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El pequeño pelinegro de puntas amarillas solo observaba aquel atardecer tan maravilloso que jamás pudo ver en su corta vida mientras esperaba a ambos adultos que solían visitarlo, pero este sentía que estaban tardando demaciado.
Aunque sabía que no conocía más halla de aquella habitación quería salir a buscar a ambos mayores pues estos le daba una sensación de tranquilidad. Por su estatura no era capaz de pararse de la camilla, se deslizó por esta teniendo mucho cuidado de no caerse hasta que tocó el frío suelo de la habitación una vez allí empezó a caminar con dirección a la puerta, se paró de puntas para alcanzar la manija de la puerta cuando la abrió vio la figura de quienes iba a ir a buscar.
Los dos hombres tenían aún el rostro de confusión por la información que les dieron pero cuando vieron los ojitos brillosos del pequeño desidieron dejar a un lado su confusión para disfrutar el rato con el pequeño.
- Nos esperaste mucho ¿Verdad? - hablo el héroe pelinegro mientras alzaba al pequeño para cargarlo y adentrándose a la habitación.
- ¡¡Wow!! Quien lo diría, parece que alguien tiene madera de ser héroe - cierto rubio se hacerco a dónde estaba el infante para sacudia sus cabellos.
El infante ante aquel acto del rubio en sus mejillas apareció un pequeño sonrojo debido que para el había sido algo calido.
Los tres pasaron un buen rato jugando y tratando de que el menor se la pasará bien, hasta que el pequeño cerro sus ojos quedandose profundamente dormidos al ver esto los dos adultos empezaron acomodar todo para que las enfermeras no tuvieran demaciado trabajo, antes de irse Aisawa arropo bien al pequeño para que esté no tuviera frío en la noche y Hizashi le puso a lado de este el peluche de gato que le regaló el hospital y se volvió su favorito.
Ambos salieron de la habitación silenciosamente para no despertar al menor, una vez afuera los dos se pusieron a pensar en sus acciones en los últimos días que aquel pequeño que sin saberlo corría sangre de ellos dos.
- Shouta... - tan solo escuchar su nombre el mencionado volteo a verlo dandole a entender que tenía su atención - My friend, si te soy sincero no quiero separarme de él - el rubio de peinado peculiar hablo con un tono de seriedad pero a la vez de con un poco de tristeza que era casi imperceptible.
El contrario lo vio para después soltar un pesado suspiro - Yo tampoco quiero - el rubio lo vio antes de volver ver a hablar.
- Supongo que ya sabemos cuál es nuestra decisión ¿verdad? - el pelinegro solo pudo asentir para seguir caminando siendo seguido por el rubio.
- Mañana les diremos nuestra decisión final, por ahora quiero llegar a los dormitorios y ver cómo está Eri - al decir aquel nombre algo hizo click en su cabeza.
Que iba a pensar la pequeña Eri, pues con el tiempo que ha llevado cuidando la empezó a tenerle un cariño similar al del pequeño, pero si la pequeña no lo tomaba bien, tal vez ambos niños se sintirían incómodos o ambos se llegaban a rechazar.
Hizashi al notar que su compañero se había perdido en sus pensamientos, supuso en quienes estaba pensando y no lo culpaba pues este tenía más instintos de padre aunque este no lo admitiera.
- Don't worry, Shouta, ambos estarán bien además será algo bueno para ambos - hablo tratando de tranquilizar a su compañero.
- ¿Cómo lo sabes? - Giro a ver al rubio esperando la respuesta a su pregunta.
- I have faith, además ambos han pasado por cosas similares - le dió una sonrisa tratando de animarlo.
Este al escuchar las palabras de su amigo le daba razón ambos habían pasado por la misma situación de ser experimentos para personas que parecían carecer de humanidad, también soportaron el daño físico como psicológico y fueron aislados de tener aquel afecto de amor. Debido a la reflexión que hizo con las palabras de su amigo solo asíntio, Hizashi al ver la respuesta del pelinegro solo sonrió al ver que logro calmar a su amigo.
Ambos salieron del hospital donde estaba la salido se encontraba una automóvil negro que era de la UA, se subieron a este que una vez estos se subieron tomo rumbo a la tan prostigiosa UA donde ambos se estaban quedando.
Una vez allí cada uno se dirigió a su habitación pues ya era tarde y mañana tenían que dar clases y hablar con la pequeña Eri de que traían a alguien.
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Perdóneme la tardanza esque no hayaba inspiración para hacer este capitulo pero les prometo que trataré de subir más seguido.
