Just look at me || Haikyuu.

43: Año nuevo.

______ Minami.

— ¡Feliz año nuevo! — grité mientras me lanzaba a los brazos de mi amigo Hinata.

— ¡Feliz año ____! — me abrazó de vuelta por unos momentos.

— La verdad es me dolió levantarme tan temprano, pero vamos, aprovechemos el día.

Tomó su mano para comenzar a subir las grandes escaleras del templo.

— Iré a sacar una predicción. — dije al chico.

— Yo también iré.

Rápidamente nos acercamos a ver cual sería nuestra suerte en ese nuevo año.

— ¡Buena suerte! — dije sonriente mostrando mi tarjeta — ¿Que tal tú Shoyo?

— Mala suerte. — dijo decepcionado mirando su tarjeta con el ceño fruncido.

— Bueno... siempre puedes dejarlo en el templo.

— No, afrontare las consecuencias — dijo decidido con el pecho inflado.

— ¡Bien por ti!

Nuestro viaje comenzó en dirección al gimnasio, era el primero de enero y Shoyo ya quería jugar pero no tenía nada más que hacer el día se hoy y ver a mis amigos no me haría nada mal.

— ¡______, feliz año! — gritó Noya una vez que llegamos para lanzarse a abrazarme.

— ¡Feliz año!

Me lancé sobre Tanaka una vez que Noya me soltó y solo sonreí levemente a Kageyama, desde el partido contra el Dateko no hemos hablado mucho.

— ¿Quieren unirse? — preguntó Noya con paletas de madera en su mano y una plumilla.

— ¡Si! — contestamos al unísono con Shoyo.

Mi equipo estaba compuesto por Tanaka, Kageyama y yo mientras que del contrario teníamos a Noya y Shoyo.

Mi equipo iba ganando, la plumilla iba directo a mi dirección y yo me lancé a rescatarla cosa que logré pero el equipo contrario no alcanzó a recibirla.

— ¡Hey hey hey, soy la mejor! — elevé mis manos victoriosa.

— Me recordaste a alguien. — Shoyo puso su mano en su barbilla pensativo.

— A mi también. — dijo de igual modo Noya.

— Ah, Daichi. — habló Tanaka y todos giramos para ver al chico parado unos pocos metros más alejado de nosotros.

— ¡Capitán!

— Únete a nosotros, ellos son tres y nosotros dos, es muy injusto. — habló Noya.

— ¿Que están haciendo? El gimnasio no abre hoy. — preguntó extrañado.

— Pasamos con ____ luego de ir al templo y los encontramos a todos. — explicó Shoyo y yo asentí.

— Yo di una vuelta al salir a correr — contestó Tobio.

— Huí de mi hermana ebria.

— ¡Busque un oponente digno!

— ¿Acaso con tontos? Que si se morirán por quedarse quietos. — preguntó el capitán comenzando a enojarse.

En un rápido movimiento comenzó a empujarnos a todos lejos del lugar.

— Es su día libre y les pateare el trasero si se resfrían antes de las nacionales. – regañó.