「Capítulo II」

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Se remueve encantada contra su cama, suspirando pesadamente y abrazándose a una de sus largas almohadas. Hogar dulce hogar. Incluso si disfrutaba salir y pasarse todo el tiempo posible con sus amigas, la verdad es que siempre prefería sobre cualquier cosa estar a su gusto en su casa, su pequeño rincón seguro, su mayor zona de confort.

Masculla por lo bajo cuando se da cuenta de que el gustillo duraría poco, necesitaba un teléfono y lo necesitaba ya, más que nada porque seguramente luego tendría que lidiar con unas Isabela y Honeymaren entrando a lo bruto en su hogar sin permiso ni nada porque incluso si Anna ya les ha llamado para contarles lo que ha pasado, lo más seguro era que si no tenían noticias de ella pronto pensarían que algo horrible le había pasado.

Adoraba a sus amigas, pero esas dos eran unas intensas.

Intento no renegar con su mala suerte y su tontería, se levanta finalmente de la cama y toma todo lo necesario para una buena ducha, que la necesita. El abrigo de su hermana lo deja bien colgado en el armario, junto a todas esas cosillas que siempre se olvida que tiene que regresarle a su hermana —no era culpa suya que Anna siempre encontrara las cosas más cómodas y preciosas mientras que ella siempre terminaba renegando por prendas que le duraban menos de una temporada—, mientras que su vestido y sus tacones —malditos tacones— terminan tirados por algún lado de su habitación.

Suspira pesadamente cuando el agua caliente empieza a recorrerle el cuerpo entero, se remueve gustosa, con una sonrisa de oreja a oreja, deseando que aquel sentimiento durara para toda la vida. Aunque por lo rojiza que se pone su piel decide que lo mejor sería no presionar mucho su suerte con respecto a lo que su sensible piel podría llegar a soportar por demasiado tiempo.

Mérida le había dicho miles de veces que eso de que se paseara desnuda por el lugar cuando terminaba de bañarse era raro de narices, pero siempre desmeritaba sus comentarios, porque para algo era su casa y para algo vivía sola, podía hacer lo que se le viniera en gana dentro de su hogar.

Se seca apresuradamente mientras va mirando que podría ponerse para ir a pillar un nuevo teléfono, mientras va pensando que no tenía realmente nada de ganas pero no era como si tuviera otra alternativa, pero la frustración que sintió en su caminata al no poder tan siquiera ponerse algo de música sabía que no podía autoproclamarse como una de esas personas que podían vivir lejos de la tecnología, no llegaría a decir que está en una situación en la que es adicta a las redes sociales o algo remotamente similar, pero la verdad era que su día a día iba a ser demasiado pesado si no iba de una vez por uno nuevo.

Necesita tomar mucho aire y prepararse mentalmente para que le quede completamente claro que solo está yendo a comprar un móvil. Nada de detenerse a ver que nuevos atuendos podría pillarse —aunque ya viene el cambio de estaciones pero ¡no! Ya tiene muchas cosas que ni siquiera se llegó a poner del año pasado—, nada de detenerse en sus tiendas de maquillaje favoritas —aunque no se le está acabando el labial que tanto le gusta pero ¡no! Aún tiene varios para estrenar, o por lo menos para que duren lo suficiente para otro ocasión— y sobre todo, nada de pasarse por su librería de confianza, aunque había oído maravillas de esa nueva saga de fantasía romántica, no podía seguir ignorando todos esos libros sin empezar que esperaban por ella en su enorme estantería.

Autocontrol. Necesitaba autocontrol, justo como había estado insistiendo toda la mañana con el tema de las salidas a la discoteca y el alcohol. Necesitaba autocontrol.

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Ve las enormes bolsas sobre los cojines de su sofá principal y todo lo que puede hacer es maldecir su falta de autocontrol. Y su abundancia de procrastinación porque se le había ido por completo el día en el centro comercial y quería ir de regreso con su hermana antes de que empezara a anochecer. ¿Cómo se había descontrolado de esa manera? ¿Realmente estaba tan mal con respecto a todos sus gustos —y vicios— que no podía tan siquiera no volverse loca en el momento que ponía un pie en el centro comercial?

Seizing Her [HiccElsa//Mafia Au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora