Capítulo 11

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Valentina Castillo.

Me sentí consternada, el aire se me fue por algunos segundos sin saber que hacer

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Me sentí consternada, el aire se me fue por algunos segundos sin saber que hacer. Pretendia indagar. En el momento en que leí su mensaje y vi esa foto de paris todo sentimientos de seguridad huyo lejo de mi. Me sentía atrapada e insegura.

Quería acusar a Oliver, quería confrontarlo era como si algo saltara de mi hacia el como un gato agresivo. Sentia como el odio de Dios dentro de mi. Impotencia y rabia, ahora todo se aclaraba como fichas que encajan perfectamente en el marco de un rompecabezas, ahora lo entendía todo.

Sabia que alguien me podia ayudar, ese era mi profesor Ethan, le hice una llamada telefónica y acordamos una cita para esta tarde.

Oliver Davies.

Una llamada urgente acerca del las directiva de la universidad interrumpío los planes que tenía con Valentina.
Era una llamada de un coordinador de la universidad en el cual me hablaba que necesitaba una entrevista urgente conmigo, se trataba de un viaje hacia la capital Canberra en la cual participaremos en una conferencia de física y tecnología. No importa, el hecho es que eso me ocupó y me impedido pasar el tiempo que deseaba con Valentina. Cada vez me sentía mas atraído y obsesionado por ella.

Cuando regrese a casa de mi tia como ya suponía Valentina habia regresado a su casa otra vez entrando en su cueva para ocultarse quizas de mi.

Le envié un mensaje pero no lo respondió.

Subi al cuarto de huesped donde normalmente Me quedo a dormir cuando me quedo donde mi tía y mire por la ventana hacia la habitación de Valentina a ver si estaba ahí, pero tampoco estaba en su cuarto. Es como si Alguien le hubiese advertido de mi presencia.

No hallaba la forma de como decirle lo que había descubierto lo cual también la afectaba a ella y siempre que se lo quería decir algo sucedía, algo se interponía en mi camino.

Espere hasta el almuerzo, mire el celular una vez mas y nada que respondía. Al parecer no quería saber nada de mi. pensé en decirle todo lo que sucedía por medio de un mensaje y así no tendría que buscar mas el lugar y el espacio perfecto, pero si no respondía a un simple saludo, ¿Que me hacia creer que a este "descubrimiento" tan delicado y que al mismo tiempo parecía fantasía, llamaría su valiosa atención ? Rápidamente olvide la idea y me fui a la cama después del almuerzo que me dio la tia marla.

Cuando desperté, Valentina se me había perdido de vista por suerte aún tenía la ubicación de su celular. Entre a la camioneta y abri el portátil y noté que Valentina estaba en un lugar muy poco común para ella, estaba en un reconocido restaurante, eso me preocupaba y mucho. Posiblemente estaba acompañada por alguien mas.

Mire la hora en mi reloj deportivo «5:50 PM» y fui a por la dirección que me indicaba el ordenador, la furgoneta se sentia estable.

«6:02 PM» Estacione la furgoneta una esquina antes del parqueadero del restaurante, para no llamar la atención entre los demás autos.

Baje de la furgoneta, con unos binoculares y me oculte entre dos autos que estaban en el estacionamiento y mire hacia adelante, tenía toda la panorámica del restaurante frente a mis ojos. Podía ver muchas personas sentadas en sus puestos con sus parejas y algunos otros con sus familiares y la temática del lugar era romántica, muy romántico.

Busque a Valentina y la hallé justo a un lado en la pared. Pero quede boquiabierto al ver con quién estaba, un hombre de uno 30 años la acompañaba y vi como le obsequiaba un hermoso oso de peluche, no podía creer lo que estaba viendo. Ese hombre era como su pareja, es raro porque Valentina nunca me comentó acerca de si había alguien en su vida.

Hablaba muy entusiasmado y sonreía con su estupidos anteojos y sus dos estúpidos ojos azules y además Valentina parecía muy feliz desde que la he venido analizando nunca había estado ta feliz como ahora, ni aun cuando estaba conmigo.

Ella le sonríe a el, luego el le devuelve la sonrisa y Valentina empieza a sonrojarse mira hacía su plato, una comida muy fina y se lleva una cucharada a la boca, algun mechon de su corto cabello, negro azulado se va hacia adelante por el movimiento del viento el desconocido que es todo un galán con una mano libre le recoge su oleada de cabello hacia atrás y enseguida aprovecha para palpar la blanca piel de su rostro. Al Diablo.

Me sentí como derrotado como si alguien me hubiera atravesado el pecho con una saeta de punta muy fina y también tenia muchas preguntas. Me preguntaba, ¿Porque no me había dicho que ya estaba saliendo con alguien más? Ahora tenía mucho sentido el hecho de que había ignorado todos mis mensajes. Yo no era importante para ella : esa es la triste respuesta a mi ya patetica pregunta.

Segui viendo por medio de los lentes de mis binoculares y mientras mantenía mi vista fija en saber quien era el desconocido, Vale miro hacia donde estaba y no estoy muy seguro si me vio o si no me vio, en todo caso baje mis binoculares y disimulé un poco ocultandome detras de un auto lujoso color rojo, que estaba a mi lado.

No tenia caso lo que estaba haciendo, no tenía sentido ninguna de mis ideas y era mejor aceptar que Valentina le pertenecí a alguien mas, renunciando a todo los sentimientos que por ella en mi yacían incluyendo el impulso se querer protegerla. mire la hora «6:25 PM»

[...]

Fuí a por la furgoneta y luego entre a un Café-bar. Eran mis últimos dias en Daylesford antes de ir a la capital y al parecer los iba a vivir en completa calma y soledad.

No pedí bebidas alcohólica, pedí un vaso de agua y luego una malteada. No me gusta el despecho y menos cuando solo es producto de mi imaginación, así que el alcohol esa noche no lucía nada agradable para mi. Vi la televisión un rato y luego sali de aquel lugar cuando solo faltaba algunos minutos para las 8:00 PM pensé en dormir temprano.

Esa noche realmente nada era para mi.

Tan solo iba a subir a mi vehículo cuando sentí algunos pasos con botas como cubiertas de cuero detrás mio.
—¡He crío! Te he seguido hasta aqui, no hagas muchas preguntas solo responde las preguntas que te diga.— mire hacia atrás buscando al dueño de aquella voz de tono desafiante y me vi con un sujeto enmascarado con una máscara oscura color azul Turquí  que me transmitió serenidad en ese preciso momento, máscara la cual cubría toda la superficie de su rostro. El resto de su atuendo era negro, tanto sudadera negra con la capucha hasta arriba y pantalón jean color negro.
—¿Y tu?.. ¿Quien eres?— pregunté.
—Yo soy la Umbra.. creador del proyecto Alpha, pero a ti solo te incumbe saber que soy el enemigo de tu enemigo, la sombra de tu sombra, y te he visto a ti Oliver Davies sabiendo que hay en ti algo de talento. Las preguntas las hago yo, ¿Deseas trabajar conmigo Oliver Davies? — termino con voz tenue y serena que me pusieron los vellos de  punta. Asi que le pedí alguna pista para que asi pudiera sentirme menos perdido de lo que ya estaba.
—Dame una razón para creer en ti.
—Diarios, una sociedad de Diarios.
—Aceptó— Respondí. Yo sabía en el fondo que mis ideas no estaban tan descabellada por eso acepté su invitación.

Nunca Escribas un Diario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora