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Las puertas de Instituto de Weston College se abrían para recibir a un alumno nuevo. El jovencito había entrado varios meses después que el resto de lo estudiantes, tuvo que esperar que tengan algún cupo libre para él... Además, debían de aprobar una sola petición que tenía.
El joven azulino se adentraba al colegio en el que ahora tenía que pasar un tiempo, llamando la atención notoriamente, debido en parte a su extraño acompañante.
Los otros estudiantes murmuraban alguna que otra cosa al verlo, otros solo se limitaban a alejarse unos pasos viéndose espantados, él solo trataba de evitar a todos he ignorarlos... No obstante, aquellos susurros a sus espaldas aumentaron en el momento que el chico nuevo piso el césped. El resto de los estudiantes se vio espantado, mencionado algunas cosas raras como "P4" o "Y"... Él quiso saber de qué hablaban, más antes de siquiera poder preguntar, se hicieron presentes en la escena unos cuatro sujetos, mayores que él, elegantes y con chalecos coloridos. Uno de ellos, un joven rubio de chaleco rojo, intento acercarse al niño... Lo que provocó que a su acompañante se le herizara la piel...Gruñendo y enseñando los dientes, advirtió al joven que se alejara.-Esta bien... Quieto- Mencionó con suavidad el azulino, acariciando la cabeza del extraño perro que estaba junto a él.
El escuchar la voz de su amo lo calmó, dejándolo en un modo neutro una vez más, sin embargo, no quitaba su mirada del rubio, quien volvió a tornar su rumbo junto al infante.
El estudiante mayor no tenía la intención de lastimar al nuevo, solo quería acomodar su corbata, razón por la cual, tomó de esta y la puso en su lugar.
-Tu corbata está torcida...- Le dijo, mientras se encargaba de dejarlo en buenas condiciones -No me pareces familiar ¿Nombre?
-Phantomhive...- Respondió sin más.
-El director dijo que hoy llegaría un chico nuevo a la casa azul- Mencionó el muchacho de chaleco verde.
La mano del joven, la que estaba en la cabeza de su compañero, sintió otro tacto acariciando el pelaje de su amigo canino... Al observar, se encontró con el extraño muchacho de chaleco morado, quien tenía una mirada vacía y pérdida el su "perro"
-El artículo de Weston College indica que solo los Perfectos o personas con su autorización pueden pisar el césped... Debes de aprenderte las reglas antes de entrar.- Dijo con voz fría el joven de azul chaleco, sostenido sus lentes mientras leía el reglamento.
-Lo lamento... Yo...- Quiso disculparse o siquiera excusarse el joven, cuando fue interrumpido por el chico raro y de mirada vacía que acariciaba a sus amigo.
-¿Nos podemos ir ya? El sol está muy fuerte.
Así, sin demasiados rodeos, los cuatro muchachos mayores se fueron... Dejándole al niño solo una advertencia amistosa.
El joven sintió un ligero golpe en su espalda, el cual había sido provocado por un niño de su clase.-Que suerte... Pisaste el césped y no te dieron ningun castigo.
Mencionó este sonriendo, un muchacho con el cabello revuelto, castaño y pecoso... Se veía amistoso y energético.
-Mi nombre es McMilliam, estoy en la misma clase que tú... ¿Es tu perro?- Pregunto ahora observando al canino.
-Soy Phantomhive, y si... Él es Sebastián.
El animal era un tanto aterrador... Demasiado grande como para ser un perro normal, de azabache pelaje, sus dientes de veían muy filosos y sus ojos eran un rojo brillante. En sus cuatro patas, llegaba casi hasta el cuello de su amo, más su enorme tamaño no era lo que más aterraba de él.
-Es un gusto conocerlo.- Mencionó el canino, inclinando un poco su cabeza y viéndose más simpático.
El joven de lentes se quedó congelado por un segundo, sin saber exactamente que decir, hasta que no pudo evitar el soltar un gritó.
-Oye... Tranquilo, está bien...- Quiso calamar el azulino, mientras tomaba de sus manos para evitar que saliera corriendo o se cayera.
-¡Tu perro acaba de hablar!- Gritó asustado, sin saber exactamente que hacer y temblando.
-En realidad soy un lobo, y si, puedo hablar... Eso no significa que vaya a comerte.- Se unió a la charla de manera carismática el animal, permaneciendo sentado y moviendo su cola.
La forma de en la que se veía aquella cosa, de alguna forma, terminó por calamar un poco al joven... Quien, ya con menos miedo, se acercó a la creatura de forma lenta para poder verlo.
-No te preocupes, no te morderá a menos que yo le de la orden.- Mencionó el de cabellos azules, mientras tomaba la mano del muchacho y la llevaba a la cabeza de su amigo. -¿Ves?
El pelaje del animal era suave y bien cuidado, agradable al tacto. El miedo desapareció por completo, y el menor no pudo evitar el volver a su modo hiperactivo y sonriente de siempre, ahora con mil preguntas en la cabeza.
-¡Es sorprendente! ¿Pero porque habla? ¿Cómo le enseñaste? ¿O él ya sabía antes que lo conozcas? ¿De verdad es un lobo?
Aquellas preguntas quedaron al aire debido al sonido de la campana indicando que debían llegar a clases... El de lentes comenzó a correr en dirección al curso, siendo seguidos por el nuevo alumno y su mascota.
Una vez estuvieron en el aula, McMilliam termino de explicarle algunas cosas a su nuevo amigo... Cómo quienes eran los Cuatro Perfectos y qué hacían, lo que era una "Y", entre otras tradiciones del instituto.
Un muchacho de unos cursos mayor al de ellos les hizo un llamado, por lo que todos se pusieron de pie y fueron de inmediato... Siendo Ciel quien llegó al último, razón por la que lo mandaron a lustrar los zapatos de los perfectos y que luego volviera para su ceremonia de bienvenida.-Tienes que tratar de controlarte... No es como en casa.- Dijo el menor, mientras volvia lentamente por los pasillos, observando a su acompañante.
-Creí que estaba por lastimarlo- Se excusó el animal, estando a pocos pasos de su amo.
-Aun así, estamos en un colegio... Solo ataca si lo ves verdaderamente necesario.
Al llegar a la casa azul nuevamente, al joven lo tomaron de la espalda, tapando su boca... Más antes que el estudiante mayor pueda decir algo, el lobo ya estaba gruñendo y mostrando los dientes, apunto de morder a alguien... Lo que obligo al muchacho a soltar a su amo, quien trato de calmar a su mascota lo mas rápido que pudo.
-Sebastian... Tranquilo, estoy bien.- Indicó el niño, quien si se habia asustado en un principio, pero debía controlar a su amigo antes que lastime a alguien.
-Es solo parte de tu fiesta de bienvenida... Una tradicion de nuestro dormitorio.- Explicó el superior Clayton, el joven que asustó al lobo y a su dueño.
-Aun si es una tradición, es demasiado violenta y peligrosa- Mencionó el canino de ojos rojos, provocando que el resto de los presentes en la habitación giraran a verlo lentamente. -¿No van a gritar... Verdad?
No termino de preguntar aquello y la habitación entera ya era un escándalo... Entre gritos, niños que se desmayaron, otros que lloraron, incluso algunos se pusieron a rezar.
Les tomó casi una hora a él y a su amo explicar que todo estaba bien, y que no tenían porque preocuparse. Algunos chicos se sorprendieron de buena manera, como lo había hecho McMillan, y no podían evitar el hacer mil preguntas al respecto... Otros aún estaban espantados, y preferían alejarse de ambos lo mayor posible... Y después estaba un grupo que les parecía sumamente raro, pero optaron por no involucrarse en el tema.
La primera noche en aquella escuela sería difícil, y seguro tendría que resolver las dudas de los demas en algún momento, no podía evitarlos por siempre.
Sin lugar a dudas, una de las incógnitas más importantes era...
"¿Como ellos se habían conocido?"
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~Good Boy~ Kuroshitsuji
FanficSentarse cuando te lo ordenan... Dar la pata y saludar... Mover la cola... Ser fiel y cordial... Eliminar a los enemigos de tu amo... Matar a los que se pongan en su camino.... Sacrificar incluso tu vida con tal de proteger la suya... ¿Cómo podría...