Cap 2

21 5 0
                                    

Se levantó para ir al baño. No pude contener las lágrimas, porque estaba perdiendo a la única mujer que me había amado de una forma incondicional. Estaba perdiendo a mi familia. Todo por un momento de pasión que quedará en mi mente como una de las peores decisiones de mi vida.

_ ¿Cómo estás? – Le pregunté.

_ Bien. Como te decía al inicio, te traje los papeles porque quiero ser yo quien te dé la cara. Si las dos iniciamos esto, las dos lo terminamos. Debemos llegar a un acuerdo por los niños; aunque nuestra relación termine en lo amoroso, no podemos alejarnos porque tenemos dos hijos que necesitan de nosotras.

_ Olit. — La tomé por la mano, ella no puso resistencia y dejó que yo la acariciara. — Te ves hermosa como siempre. No quiero firmar esos papeles; si lo hago, estaría renunciando a ti y no quiero. Me gustaría luchar, me gustaría intentar compensar un poco todo lo malo que te he hecho; sin embargo...

_ Viko, basta. Hemos tenido esta conversación por muchos meses y las cosas no cambian. Mi decisión es definitiva. Ya firmé.

_ Déjame terminar. No pienso insistir más. — Su cara cambió, se le veía triste al escucharme. — No pienses que me he rendido, solo me rindo con tu decisión. Sé que cometí un error y debo aceptar las consecuencias. No pensé en ti, fui egoísta, lo aceptó. Preferí otras cosas, antes de ser sincera, me dejé llevar por el agobio, las discusiones y no quiero ser descarada con lo que diré. Fui consciente cuando lo hice, quizá no de las consecuencias. Te pido perdón, Olit. Jamás fue mi intención lastimarte. Siempre he querido estar contigo. Nunca me he visto con Britt en una relación y ella menos. No te lo dije porque quisiera mentirte, solo que no fue tan importante para mí y sé que suena cínico. Lo sé, lo sé, no me mires así, estoy intentando ser sincera contigo y responsabilizarme de mis decisiones.

Firmaré los papeles. Tú ya eres consciente de esto, yo no, y sé que te duele, pero no te duele más que a mí.

Tomé el folder que estaba a un lado en la mesa del restaurante donde me citó. La miré por última vez, bajé la mirada y respiré de manera profunda. Ella sabía que una vez que yo firmara sería el fin. Saqué una pluma que traía en mi bolso y fui hasta la última hoja, sin leer siquiera lo que decían aquellos documentos.

_ ¿No vas a leer?

_ Lo más importante ya fue dicho. — Firmé los documentos, cerré el folder y se lo entregué.  — Toma, por fin eres libre de mí.

_ Viko...

_ Esto era lo que querías, bueno, ya está hecho. Eres libre.

_ No me hagas ver como la culpable de esto.

_ No he dicho lo contrario y no te culpo, solo digo que ya tienes lo que querías.

_ Te equivocas, esto fue lo que provocaste al acostarte con otra mujer, mientras yo estaba en casa con tus hijos. — Se levantó de la mesa y se disponía a irse cuando se dio media vuelta.
Nos vemos en unos días para modificar las visitas de los niños.

_ Espera, de eso quería hablarte.

_ Dime, tengo una reunión ahorita.

_ Quiero quedarme en casa por un tiempo, pienso adaptar el espacio del garaje para quedarme allí, mientras los niños crecen un poco. Necesito compartir con ellos, prometo no molestarte.

_ ¡No! Eso lo debiste pensar antes de hacer lo que hiciste.

_ ¿Por qué?

_ Es una pésima idea, Viko, necesito tenerte lejos.

_ Olit, tenemos dos hijos y no me puedes mantener lejos si así lo quisieras.

_ Lo sé, desafortunadamente, no puedo.

_ ¡Oye, para! Sé que cometí un error, pero no seas así.

_ Lo siento, Viko, no debí decir algo así, pero entiéndeme. Verte a diario para mí sería doloroso.

_ No vamos a vivir juntas, solo tendré acceso a los niños mientras tú no estás o por las noches, mientras tú haces tus cosas.

_ ¿Te puedo preguntar algo?

_ Sí.

_ ¿Esta idea se te ocurrió ahora o ya lo habías pensado?

_ Ya lo había pensado.

_ Te sientes cómoda al saber que estoy cerca, porque yo no.

_ No creas que es fácil, nada de esto lo es. Estar aquí, firmar los papeles; siento ganas de vomitar, de salir corriendo; sin embargo, tenemos dos hijos que no tienen la culpa de mis malas decisiones y lo último que quiero es perderlos.

_ No los perderás.

_ Claro que sí, no es lo mismo verlos día a día, que verlos una o dos veces a la semana.

_ Viko. — Me quebré, estaba perdiendo todo por lo cual había luchado tanto. Una mala decisión de la cual fui consciente y pude haber evitado me tiene hoy pasando por uno de los peores momentos de mi vida.

La sentí acercarse a mí y abrazarme, ese abrazo me hizo sentirme bien. Al igual que yo, ella también estaba sufriendo.

_ Está bien, intentemos lo del garaje.

Salimos del restaurante. Cada una cogió por su lado. Me estaba quedando en el que era mi antiguo departamento y veía a los niños dos veces entre semana y los domingos.

**Llamada Entrante**
_ Hola, cariño, ¿cómo vas?
_ Bien, madre, ¿y tú?
_ Bien, ¿firmaste los papeles?
_ Sí.
_ ¿Cómo te sientes?
_ Mal. Ni siquiera sé qué hacer.
_ Dale tiempo.
_ Ella no volverá, madre, es el fin de nuestra relación.
_ Dale tiempo, cariño. El tiempo es el único que cura todo y si no vuelven, pues te toca aprender de todo esto. No quiero juzgarte, pero sabes que tus malas decisiones te tienen en esta situación, no puedes culpar a nadie más que a ti.
_ Lo sé.
_ ¿Cómo quedaron con el tema de los niños? Ya casi van a cumplir.
_ Le ofrecí mudarme al garaje, no quiero que ellos pierdan el contacto conmigo. Necesito que me vean diario, no quiero olviden mi cara, mi voz, no quiero ser una extraña en sus vidas a la que ven cuatro veces al mes, necesito más y me duele haber arruinado todo.
_ No te culpes. No vas a cambiar nada haciéndolo. Intenta hacer las cosas bien de ahora en adelante.
_ Gracias, madre, por no juzgarme, ni hacerme sentir miserable.
_ Eres mi hija, lo que hiciste no está bien, pero sé que lo sabes, no hace falta que yo te lo reproche. Con todo y errores te amo y estaré a tu lado para apoyarte, eso no significa que aplauda lo que hiciste. Solo me queda decir que deseo con mi corazón que aprendas de los errores, ya te vi sufrir una vez por alguien y duele ver a un hijo así, necesitas pensar en los demás y más cuando has pasado por algo igual.
_ No aprendí nada.
_ Lo harás, mi amor. Lo importante es lo que haces con tus errores y a donde te llevan. Te llamaré más tarde, debo ir con tu padre.
_ Gracias, madre, saludos.
_ Hasta luego, cariño.
*Fin de la llamada*

EN ESTA VIDA SI...                                             Final alternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora