Just look at me || Haikyuu.

1: Karasuno.

Minami _____.

Suspiré viéndome una última vez en el espejo, no tenía quejas sobre el uniforme de mi nueva preparatoria, era realmente bonito, o al menos a mi parecer.

— ¿Necesitas que vaya contigo, ____? — preguntó mi mamá una vez que baje a la cocina ya lista.

— No, no te preocupes, me iré con Asami — sonreí segura.

Luego de un breve desayuno, tomé mi mochila encaminándome por las calles de Miyagi, el día estaba realmente bello.

— ¡____! — gritaron mi nombre.

Asami me esperaba en la esquina de la calle, éramos amigas desde la secundaria y ahora ya estando en 1º de preparatoria, lo seguíamos siendo.

— ¿Estás nerviosa? — preguntó una vez que ya nos habíamos reunido.

— Algo — me encogí de hombros intentando no tomarle mucha importancia.

Luego de varias risas y teorías de lo que podía pasar en nuestro primer año, llegamos a la preparatoria donde ya varios estudiantes se daban paso para entrar.

La preparatoria Karasuno.

Una vez ya dentro, caminamos juntas por los largos pasillos de la escuela hasta que finalmente paramos, nos miramos unos segundos sin decir nada.

— Bueno... mi salón queda arriba — dije algo penosa.

— Si... bueno, ya nos veremos en el receso.

Desde que Asami y yo nos conocemos, siempre hemos estado en el mismo salón y separarnos desde ahora, era algo... extraño para ambas.

— ¿A quien le copiaré desde ahora? — suspiró pesadamente mi amiga.

Reí levemente.

— Creo que mejor es que dejes de copiar, Asami, es una de las razones por la cuales nos estamos en el mismo salón este año.

— ¡Yo no tenía idea que el examen de admisión era de formas distintas! — se quejó.

Asami no era mala estudiante, pero era alguien demasiado perezosa, por eso creyó que era una fantástica idea copiarme en el examen de admisión para la preparatoria.

Y ahí estaba el resultado, logró copiar, pero eran exámenes de formas distintas, eso hizo que quedará en el salón 1-2 y yo en el 1-5.

Luego de contener unos momentos a una Asami que no paraba de llorar, subí en busca de mi salón.

No me fue muy difícil encontrarlo, una vez ya dentro me senté no tan adelante ni tan atrás, observando a mi alrededor podía notar que nadie se conocía.

Eso era algo reconfortante, todos se sentían igual que yo.

Como principio de curso la maestra nos hizo una actividad didáctica para conocernos mejor, típico.

Una vez que el timbre sonó, algunos se levantaron para salir y otros como yo nos quedamos en el salón, no es que no quisiera estar con Asami, pero conociéndola, estoy segura que con lo extrovertida que es, ya había hecho amigos.

El día se paso mayormente en conocernos entre todos y con los profesores de cada asignatura, lo que a lo largo del día de volvió algo tedioso, teniendo en que cuenta que siempre se repetía lo mismo.

— Mmm... — me queje llevando mi cabeza a la mesa y odiando mi existir.

— ¿Estás bien? — oí una voz aguda a mi lado.

Levantándome de mi posición, miré al pupitre de al lado, una chica rubia y bastante tierna me miraba con curiosidad.

— ¡Oh! Si, es solo que es algo tedioso tener que escuchar lo mismo todo el día — contesté en una intento de no sonar tan amargada.

— Creo que si — dijo algo tímida — Ah... Soy Yachi Hitoka, es un placer.

— Oh claro, soy Minami ____, el placer es mío Yachi-San — me presenté adecuadamente.

Resultó que mi primera amiga era bastante interesante, nos conocimos en lo que quedaba del día y hasta me mostró sus fotografías, cosa que ella amaba hacer.

— Supongo que irás al taller de fotografía — dije mirando sus creaciones en mis manos, eran realmente buenas.

— Ah, si... espero estar al altura de los demás.

— Créeme que si, eres realmente buena Yachi-San — apoyé mientras se le subían los colores carmesí a sus mejillas.

— Muchas gracias, puedes decirme Hitoka.

— En ese caso tu dime ____.

Ambas sonreímos, no iba a ser tan malo cambiar un poco ambiente de clases.

.

— Fue el mejor primer día del mundo — elevó sus manos Asami.

— Me alegra que hayas hechos amigos — sonreí viendo a mi amiga.

— Claro que tu siempre vas a hacer la primera — me abrazó por los hombros — ¿Que hay de ti?

— ¡Oh! hice una amiga — sonreí.

— ¡Genial!

El camino a casa fue bastante agradable, Asami me contaba con lujo y detalle como ya había hecho más de cinco amigos, como les dije, era muy extrovertida.

— ¿Te inscribiste a algún club? — cambio de tema mi amiga.

— Amm... no — me removí incómoda.

— Sabes perfectamente cual es tu lugar, y que te encanta, no se porque aún no te has inscrito. — rechistó.

— Me da algo de miedo, no conozco a nadie, estaba acostumbrada a lo de antes.

— Yo digo que lo hagas, hoy tampoco conocías a nadie y mírate, hiciste una amiga.

Jugué levemente con mis manos, tal vez Asami tenga razón...

— ¿Que hay de ti? ¿Te inscribiste a algún club? — pregunté sonriendo.

— Fútbol, obvio — puso sus manos en su cadera — Espero que me vayas a ver a mis partidos.

— Dalo por hecho — chocamos puños.

Tal vez si me inscriba en un club.