que es tan tarde, ¿por qué sigue aquí?

Ella prácticamente lo azotó, literalmente, no dudaba de que si Paul podría matar con la mirada, seguramente lo habría hecho. Las palabras de Chiara fueron precisas y arrogantes.

- Tiene razón, Señora Oliver, perdone por preguntar.

- No hay problema. Señorita Hódar, tan pronto como termine su conversación, tengo que mostrarle algunos documentos. -Dijo dirigiéndose a mí.

Sólo asentí a la mujer que regresó a su oficina, dejándome en silencio junto a Paul.

- En estos días será imposible, tengo que terminar un balance general con ella hasta el lunes Paul, lo siento.

El chico me miró durante unos segundos y luego llegó a una conclusión.

- Quédate con tu trabajo, buenas noches. -Habló se dio la vuelta y salió.

Si su intención era hacerme sentir mal ¡Felicidades! Lo logró.

Respiré profundamente y regresé a la oficina, encontrándome con la mujer más atractiva que he visto, ya ni siquiera me acordaba de Paul cuando la vi. Ella estaba sentada con su abrigo abierto parcialmente a la altura de los senos, llevaba lentes graduados que probablemente serían de descanso, su cabello estaba amarrado. Tenía una expresión seria con la pila de hojas en su mesa. Sabía que pasar muchas horas con ella era atentar contra mi salud mental.

The Stripper - KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora