#25: Desagrado Y Escape.

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Aquella chica pelirroja de cabello largo que iba corriendo a los brazos del castaño con alegría y fulgor, le daba una gran satisfacción.

El niño pelirrojo corriendo a sus brazos con felicidad, y su esposa besándolo en los labios...

Y luego estaba este escenario del castaño en el trono.

Un parpadeo y ahora estaba bajo la lluvia, en el suelo de un rascacielos y siendo el objetivo de un muchacho pelirrojo con una esfera de poder apunto de terminar con él.

Varios escenarios se revolvieron enfrente de él.

Sus ojos se abrieron rápidamente, su pecho subía y bajaba con tanta rapidez, su frente despegaba gotas de sudor constantes. Aquel techo de madera le hizo cuestionarse a donde se encontraba y ver a la chica pelirroja de cabello corto enfrente de él, le hizo llegar a la realidad de las cosas.

—Peter, ¿Estas bien? Estabas susurrando unas cosas en tu idioma natal... Estabas sudando y luego...—Lara dió un suspiro algo aliviada, que no le duró mucho al ver lo pálido qué se habia puesto su compañero.

Peter tomó la mano de Lara con rapidez y la tocó repetidas veces para asegurarse de que no estaba soñando y luego la miró fijamente. —Tu cabello... Ella era idéntica...—Sacudió su cabeza con rapidez para quitar aquellas ideas locas de su mente—Tuve una pesadilla, perdón por asustarte.

—Debió ser una terrible pesadilla... Tan solo mirate—Susurró Lara con algo de preocupación.

Peter se sentó en la cama y su cabeza fue a parar en el vientre de Lara con algo de cansancio—Fue una terrible pesadilla... De pronto tu y Sebastian estaban casados... Alguien me asesinaba... Sucedieron varias cosas de las que no me acuerdo aún— Expresó con una voz apagada.

Lara llevó sus mano a los cabellos de Peter tratando de tranquilizarla y con una voz suave y calmante le dijo—Solo fue una pesadilla, Peter... Al final son solo eso, nada más—Lo tranquilizó Notablemente.

—Eres una de las mejores compañías que tengo sin duda... No quiero que nada malo te vaya a pasar, eres alguien maravillosa Lara—Extrañado por sus mismas palabras, la abrazó suavemente.

Y es que aquel cariño que tendría por aquella mujer pelirroja ya no era un cariño de amistad, si no de hermandad. Sus lazos habían podido encontrarse a la perfección el uno al otro.

—Yo tampoco quiero que nada malo te pase, principe Peter—

Después de terminar de pronunciar aquella frase, un desgarrador grito se escuchó en la lejanía. Y por la ventana de aquella pequeña cabaña se veía como las personas comenzaban a correr y a gritar con terror.

—¿Que mierda esta pasando?— Preguntó Lara caminando hacia la ventana.

No lo sé, pero sea lo que sea... Tenemos que tener mucho cuidado—Peter dijo mientras que se acercaba a su lado.

Después de unos minutos, se pudo escuchar una explosión que sin duda los dejó sin audición por algunos segundos. Finalmente decidieron salir, sus pies los guiaron uno al otro hacia el bosque.

Antes de decir algo, sintieron como alguien los jalaban hacia unos árboles y tapaban sus bocas con rapidez.

—Quedate quieta y no hables, pequeña—Adam susurró con seriedad sosteniendo a Lara con algo de fuerza.

Una de las manos de Adam había ido sin querer a la cintura de la susodicha, él cual al darse cuenta de aquel detalle apartó su mano rápidamente de su cintura.

𝐓𝐇𝐔𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐒: 𝐿𝑎𝑠 𝐿𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora