Cuando era pequeño, creía que existía una eternidad. Algo que no tuviera fin, que tuviera un inicio pero no un final. Me imaginaba tener esa eternidad con Amy.
Mi madre siempre decía que el amor es como una montaña rusa. Subes, bajas, das vueltas. Hay momentos tranquilos donde te das cuenta de que, a pesar de los problemas, todo valió la pena. Puede que sea infantil, que no esté pensando de manera racional; pero sé que esos amores eternos existen. Solo debemos saber encontrarlos.
Ayer no fue un buen día. Debo reconocer que fue el peor día, o bueno, uno de los peores. Esta mañana quise salir a despejarme. Me bañé, me vestí, tomé todas las cosas necesarias y tomé el primer autobús del día. El viaje iba a ser largo así que me puse mis audífonos, puse mi lista de canciones y me sumergí en cada una. La verdad es que, desde hace mucho, mucho tiempo, me estuve preparando para esto. Sé que no soy lo que ella quiere o lo que necesita. Ella tiene razón, nuestra amistad fue planeada con el fin de algún día juntar dos imperios.
El bus se detuvo en la séptima parada y lo vi; era un señor alto, cabello castaño con algunas canas, ojos azules intensos, la verdad tenía un buen cuerpo, calculé que tendría la edad de mi padre. Se sentó en la silla junto a la mía y me dedicó una sonrisa. El bus se puso en marcha y cinco minutos después recibí un mensaje.
Amy:
Tenemos que hablar.Solté un bufido y me quité los audífonos. Ahora no quería hablar, ¿para qué? Nada cambiaría, todo seguiría igual. Lo mismo pasó cuando éramos niños, obviamente no eran cosas tan complicadas, pero yo siempre tenía que ceder, siempre era yo el que tenía que llorar por ella, siempre. Estoy seguro de que ella espera que me disculpe.
¿Disculparme? ¿Por qué? ¿Desde cuándo la gente se disculpa por amar, desde cuándo se convirtió en delito querer a alguien hasta el punto de dar tu vida por esa persona?
No, no lo haré, esta vez será diferente. Respiré hondo y apagué mi celular, por si se le ocurría llamarme.
—¿Problemas de amor? —ni siquiera me di cuenta cuando el desconocido que se sentó a mi lado empezó a mirarme. Su mirada, sentía que podía ver hasta el último pensamiento de mi mente. Y sus ojos de azul intenso lo empeoraban.
—¿Eh?
—Tienes problemas, es obvio.
—Mmmm.
—Mira, sé que soy un completo desconocido pero… sé muy bien cuándo un chico de tu edad tiene problemas. ¿Cuántos años tienes?
—Mmmm… dieciocho, ¿por qué?
—A tu edad yo también tenía ese tipo de problemas. Te digo algo. Cuando las cosas o las personas son para nosotros, tarde o temprano las tendremos a nuestro lado. Pero cuando no lo son, la vida se encarga de darnos algo mucho mejor. A veces hay cosas que no valen la pena y la vida se encarga de quitarlas del camino.
—Bueno… yo...
—Mira, esta es mi parada. Adiós chico. —Y así se bajó del autobús. No me había fijado en su ropa; estaba con un traje azul oscuro y con un maletín, y el traje no era cualquier traje, era de muy buena calidad. Te lo digo yo que tuve que utilizar muchos en reuniones de mi padre. Aun así, fue la conversación más extraña que he tenido hasta ahora, la primera fue con mamá y su "conversación sexual", si a eso se le llama conversación, fue muy incómodo. Continué con mi recorrido en solitario.
«A veces hay cosas que no valen la pena y la vida se encarga de quitarlas del camino.»
Sabia frase. El bus por fin llegó a mi destino. Cuando bajé, volví a ponerme los audífonos, encendí mi celular y empecé mi caminata. Caminé horas y horas hasta que llegué a un parque. Me dirigí a la zona que tenía más árboles y me tumbé en el césped. Miré al cielo, desde siempre me gustó estar rodeado de naturaleza, es maravilloso; la forma en que todos los colores y los diferentes tonos de verde se mezclan es majestuosa, el cantar de los pájaros, la forma en que su canto forma melodías que solo pocas personas aprecian. Me encanta. Mientras el sol alumbraba todo desde lo más alto del cielo y sus rayos penetraban en cada parte descubierta de mi piel, lo descubrí. ¡Eso era! ¡¿Cómo no me di cuenta antes?!
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Tu Y Yo Para Siempre
Genç Kurgu¿ Crees en los "para siempre"? Max nunca pensó que el en algún momento podría tener un para siempre, y si alguna vez lo pensó, ese para siempre sería junto a su mejor amiga Amelia, pero... ¿ Qué pasa cuando la vida y las decisiones que tomamos tiene...