Nuestra Historia...

Una señal y un francés

Arthur:

Ayude a Mary a recuperar un broche que su padre había vendido, al parecer su madre se lo había dejado antes de fallecer y ella le guardaba bastante cariño. Fue sencillo ir detrás del comprador e irónicamente volver a comprárselo, podría haberlo matado, pero no quería meterme en muchos problemas por un broche.

Cuando regrese con ella, se miraba cabizbaja y me sorprendió que ya no quisiera ver a su padre, ciertamente es un cretino y un grandisimo idiota, pero no soy quien para decírselo a ella. La acompañe hasta el tranvía y cuando estábamos esperando a que este parara, ella decidió romper el silencio.

- eh... - dijo mientras me tomaba del brazo para llamar mi atención - ¿Qué vas a... hacer ahora?- dijo un poco nerviosa.

La vi con cierta curiosidad- ¿Porque la pregunta? -

- Bueno, me preguntaba si te gustaría hacer algo... Como ir al teatro, por ejemplo - su voz temblaba y ella no dejaba de ponerse nerviosa con cada palabra que decía. - Se, que tienes una pareja ahora. Pero sería una tarde como amigos, para distraernos un poco. - ella me vio esperanzada a que aceptara su propuesta.

Lo pensé un poco y luego tomé sus manos con todo el cariño que aun tengo por ella. - Mary, sabes que puedes contar conmigo, para lo que necesites. - hice una pausa para verla a los ojos - Pero no creo que sea lo correcto. Siendo sincero, las autoridades me buscan y no sería bueno que te relacionen conmigo por tu propia seguridad. -

Ella se aferro a mis manos y luego me soltó lentamente, juntando sus manos sobre su pecho - Lo entiendo, me gustaría pedirte que huyas de esa vida, aun me preocupa lo que pueda pasarte. Pero se que jamás lo harías. -

La vi nostálgico, mientras acomodaba mis manos en mis bolsillos tratando de calmar mi propia tensión. - Aún tengo personas por las cuales me preocupo. Incluso mi pareja está relacionada con todo esto y jamás podría dejarlos atrás, no podría estar tranquilo sabiendo que pude hacer algo por ellos. -

Ella pareció comprender un poco mejor la situación y vi la curiosidad pintada en sus ojos, vi como recorría con su mirada mi cuello hasta la marca que John había dejado y luego de vuelta a mis ojos. Imagino que quiso preguntar por John, pero no se atrevió a expresarlo con palabras. Más su expresión hacia todas las preguntas.

- Si, se que quieres preguntar si es alguien de la banda y la respuesta es si. - ella pareció sorprendida en como pude leer sus expresiones.

- Jamás lo imagine... es decir... era de esperarse, después de todo pasas demasiado tiempo con ellas y... bueno... - claro, esperaba que suponiera que era alguna de las chicas que son parte de la banda.

- Lo siento, Mary. Por ahora, la única persona de la que puedo cuidar, es de ti. - acomode mi sombrero - así que déjame cuidar de ti, de esta forma... como ya te dije, puedes seguir contando conmigo para lo que necesites. -

Ella parecía estar conteniendo algunas lágrimas, pero simplemente se acerco para dejar un beso en mi mejilla y se subió al tranvía que acababa de llegar. Espere a que el tranvía se fuera y luego me quede caminando por las calles de Saint Denis, pensando en lo que acababa de suceder. No podía entender a Mary, aunque creo que tampoco me corresponde entenderla, por ahora lo mejor es dejar esta distancia entre nosotros, ahora más por seguridad de ella, que por el hecho de que fuimos algo en el pasado.

Por las calles, me encontre con diversas personas, una mujer luchando por los derechos de las mujeres, un hombre vendiendo un libro para atrapar idiotas, otros dando folletos sobre una extraña religión, pero el único que me hizo pararme a hablar con el, fue uno que iba vestido como un servidor de la iglesia, supongo que un padre o algo por el estilo.