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Nueve de la noche, me quedaba una hora para salir del hospital e irme, por fin, a mi casa a descansar. Ser enfermera de emergencias es tan ajetreado...

Miro el ordenador y frunzo mis cejas al ver el nombre del paciente. Mierda. ¿Nos ibamos a encontrar al final y al cabo, no? Era inevitable y esta vez no podía hacer nada para evitarlo.

Suspirando, me levanto de mi asiento y abro la puerta:— Han SeoJun, —llamo, sintiendo mi corazón bombear con fuerza— puede pasar.

Entro de nuevo, sentándome en el asiento, detrás del escritorio, ¿si me escondo tras el ordenador, se dará cuenta?

—Dime, SeoJun, ¿qué te sucede? —pregunto, cuando la puerta se cierra tras él.

—Me he descolocado el codo. —suelta, y sé que todavía no me ha visto.

Los nervios que siento ahora son inexplicables, mi pecho sube y baja con cada respiración que tomo y me siento abrumada, pero le tengo que recolocar el codo.

—Siéntate. —le digo, sonando como una orden.

—¿En la cama? —pregunta, y me quedó unos segundos en silencio.

—Donde quiera. —respondo.

Termino por escribir en el ordenador y me pongo de pie, sus ojos encuentran los míos y puede ver el mismo segundo en el que se queda en shock.

—¿Te ha pasado más veces? —él asiente, sin apartar su mirada de la mía— Entonces, sabras que te dolerá que te lo ponga en su sitio, —vuelve a hacer la misma acción, sin hablar— pero después será como si nada hubiera pasado.

—Dios mío, EunJi, colócalo ya. —su voz es un murmuro, y aparta la mirada de mi nada más termina de hablar.

Agarro su brazo con cuidado y me doy cuenta que mis manos tiemblan, agradezco que él no me esté viendo ahora.

Flexiono su brazo, escucho el gruñido que suelta y mis ojos van a su rostro, empiezo a girarle el antebrazo con toda la suavidad que tengo, hasta que la palma de su mano queda hacia arriba.

—Ya queda poco. —le murmuro, porque sé lo mucho que esto puede doler. Es más, no entiendo como no está llorando, la gente que viene con una discolocacion de lo que sea siempre vienen con lágrimas, quejándose de lo mucho que les duele, pero él solo cierra sus ojos con fuerza.

Mantengo la parte superior del brazo para abajo, rodeo mi mano en su muñeca y tiro de ella hacia arriba, hasta que la articulación queda de nuevo en su sitio.

SeoJun suelta un suspiro que suena más como un bufido y yo lo suelto, siento su mirada encima de mi mientras vuelvo a mi asiento, detrás del escritorio.

—Bien, no hagas esfuerzos de agarrar nada con ese brazo por unos días. —le digo, escribiendo en el ordenador— Ya sabes como va por que ya te ha pasado más veces, así que, eso es todo, puedes irte. —finalizo, mirándolo a los ojos.

—¿Por qué nadie me ha dicho que has vuelto? —habla, y siento los nervios a flor de piel. Necesito respirar, tranquilizarme.

—Tengo gente esperando fuera, SeoJun.

Se queda en silencio. Unos segundos tan largos que me parecen minutos. Ni siquiera sé que decir, o como actuar cuando me está mirando así, no tenía ni idea de que nos íbamos a ver tan pronto.

—¿Podemos vernos cuando salgas?

—No. —respondo, tan rápido que parezco un robot.

Me rompió el corazón, me destruyó por dentro, ¿y ahora quería...? ¿Qué quería? ¿Ser mi amigo? Yo no podía ser su amiga, no quería, la sola idea la detesto.

—No, voy a salir con JooKyung. —él sonríe.

Esa sonrisa...

No, no. EunJi, enfócate.

—¿Mañana? —pregunta, y miles de pensamientos pasan por mi cabeza— ¿A qué hora sales? —cuestiona.

Las palabras salen antes de que pueda pensar con claridad:— Diez. —aclaro mi garganta, sintiéndome estúpida— Diez de la noche. —repito— Pero no...

—Te estaré esperando aquí fuera.

Joder.

Estoy a punta de discutir, de decir que no venga porque no quiero ir a ningún sitio con él, pero no puedo. Las palabras no salen de mis labios y, encima, él sale tan rápido que ni siquiera da tiempo a decir "adiós".


Holaa¡

Un reencuentro esperado por nosotros pero inesperado para ellos, jeje.

Tenía pensado en hacer que se sintieran incómodos los dos, sobre todo SeoJun pero bue

Espero que os haya gustado,

Love M 🧡

² Unforgettable  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora