El Romance Prohibido de Edward Cullen y Jacob Black

Temporada 2, Capitulo 16: El Legado de los Caídos

El sol de mediodía se alzaba alto sobre Forks, iluminando un día que estaba marcado por una mezcla de tristeza y esperanza. La comunidad sobrenatural, habiendo enfrentado y sobrevivido a un conflicto devastador, ahora se unía para honrar a aquellos que no habían tenido la misma suerte. El aire estaba cargado de solemnidad mientras todos se congregaban en el claro del bosque, un lugar que pronto se transformaría en un memorial para los héroes caídos.

Edward y Jacob, quienes habían liderado la lucha con valentía y sacrificio, encabezaban la ceremonia. Ambos se pararon frente a una gran piedra plana, recientemente colocada en el centro del claro, que serviría como monumento en honor a los que habían dado sus vidas. La piedra ya había sido tallada con los nombres de los caídos, cada uno grabado con profundo respeto y amor.

Carlisle, con su sabiduría y serenidad, abrió la ceremonia. "Estamos aquí hoy para recordar a nuestros hermanos y hermanas que sacrificaron todo por la protección de nuestro hogar. Sus actos de valentía no serán olvidados, y su legado vivirá en cada uno de nosotros."

Elian, apoyado en su bastón, se acercó al monumento. "Estos nombres no solo representan a los caídos, sino también a los principios por los que lucharon: la unidad, la esperanza y la protección de todo lo que amamos. Que su memoria nos guíe y nos fortalezca."

Bella, con lágrimas en los ojos, se unió a Edward frente a la piedra. "Cada uno de estos nombres tiene una historia, una vida que dejó una marca imborrable en todos nosotros. Prometemos no solo recordar sus sacrificios, sino también vivir de una manera que honre su memoria."

Jacob, en su forma humana, sintió el peso de las palabras y la importancia del momento. "Como comunidad, hemos demostrado que, juntos, somos invencibles. Pero debemos recordar siempre a aquellos que no están con nosotros hoy. Su valentía y su sacrificio son la razón por la que estamos aquí."

A medida que la ceremonia avanzaba, los miembros de la comunidad sobrenatural comenzaron a compartir sus recuerdos personales de los caídos. Emmett, con su voz grave, habló de la valentía de sus hermanos en los momentos más oscuros. Alice recordó con cariño a aquellos cuya presencia ahora sentía más que nunca en sus visiones. Rosalie compartió historias de risas y amor, recordando que, a pesar de todo, habían vivido momentos de felicidad.

Las brujas, lideradas por Morgana, pronunciaron un antiguo hechizo de protección y recuerdo, envolviendo el claro en una luz cálida y reconfortante. El hechizo, uniendo la magia de la tierra con el espíritu de los caídos, aseguraba que sus recuerdos siempre serían parte de Forks.

Finalmente, Edward y Jacob se dirigieron al frente una vez más. "Este monumento no solo es un recordatorio de nuestro pasado," dijo Edward, su voz firme. "Es una promesa para el futuro. Prometemos proteger y honrar su legado, y asegurarnos de que sus sacrificios no hayan sido en vano."

Jacob asintió, su mirada fija en los nombres grabados en la piedra. "Cada día que pase, cada decisión que tomemos, estará guiada por el recuerdo de nuestros héroes. No importa lo que el futuro nos depare, siempre llevaremos su legado con nosotros."

Con esas palabras, la ceremonia concluyó, pero el espíritu de los caídos permaneció en el aire. La comunidad sobrenatural, ahora más unida que nunca, se dispersó lentamente, cada uno llevando consigo la promesa de mantener viva la memoria de los héroes que habían dado todo por proteger su hogar.

En los días y semanas que siguieron, el memorial se convirtió en un lugar de reflexión y fortaleza. La comunidad se reunía allí regularmente, encontrando consuelo y motivación en el legado de los caídos. Las heridas de la batalla comenzarían a sanar, pero el recuerdo de los sacrificios hechos siempre estaría presente, guiando a Edward, Jacob y a todos en Forks hacia un futuro lleno de esperanza y determinación.

El claro del bosque, una vez un simple espacio natural, ahora era un santuario, un símbolo de la valentía y la unidad que definían a Forks. Y mientras el sol continuaba su ciclo diario, bañando el monumento en luz dorada cada amanecer, la promesa de nunca olvidar se mantenía viva en los corazones de todos.