Cap 9

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_ Hola, Dani... soy yo, Viktoria. Sé que estás dormida. Vine a verte, no vas a creer lo que hice, soborné a una enferma para que me dejara verte. Je, je, je fue raro hacer algo así, me dio cinco minutos. Quiero pedirte algo, quiero que luches por tu vida, que seas fuerte como siempre y que pronto puedas abrir esos hermosos ojos que tienes. Te quiero escuchar, así sé para qué me discutas o para pelear, no importa. Estaba sentada en esa sala de espera y me acordé de que siempre fuimos muy buenas amigas, que nos gustaba reír y búrlanos de los demás. Extraño todos esos momentos. Despierta, Dani, por favor, despierta.

Lloré por unos segundos hasta que la enferma me interrumpió - Señorita ya debe salir, se acabó el tiempo, mañana podrá verla de nuevo.

_ No olvides lo que te dije. - Me acerqué a ella para darle un beso en la mano, me daba miedo tocarla.

_ ¿Dónde estabas?

_ Me perdí, estaba buscando un baño, bajé y subí.

_ El baño está justo allí, mira, - Olit me indicaba que el baño estaba frente a nosotros, frunció el ceño como si dudara de mí. no le podía decir que había pagado a una enferma para ver a Dani, hubiese pegado el grito en el cielo, ella es muy correcta y ese tipo de cosas no le gustaban.

_ Lista para tu segunda noche. - Me preguntaba.

_ Lista.

Llamamos a Leo, para que nos colocara a los gemelos en videollamadas. era duro verlos por una pantalla, los extrañaba mucho, quería verlos, tocarlos, abrazarlos.

Era nuestro tercer día.

_ Buenos días a todos.

_ Hola. Doc. ¿Cómo está?

_ Muy bien, ¿y ustedes?

_ Bien también.

_ Les tengo excelentes noticias, Dani ya despertó. Una pregunta, ¿quién es Viko? - Todos me miraron de una manera extraña

_ Soy yo, ¿por qué?

_ Dani, pidió papel y escribió tu nombre. Creo que quiere verte.

_ ¿Puedo verla?

_ Si, claro, es bueno que ella tenga estas expresiones, significa mucho. uno de nuestros mayores temores es que no pudiese recordar y, al parecer, si lo hace.

Dani quería verme, ¿será que la desperté anoche cuando le hable?

_ Doctor, no quiero que esta mujer vaya a visitar a mi hija, ella ha causado mucho sufrimiento a mis hijas y no voy a permitir que lo siga haciendo.

_ Señora, desconozco todo aquello que me dice. Su hija pidió verla y necesitamos que Dani responda. Y si esta mujer es un estímulo para que eso suceda, ¿no cree que es lo mejor?

_ No creo que Dani quiera verla, más bien pienso que escribió su nombre para que no la dejen entrar.

_ ¡Madre, basta! No sabemos lo que Dani quiere, deja que Viko entre y listo.

_ Es que...

_ Es que nada, Dani no es una niña, es una mujer y si pidió ver a Viko, pues la verá. - La dureza con la que Olit hablaba y me defendía de sus padres me hacía sentir orgullosa.

_ Por aquí. - Caminé con el Doctor, ya conocía el camino. Entré a la habitación donde estaba Dani y la vi, aún tenía los ojos cerrados y se veía un poco mejor.

_ No le diga nada que pueda alterarla, por favor, y si quiere hablar, no la deje, aún necesita mucho reposo.

_ Sí, doctor.

Me acerqué a ella y quedé por un rato observándola, dejé caer unas lágrimas. Jamás pensé verla así, me gustaría estar en su lugar y que nada malo le pasara.

Abrió los ojos y me asusté

_ Despertaste. - Un aparato empezó a hacer un ruido extraño y me asustó. Iba a llamar al médico cuando un sonido emitido por ella me detuvo. Movía sus dedos, agarré su mano y entendí que quería que no me fuera. - No vayas a hablar, debes recuperarte, sanarte y volver a ser tan cansona como siempre. - Una pequeña sonrisa se asomaba en su rostro. Mi corazón se alivió al saber que sí quería verme. - Anoche vine a verte, no sé si me escuchaste, espero que no, porque me he vuelto una delincuente, je, je, je. - Ella solo sonreía.

Me pidió pasarle una libreta que tenía a su lado y escribió un poco mal, pero lo hizo: "Gracias por estar aquí". No me agradezcas, daría lo que fuera porque no estés así, que nada de esto haya pasado, solo promete que vas a mejorar y que saldrás de aquí lo más pronto posible. Respondió con un "Sí". Vendré a verte más tarde. - El aparato que tenía a su lado empezó a sonar más rápido. No sé qué pasaba, pero ella intentaba escribir algo en su libreta. Le ayudé y, al leer las dos primeras letras, sabía que quería preguntar.

_ Ella está bien, no te puede venir a ver porque también se está recuperando, pero ella está bien.

_ ¿Qué sucede?

_ Doctor, ella se alteró un poco porque quiere saber algo sobre su compañera. Dígale, yo le dije que está bien, que no puede venir porque, al igual que ella, se recupera. - El doctor se acercó a Dani y le pidió lo mismo.

_ Debes mejorar, ella está estable. Hay que ver cuál de las dos visita primero a quién, ahora te daré algo para que descanses.

Salí de la habitación con una sensación agridulce, le mentí. No podía decirle que Rebecca está muy mal y que su pronóstico era muy reservado, no ha podido responder a ningún tratamiento.

_ ¿Qué pasó? - Todos los Volkova me interrogaron, apenas me vieron poner un pie en la sala de espera.

_ Ella está bien, mueve su mano para escribir, no se le ve inflamada ya.

_ Me alegro. - Decían los papás de Olit quienes se fueron a sentar de nuevo.

_ ¿Cómo sabes que ya no está tan inflamada si es la primera vez que la ves?

_ No se, es un decir, debió estar más inflamada el primer día.

_ Mmm. - Huí de esa situación y busqué a Antonio.

Duramos una semana completa en el hospital, nos turnábamos para quedarnos en las noches y en el día. Dani ya estaba mejor, ayer no la vi porque ya puede decir más palabras y me da miedo de que diga algo y pueda alterarla. Ella preguntó por mí, pero usé la excusa de estar cansada y tener migraña.

EN ESTA VIDA SI...                                             Final alternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora