Capítulo 15 "Adios, amigo"

164 18 29
                                    

El sol había despertado de luto aquel día, se había ocultado entre las nubes para que nadie viera su dolor. El cielo estaba cubierto por una tonalidad gris casi fúnebre, tal parecía que Marbella lloraba por el alma perdida.

Las gotas de lluvia chocaban con fuerzas sobre las sombrillas oscuras que caminaban por los caminos del cementerio, uniéndose todas delante de la fría tumba.

"Bobby Tarantino 1980- 2024" "Te recordaremos"

Wesker leyó detenidamente el nombre de su antiguo compañero escrito sobre el sepulcro. Aún le costaba creer que un hombre como Bobby había muerto.

El padre de la iglesia comenzó a dar las palabras de despedida, en lo que el resto de personas comenzaban a dejar rosas rojas sobre la lápida en señal de ofrenda.

Casi toda la comisaría estaba ahí, al igual que varias caras conocidas de la ciudad. Podía ver a la Tita y sus nietas adoptivas llorando al otro extremo de la multitud, al igual que a Cano poniendo su brazo en forma de apoyo sobre el hombro de Armiche, quien no paraba de llorar. Los ojos de Wesker se centraron en la mano de Vera sujeta a la de su compañero, haciendolo sonreír de medio lado.

"Bendito sea el primer amor" , reflexionó observando a la dulce pareja.

-Bobby era el mejor amigo de mi hermana- la voz de Mei en forma de susurro lo hizo reaccionar, y mirar a la chica que vestía de negro a su lado.

La pelinaranja había insistido en acompañarlo al entierro, a pesar de saber que era mala idea. Luego de lo que le había contado su jefa y el secuestro de Darlene, era más que evidente que Toni Miranda había llegado a Marbella. Y no era de sorprenderse, que su próximo objetivo sería ella.

-No digas eso aquí- la regañó. Lo que menos necesitaban ahora era oídos curiosos.

Mei giró sus ojos, poniéndolos en blanco ante el regaño. Ya era en vano.

-¿Por qué tu jefa nos mira así?- preguntó señalando a lo lejos.

Fuera de la multitud de personas, una muy seria Dominique no apartaba la vista de ellos. Más precisamente de él.

Vestía completamente de negro, con una chaqueta de cuero parecida a la que él mismo usaba habitualmente. Entonces se percató de un detalle. A pesar de la lluvia que estaba cayendo, la pelinegra no portaba ninguna sombrilla que la protegiera. Las gotas de lluvia chocaban directamente contra su cuerpo, empapándola por completo.

-Pero que...- murmuró confundido. Y sin pensarlo ni dos segundos, se alejó unos pasos de Mei para ir en su dirección.

Al llegar a su lado, le extendió la sombrilla sobre su cabeza, evitando que siguiera empepándose.

-Se va a resfriar- la regañó intentando secarla un poco con su mano.

Dominique sonrió de medio lado al ver este gesto protector se su parte. No acaba de acostumbrarse a ello.

-No debe dejarla sola- señaló la pelinegra, mirando a Michelle quien permanecía en su sitio.

Wesker la observó por unos segundos -No esta sola- dijo comprobando como Vera se colocaba a su lado.

Permanecieron unos segundos en silencio, escuchando el sermón del cura. Que juraba y perjuraba que había una mejor vida después de la muerte.

Dominique soltó un bufido lleno de reproche al escucharlo. "Mejor vida", cómo podía ser mejor si estabas lejos de las personas que amabas... de tu familia.

-Que ironía- murmuró mirando al cura de reojo. Odiaba los cementerios.

-¿No crees en la vida después de la muerte?- le preguntó Wesker curioso sin dejar de verla.

Luego de tu Mirada... DomiskerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora