●Honestidad IV●

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Empacó sus cosas y se preparó para pasar el fin de semana en casa de Applejack, después de todo la recolección de manzanas era un añadido a las cosas que harían, la abuela Smith era persistente cuando de preparar comida se trataba. Era una buena oportunidad para distraerse y de paso aprender a cocinar deliciosos postres.

Luego de todo lo que sucedió en aquel baile, Applejack ciertamente estuvo ahí brinándole todo el ánimo que podía en cada instante que se mencionaba su antigua forma de actuar, al igual que las otras chicas, Applejack era verdaderamente amable. También alguien muy perspicaz.

Había cosas que notaba al momento y sin darle la oportunidad de refutar. Aun así, Sunset Shimmer evitaba hablar del tema directamente, por lo que el primer día transcurrió con ambas metidas en sus propias tareas a cargo de la abuela. ¿Qué podía decir? Había ido allí con intención de distraerse, por supuesto que no sería tan fácil como lo imaginaba, pero al menos le brindaba algo de calma.

Como cada vez, no podía postergarlo por siempre. En algún momento (lo sabía) Applejack tocaría el tema. Así fue, allí, en la oscuridad del cuarto de la rubia, no había a dónde huir. En un principio evadió sus preguntas con balbuceos y respuestas cortas, pero pronto se convirtieron en palabras torpes y risas nerviosas.

Finalmente, Sunset Shimmer se sentó en la cama y tapó su rostro con la sábana entre sus manos, entre tímida y avergonzada.

-- Applejack, realmente no quiero hablar de ésto...--

Pero la otra chica, expectante, guardaba silencio a la espera de que confesara.

-- Yo no...no tengo ese tipo de sentimientos -- Un bajo y sarcástico 《Ajá...si tú lo dices》salió de la boca de su amiga.

Suavemente Applejack retiró las manos de Sunset, descubriendo su rostro. Tomó un mechón rebelde y lo acomodó tras la oreja de la peliroja, sonriendo pacientemente.

-- Tranquila, dulzura. Aceptar que amamos a veces es igual de difícil a aceptar que alguien puede amarnos. --

Dicho esto, acomodó su almohada y le dio la espalda, un bajo 《Buenas noches》 se mantuvo en el aire unos segundos.

Sunset Shimmer, con el corazón desbocado se recostó nuevamente, sintiendo las palabras de Applejack perforarla duramente.

***

La segunda noche, aún con las luces encendidas, Sunset Shimmer tardó en ir a la cama. Se mantuvo de pie junto a la ventana, admirando la noche y el extenso mar de manzanos fuera de la granja.

Escuchaba vagamente a Applejack revolotear en el baño, un ligero olor a pasta dental llegaba hasta sus fosas nasales.

-- ¿No dormirás pronto, terroncito?-- Las dulces palabras de su amiga la sacaron de sus pensamientos, mismos que evidentemente no estaban exactamente dirigidos a su presente.

-- En un momento...--

Su ánimo no había estado exactamente en su punto más alto, a lo largo del día se había distraído constantemente, las curitas en sus dedos lo evidenciaban, incluso Applejack tuvo que quitarle el chuchillo mientras pelaban algunas patatas para evitar que se lastimara profundamente.

Sus pensamientos constantemente viajaban a otra época, allí, en aquel basto horizonte con la tranquilidad del campo rodeándola, Sunset Shimmer no pudo evitar pensar de nuevo en sus días en Equestria...La princesa Celestia...Twilight Spar...Sacudió fuertemente la cabeza y golpeó torpemente sus mejillas.

Todavía podía sentir el cosquilleo en su estómago cada vez que recordaba las palabras de Twilight desde su última visita, recordaba vívidamente su risa, su bella risa...

¿Cuándo había cambiado tanto? Ella misma no lo podría decir. Sucedieron tantas cosas en tan poco tiempo que escasamente si procesaba todo debidamente, pasó de la ira y el rencor, el odio y la frustración a una dolorosa resignación y perdón, pero todavía tenía estos sentimientos contradictorios que no la hacían merecedora de todo el cariño que sus amigas le habían dado en todos esos meses.

-- Estás pensando cosas innecesarias. -- De nuevo, Applejack la miraba.

-- ¿Cómo sabrías en qué pienso?--

-- Jah...te conozco, Sunset. Tienes esa expresión rara en la cara.--

¿Expresión rara? La pregunta estaba marcada en su rostro, porque Applejack asintió enérgicamente mientras se metía en la cama.

-- Lo que dijiste ayer...sobre ser amados...

--¿Sí...?

-- ¿Crees que alguien como yo...merece amor?

--¿Alguien como tú...?

Sunset Shimmer asintió, mirando hacia la ventana de nuevo. Un suspiro salió de sus labios, una suave brisa la hizo estremecer. Se abrazó así misma en reflejo.

--No creo que haya nadie más como tú, así que no sabría decir a qué te refieres exactamente.-- Applejack trataba de escoger sus palabras con precaución.

-- Sí, lo sé. Pero tú me entiendes...Causé bastante daño a las personas a mi alrededor, aún cuando me han perdonado por todo lo que hecho...--

--¿Tú misma no... te has perdonado...?

Sunset Shimmer guardó silencio.

***

--¡mer...Sunset Shimmer!-- La voz de la hermana de Applejack la sacó de su ensoñación. La chica la miraba alarmada, señalando el horno humeante. Corrió a toda prisa a coger los guantes y sacar de allí la pobre tarta, ahora quemada, que estaba preparando desde la mañana.

La abuela Smith negó con la cabeza con gesto tranquilo.

-- Anda, niña. Acompaña a Applejack a recoger algunas manzanas.--

Obedientemente y con sus mejillas sonrosadas, Sunset salió de la cocina acalorada.

-- Vamos, ¿qué es lo que te sucede?-- Se reprochó a sí misma mientras caminaba hacia su amiga, que sostenía una cubeta entre sus dedos y recogía manzanas tranquilamente.

Su mente divagaba hacia sitios que la dejaban temblorosa y avergonzada, no podía parar de recordar aquella sonrisa inocente, aquellos gestos tiernos, sus dedos jugando con su cabello...aquella melodiosa, aunque a veces nerviosa, voz. ¡Se estaba volviendo loca!

‐- ¿Me contarás qué es lo que pasa? Antes de que terminemos llamando a los bomberos porque en un accidente hayas incendiado la casa -- Applejack reía alegremente.

Acercándose con inseguridad, Sunset Shimmer miró a su amiga, pequeñas lágrimas comenzaban a nublar su visón. Primeramente, la expresión se le llenó de preocupación, pero al escucharla se convirtió lentamente en ternura y comprensión.

-- Applejack yo...yo realmente no creo tener el derecho de recibir su amor...-- Las lágrimas caían sin control, las palabras se agolpaban, una a una, en su garganta. --No creo ni siquiera tener el derecho a amarla...--

Applejack, dejando la cubeta en el suelo y tomando sus brazos delicadamente, le sonrió.

-- ¿Y por qué no? --

La magia del amor (Sunset×Twilight)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora