Darrinton City.RELATA HAROLD
Viernes en la mañana. La temperatura está un poco baja; los meses helados se acercan. Salgo de la librería con algunos periódicos, y es que cuando vives en Darrinton no tienes muchas cosas divertidas que hacer.
Por eso quiero irme de aquí, la vida es demasiado monótona; cuando sales a la calle ves las mismas caras. Me siento encerrado en este poblado, al terminar mi carrera voy a trabajar aquí, en alguno de los pocos entretenidos oficios que existen.
Cuando me refiero a salir de aquí; hablo del país en general. En las pelis te venden que los adolescentes van a las ciudades cercanas a divertirse en fiestas y conciertos, pero como he dicho; esto en Darrinton no sucede, porque lo más cercano que hay es un bosque.
Luego de esa charla mental llego a la casa de mis padres. Abro la puerta y escucho a mi mamá chillar de rabia en la cocina. Se podría pensar que mi papá volvió a caer en deudas o es una riña familiar sin mucha importancia, pero no es así.
Me dispongo a entrar para averiguar que la tiene de tan mal humor.
Al llegar a la cocina, noto a mi papá sentado en silencio, cabizbajo.
Dije «buenos días» pero no me escucharon.
-... ¡Es un gran idiota que lo único que ha logrado es manchar nuestra reputación como familia! -exclama mi mamá muy alterada.
Así que voy a suponer que mi hermano a vuelto a robar dinero o a hecho alguna travesura.
Dejo los periódicos encima de la mesa y me dirijo al refrigerador para ver que encuentro como desayuno, mi mamá se acerca para hablarme:
-Harold ¿No has visto a tu hermano? -interroga.
-No, hace ya varias semanas que no va por la residencia -saco una botella de agua y cierro el refrigerador -, ¿qué tontería a vuelto a cometer?
Mi mamá se gira hacia mi padre, con los brazos en jarra.
-¡Dile Robert! -le grita apuntando hacia él con el dedo índice-, dile que no solo nos robó los ahorros sino también...
-El auto. -Completa papá.
No me lo puedo creer, es verdad que Bastián ha metido sus narices en ciertos ingresos que no le corresponden, pero robarle el auto a la familia ya es muy grave.
-Pero no os preocupéis, ya volverá. No es un mal muchacho, solo pasa por la rebeldía adolescente, debe haberse ido a casa de un amigo -simplifica papá apoyando sus antebrazos en la encimera de la mesa.
-¡¿Amigos?! Robert ¿a esos rockeros de mierda les llamas amigos? Son una completa basura, desde que llegaron a su vida no han hecho más que cambiarla ¡Tiene 20 años, no es ningún adolescente, sino un ladronzuelo de primera! -exclama indignada, se me acerca y me acaricia el hombro-. Mira, Harold nunca tuvo amigos descarriados y no le hizo falta, a Bastián tuvimos que consentirlo menos cuando niño.
Mi padre chista y murmura restando importancia al asunto:
-Hoy puedo ir a la corte caminando.
-¿A la corte? ¿Tienes algún juicio? -indago.
Me afirma con la cabeza.
-¿Sucedió algo grave o son las mismas denuncias de siempre? -interrogo.
-Unos adolescentes locos que entraron a robar en el restaurante de Wilson, se robaron todo el dinero. -Me informa.
-Hay que hacer algo, la delincuencia está al tope.
-Ojalá le hubieras prestado un poquito de atención a tu otro hijo como se la prestas a esos casos -le señala mi madre.
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¿A DÓNDE VAN LOS DESAPARECIDOS? ✓
DiversosHermosa portada hecha por @Arleit_wiss. Mi hermano; un adolescente descarrilado, robó el auto familiar para aventurarse a cumplir sus sueños de cazafantasmas a la ciudadela más cercana. Cómo siempre; yo tuve que ir a buscarlo. En su búsqueda, impliq...