Si Riko hubiera vivido.

Capítulo 6: Belladona

Resumen: un símbolo de muerte debido a la naturaleza venenosa de la planta

***

El sol casi ha desaparecido por completo del horizonte cuando Dragon arcoiris regresa con Geto y Gojo. Han estado recorriendo un campo rodeado de espeso follaje cuando el espíritu reaparece, y los chicos comparten un suspiro colectivo de alivio cuando lo ven cargando a Riko dormida.

Mientras la serpiente serpenteaba entre los árboles restantes que la separaban de los jóvenes hechiceros, estos corren a su encuentro en la mitad del campo. Con una intención clara, el dragón hace un suave descenso hacia la hierba y resopla en señal de advertencia. Luego, el espíritu gira la cabeza hacia un lado y mira fijamente a los niños que se acercan.

- ¿Dragón Arcoiris? - Geto pregunta. Para tranquilizarlo levanta las manos en señal de sumisión mientras se acerca - ¿por qué estás agitado? - Normalmente el usuario de la maldición nunca toleraría tal desafío, pero con Riko a su espalda, tiene que ser cauteloso. Dejando a un lado la pereza y el comportamiento travieso, la bestia nunca ha sido tan agresiva con Geto.

Tan pronto como las palabras salieron de la boca de Geto, una flecha atravesó el aire desde atrás, golpeándolo en el brazo antes de incrustarse en el ojo expuesto del dragón. Dragon arcoiris no había estado mirando a Geto o Gojo, sino más allá de ellos, a cualquier amenaza que hubiera detrás de ellos. La bestia ruge furiosamente y se echa hacia atrás, golpeándose la cabeza con un dolor evidente mientras un líquido negro rezuma de sus fauces abiertas. El sonido y el movimiento hacen que Riko se despierte sobresaltada con un grito.
Respirando profundamente, Geto se agarra el brazo herido con la mano opuesta y luego se gira para ver de dónde vino la flecha. Al escanear el campo y la línea de árboles, solo ve a Gojo corriendo en dirección a quien estaba atacando.

- ¡Toma a Riko y vete! - Gojo llama por encima del hombro: - Ya les envié un mensaje de texto a Nanami y Haibara para que me respaldaran - Al notar la mirada aprensiva en el rostro de su amigo, se gira completamente para mirarlo mientras corre hacia atrás - Estaré bien, ¡ahora vete! - Al volverse en dirección a su agresor, Gojo se patea mentalmente por no sentir que había una amenaza cerca. Se había distraído y fue la angustia del Dragon lo que le hizo volver a prestar atención. De repente, la culpa se retuerce baja y pesada en su estómago cuando sus pensamientos son interrumpidos por los ecos de dolor provenientes de la maldición detrás de él. Aislando el sonido lo mejor que puede, Gojo continúa hacia adelante; No se permitirá distraerse por segunda vez.

- ¡Salta Riko! - Ordena Geto, lanzándose hacia adelante para agarrar los bigotes del espíritu en un intento de calmarlo mientras ignora su propio dolor - ¡Salta ahora, está herido y no puedo enviarte a un portal con él! -.

Confiando implícitamente en las instrucciones de Geto, Riko se aleja torpemente de la espalda del dragón, seguido de un crujido repugnante cuando aterriza incorrectamente sobre su tobillo. No fue una caída muy larga, pero sus piernas son inútiles para atraparla debido al frío que le roba la sensación. Antes de desplomarse, Geto ya está en movimiento. Se materializa un portal en el que el Dragon se retira apresuradamente, mientras levanta a Riko por la cintura con su brazo ileso. Sin detenerse, levanta su torso sobre su hombro, haciendo una mueca cuando la rodea con ambos brazos tan fuerte como puede - Tienes tanto frío... - dice con simpatía, reduciendo el paso lo suficiente para comenzar a quitarse la camisa del uniforme, ahora desabotonada. Al pasar a Riko de un brazo al otro, su rostro se contorsiona por la tensión de todo su peso.

Al darse cuenta de lo que está haciendo, Riko ayuda a quitarse la camisa por completo, y Geto espera que no note la sangre en la manga mientras se envuelve con la gruesa tela.