¿A DÓNDE VAN LOS DESAPARECIDOS? ✓

EP07: Un menú apetecible

RELATA HAROLD

Estamos en el granero del viejo. Pero las chicas están en la furgoneta. Tres, tres tanques medianos de combustible fue lo único que logramos recaudar.
No quisimos llevarnos comida para prevenir que tuviera algún sustancia rara, según Star, la comida tenía un sabor bastante rancio.

Nos movemos rápido y en silencio. Fabián es el que más cara de susto refleja, está parado en la puerta mirando a todos lados y repitiendo que acabemos de una por todas.

No voy a mentir, yo también tengo un poco de miedo. Cada uno agarra un tanque y sale en camino.

Tiempo después.

Llegamos sudados y sucios a la furgoneta, el clima no perdona.

Ricki sube para verificar que todo esté en orden mientras Fabián y yo metemos el combustible en el maletero.

Desde que cerré la puerta no he escuchado más que discusiones. Todos se señalan entre sí para "apagar" un poco de su propia culpa.

Que si Star fue la de la idea de buscar al niño. Que Devora es muy sensible. Que si Fabián no supo defenderse cuando lo tenía que haber hecho.

Un ambiente caótico de discordia, donde todo queda en; Devora llorando desconsoladamente y Star absorta a todo mirando a través del cristal.

No opino, porque mi conclusión es que nadie es culpable de habernos topado con un anciano loco. Sé que parte de la culpa la tengo yo por aventurarlos en este viaje. Soy el mayor de todos, a mí pertenece la responsabilidad de cada uno de ellos.

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Madrugada 4:36 a.m.

-Chicos, he pensado que no tomamos la mejor decisión con dejar a Fredd amarrado después de llamar a la policía, era mejor entregarlo directamente -expresa arrepentido Fabián.

-Por lo menos nos llevamos el combustible que nos dará para llegar -decreta Ricki ante la demanda.

-Y también para regresar, que no ves el lío en el que nos metimos -advierte Fabián.

-Mira, casi los matan, quién sabe si las autoridades no nos tomaron enserio y no fueron en su búsqueda.
No voy arriesgarme a volver sabiendo que puede haber fotos mías colgadas en postes. -Argumenta Ricki.

-No somos criminales, hicimos lo que cualquiera hubiera hecho -ataca Fabián.

-Claro, supongo que dejar a un anciano amarrado mientras está inconsciente no debe ser ningún tipo de delito -contraataca Ricki molesto.

-Dudo que con el golpe que le dio Star se acuerde de nuestros rostros -soltó Fabián.

Star lo escuchó pero se mantiene indiferente.

-Ya, dejemos morir ese tema ahí, enfocamos en el camino que nos sobra -Concluyo.

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6:12 a.m.

Star hizo el máximo esfuerzo por memorizar las coordenadas o al menos la ruta antes de que su celular se apagara. Ya nos queda poco para llegar, al menos unas cuantas horas, pero la dirección es muy confundible porque ya llegamos a la carretera pero hay muchas señales y lo peor de todo es que están en muy mal estado.

Y pum, se apagó el teléfono de Star.

-¡Ahora si que estamos jodidos! -exclama Fabián frustrado por la situación.

-No tanto, por lo menos ya sabemos las rutas -le tranquilizo -¿no es así Star?

Star me mira apenada.