Manada (Shifting)

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Luego de la fiesta en la cual la madre de Allisson me había navajeado el cuello, decidí por mis ovarios que la odiaba muchísimo y que no haría nada para ayudar si pasaba algo.

Ya saben... algo como evitar que la vieja estire la pata, porque Derek la había mordido y la familia de Allisson, los Argent al ser cazadores tenían un código, el cual implicaba la muerte de la vieja de mierda que intentó asesinar a Scott, Derek y que me hubiera asesinado a mí fácilmente de no haber sido por el medallón que me salvó.

Al día siguiente aún me sentía lo bastante agotada como para prestar atención a cosas que no pasarían por alto, prácticamente me metí a la ducha con los ojos cerrados, desayuné sin prestar atención tanto que resultó que había puesto jugo de naranja a mi cereal de chocolate lo cual fue sumamente asqueroso.

Apenas iniciaba mi día y ya era completamente desastroso. 

Como siempre kjsdjkda

Mis padres habían aparecido en casa cerca al medio día con los típicos comentarios clasistas y despectivos hacia cualquiera que se les atravesara en el camino; y como no, Isaac fue el tema principal luego de enterarse de que había sido prófugo de la justicia. 

— Como lo decía... un criminal. 

— Lamentable, debería continuar en la cárcel. 

Ni siquiera me molestaba en incluirme a su juego, por lo que únicamente me limitaba a asentir mientras conversaban y yo intercambiaba mensajes con Isaac en ese momento. 

Mis padres ni siquiera notaron que faltaban bastantes jarrones y cuadros en la casa cuando llegaron. Me deshice de muchos que se habían estropeado y los reemplacé por otros que se hallaban en cajas en el sótano.

De que forma me deshacía de aquellas cajas que estorbaban mi santuario. 

Luego de que mis padres me llenaran de regalos ridículamente de princesa (porque absolutamente todo era contrario a mi y querían obligarme a usarlos) apareció una persona en la puerta tocando el timbre y corrí hacia ella para abrirla mientras me quitaba un estúpido moño rosa gigante de la cabeza que además tenía lentejuelas feas. 

— ¡Lydia! — Exclamé aliviada mientras la abrazaba. — ¿Qué haces aquí?

— ¿Qué hacías? — Preguntó al ver el moño.

— Mis padres llegaron y trajeron cosas que me obligan a modelar. Sálvame, ¿quieres?

En aquel momento Lydia se acercó a mis padres y con un tono falso parecido al de ellos comenzó a hacerles plática mientras me vestía para salir con ella. 
Una vez lista, ni siquiera tuve que preguntar a mis padres si podía salir ya que la amaron completamente. 

Cuando nos encontrábamos en el coche ella habló de pronto. — Iremos al centro comercial, necesito algunas cosas para mi fiesta de cumpleaños. 

Luego de estar caminando allí por horas, mientras Lydia escogía ochenta mil vestidos, yo me fui a la sección de ropa negra y ni siquiera tuve que buscar demasiado para encontrar joyitas que en esta época serían aesthetics, pero en esa nada más ropa genérica. 

La ropa que vendían en este lugar no estaba mal, lo único que no me gustaba era el exceso de tela satín que usaban en las prendas formales.

Aunque también encontré aberraciones de la moda, como las camisetas estampadas con una modelo random o las de lobos con brillantina. 

— Ya conseguí lo que quería. — Aseguró ella mientras me enseñaba las bolsas. — Iremos a casa de Allisson para probarnos todo esto y llevarle el vestido que le compré.