La relación de Mal y Evie no era la misma, aunque Evie había intentado fingir que estaba todo bien para que la boda sea tranquila, todos sabían que nada era igual.
Mal se había ido de luna de miel cuatro meses atrás, cuando la vida de Evie parecía —simulaba— ser la misma de siempre, sin embargo esa misma noche en una fiesta, Carlos, Jay y Uma descubrieron el secreto de su amiga, luego descubrieron a Doug yéndose, y el rumor de que la princesita estaba embarazada se corrió por todo el grupo más rápido que lo que canta un gallo, pero, ellos no lo sabían. Al menos Mal, no. Aunque sabía que Evie ocultaba algo, y sabía que las cosas entre ellas no eran las mismas, por lo que comenzo a escribir sus cartas de disculpas, mientras Evie pensaba una carta para decirle que con diesciocho años, sería tía, a pesar de todo.
Mal volvía en unos días, ella tenía su carta y sin saberlo otra le esperaba en el castillo, mandarse cartas solía ser una cursilería que hacían de pequeñas antes de ir a Auradon. Evie sabía que Mal no reaccionaria como los demás, Jay le grito y después se transformó en un padre cuida, Carlos y Jane estaban encantados y los demás hablaban del bebé. Pero, realmente nadie se preocupa por ella, por ella y que tan aterrada estaba, el parto, un bebé creciendo dentro de ella, su cuerpo, sus pechos iban a ser alimentó de un bebé, nada volvería a ser igual, y por eso la necesitaba.
—Evie, mal te trajo esto.— Sonrió Carlos, ella tomó la carta y suspiró.
Un sobre azul, un papel con letra cursiva, y nada de brillo, se sentó en el sofá y comenzó a leer;
Evie,
Quiero empezar esta carta expresándo cuánto lamento haber mentido. Me pesa mucho haber traicionado tu confianza y haber causado dolor con mis acciones. Reconozco que mi comportamiento estuvo equivocado y que no hay excusa para haber actuado de esa manera.
Siento mucho haber distorsionado la verdad y haber herido tus sentimientos. Sé lo importante que es la honestidad y la lealtad en nuestra amistad, y me arrepiento sinceramente por haber fallado en mantener esos valores.
Me comprometo a ser completamente honesta contigo en adelante y a trabajar en reconstruir la confianza que he perdido. Valoró enormemente nuestra amistad y haré todo lo que esté a mi alcance para enmendar mi error y demostrarte que puedo ser digna de tu amistad.
Espero que puedas perdonarme por mis acciones y que podamos seguir adelante juntas. Tu amistad significa mucho para mí y haré todo lo necesario para merecerla de nuevo.
Con todo mi arrepentimiento y afecto,
Mal.[>>>]
No muy lejos de allí, precisamente en el castillo, Mal se despedía de su esposo, e ingresaba a su habitación, encontrando un sobre violeta, y brillante.
—Evie lo dejo está mañana.
Mal asintió, Lumiere la dejo sola. La peli-morada relamió sus labios y abrió el sobre.
"M,Necesito decirte algo; ¡Estoy embarazada! Sí, ¡es verdad! Y aunque estoy contenta, también estoy aterrada. Y estoy harta, los chicos solo piensan en el bebé y te necesito, quiero que hablemos, y por favor, cuando me veas, abrazame."
Estaban separadas pero ambas estaban igual, llorando, la una por la otra, Mal guardo sus cosas y se fue a la casa de Evie. Sacó sus llaves, abrió la puerta y se dirigió al living.
Evie volteó a mirarla, y al reconocerla se levantó del sillón, para correr unos metros y abrazarla. Mal dejo caer su mochila al piso, y continuo abrazó, no decían nada pero se decían todo, sus ojos llenos de lágrimas y la peli-morada acariciando su cabello.