EP14: No tengo un plan

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RELATA BASTIÁN

Mis articulaciones no están funcionando como deberían, eso me asusta bastante. Tengo sed y estoy sudando frío.

Fabián contó su parte con la esperanza de que alguno se afligiera pero lo volvieron a señalar como traidor.

Yo también conté mi parte, obviamente, no con la fluidez que me hubiera gustado. A mí me entendieron mejor debido a mi situación, pero también me trataron mal, solo me pude defender con «¿En mi lugar que harías?» pero claro, ninguno estuvo en mi lugar.

No tener casi apoyo de mi hermano me hizo sentirme aún peor.

-Esto apesta a muerte. -Escupe Ricki mientras se levanta de uno de los cuerpos de los guardias, ahora él también apesta.

Estoy tirado en el suelo cerca de las rejas, Star está agachada al lado mío acariciándome el rostro.
Harold está recostado a la pared frente a mí, estoy casi seguro de que me mira, a su lado sentada con cara de asco está Devora. Ricki en el fondo, ahora levantado y Fabián agarrado de las barras mirando las demás celdas.

-Ustedes no saben con quién se están metiendo. -Les digo.

Todos dejan de hacer lo que hacían para mirarme.

-¿A que te refieres? -me pregunta Harold por primera vez.

-No es solo ella -me refiero a Loreta -Esto está minado de personas, hasta la policía está involucrada en esto.

Devora iba a decir algo pero es interrumpido por un grito de Fabián:

-¡¿Hola?! ¿Hay alguien ahí?

-Fabián te quieres callar -le repercuta Devora.

Se echa el cabello hacia atrás y procede nuevamente:

-Ya que decidiste hablar, puedes contarnos un poco más de "esto", o sea, los cuerpos esos y todo esto bajo una iglesia. Vamos, esto es de película.

-Llegué aquí para grabar para mi blog. -Confieso tosiendo y achinando el rostro pero ya eso lo deben saber.

-¿Podrías saltarte toda esa parte? Tu hermano la repitió todos los días.

-Bien. Cuando llegue conocí al verdadero cocinero mientras hacían una misa. El Cura hablaba y hablaba, decidí quedarme a escuchar, pero más bien lo hice para mirar el lugar -Hago pausa para volver a toser -Me di cuenta de que en cada esquina había un guardia vestido de azul pero no tenían armas. Al finalizar la misa el padre escogió a dos chicas jóvenes al azar, pronunció unas palabras y degolló a una de ellas, los guardias la recogieron y el Cura se justificó diciendo que necesitaban sacrificios para salvar la fé.

Prosigo:

-Yo intenté sacar la cámara para grabar ese acontecimiento pero no me dió tiempo. El cocinero me dijo que debía huir, era un extranjero en tierras de sangre. Pensé que eran palabrerías de un viejo, pero no grabé, me mantuve al margen. A la hora de salir aconteció el verdadero problema: los guardias se pusieron en la salida y le pedían identidad a todos los presentes para saber quiénes presenciaron el hecho, a mí me regresaron. -hago una pausa por el dolor.

Prosigo:

-Revisaron mis cosas y encontraron la cámara con varias fotos y vídeos que había tomado de la ciudad para mi blog. Me ofrecieron dos opciones: morir o salvarme ofreciendo a más personas para el sacrificios. Escogí la segunda, hablé con Fabián, -Fabián chista bajando la cabeza -Y los trajo, si llego a saber que eran ustedes hubiera escogido la primera opción.

Termino de relatar, con la verdad, siendo sincero y de esta forma atraje a mi hermano.

-Ahora quizás uno te entienda mejor -pronuncia y se acerca para agacharse.

¿A DÓNDE VAN LOS DESAPARECIDOS? ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora