A la mañana, me desperté, tenía a esa chica en mis brazos, seguía dormida. Es increíble lo que hicimos durante la noche. Sigo hipnotizado con ella no quiero dejarla ir. Hoy se irá a México y no quiero, la necesito aquí, quiero decirle que la amo y que quiero estar con ella, pero se lo diré en un momento adecuado. Ahora solo quiero verla dormir entre mis brazos, esperar a que el despertador suene y verla levantarse, quiero acariciar su piel y después besarla con ternura.
La miraba una y otra vez, es preciosa, todo una damicela, una belleza, un ángel y a la vez un demonio.
-Te amo-susurré al acariciar su mejilla lentamente.
[...]
-¿Lista?
-Si, vámonos, se me hace tarde.Lamentablemente no pude evitar que _______ se fuera a México, ella me pidió que la acompañase al áeropuerto y lo hice.
Salimos de su casa, yo cargaba sus maletas y subimos a mi auto. Unas cuadras después de haber arrancado, me encontré con Purdy, ahora sí no sé qué decirle, pero quizá le diga que _______ y yo mantenemos una relación amistosa muy grande. No creerá, pero intentaré.Al llegar al áeropuerto, corrimos a migración para que ella mostrara papeles, su vuelo salía en 15 minutos. Tenía quince minutos para decirle todo.
-Oye ______.
-Dime.
-Tengo que confesarte algo.
-Amm... dime.
-Perdí en el juego.
-¿Cuál juego?
-En nuestro juego.
-¿A...a qué refieres?.
-Me enamoré de ti-tomé sus manos y le miré a los ojos. Sus ojos son tan hermosos.
-También perdí, ¿sabes? También me enamoré pero no sé que es lo que siento.
-Te entiendo, sólo no te presiones, ¿ok? Vamos, tu avión ya casi sale, tienes que ir.
-No quiero ir CC.
-Tienes que ir.-pegué mi frente con la de ella y seguí mirándole a los ojos.-Por nosotros.
Ella me abrazó tan tiernamente que no pude evitar unir mis brazos en su torzo.-Pasajeros del vuelo 204 destino México, última llamada para abordar.
-Vamos amor.-le dije en el oído.
-Bésame.
Como lo pidió la besé, la besé con euforia y dulzura a la vez mientras la abrazaba.
-Es hora-dije acariciando su mejilla.
-Está bien. Adiós CC... te amo.-Entonces tomó sus maletas y se encaminó hacia el pasillo.
-¡Yo también te amo!-le grité para que me escuchase.
Volteó y me sonrió, la luz reflejó una lágrima que caía por su mejilla. La limpió y siguió caminando hasta desaparecer por el vestíbulo.Se ha ido. ¿Ahora que haré?
La llamaré lo que sea posible para escuchar su voz, verla, pero no la podré sentir ni besar. Rayos.[...]
-¡Hey, hey, hey! Christian, ¿cómo estás?-exclamó Jeremy con alegría entrando a mi oficina.
-Hola Jer, bien ¿y tú?-suspiré y después intenté sonreír, pero no funcionó.
-¡Nah! No te creo. Yo, pues no me quejo.
-Está bien.
-Hey, ¿por qué tan apagado hombre?
-No dormí bien.
-¿Y eso? Te ves deprimido,amigo.
-Si, quizá lo estoy.
-¿Qué pasa? Sabes que puedes confiar en mí.
-Ah... _______ fue trasladada a México.
-¿Estás de broma? ¿Cuándo?
-Hoy.
-Uff, sabiendo lo de ustedes, me imágino lo que sientes. Pero ánimo, no creo que sea por mucho tiempo.
-No lo sé, no me dijo. Sólo sé que... no la podré ver.Jeremy estaba por hablar cuando la puerta se abrió de repente. Ashley.
-Hola Jeremy, hola mentiroso, ¿qué cuentan?
-¿Mentiroso?-pregunté encarnando una ceja, ¿me ha llamado metiroso?
-Si, mentiroso.
-¿Ahora qué dije?
-Yo creo que me voy, chao chicos-Jeremy salió de la oficina con una mueca de desagrado.
-Creo que lo sabes muy bien.
-No sé de qué hablas Purdy.
-De ______ imbécil. Dime la verdad, ¿hay algo entre ustedes?
-Purdy, te lo he dicho mil y un veces que no.
-Claro, y yo sigo siendo el imbécil que se tiene que tragar eso, ¿no?
-Pues si tú quieres-me encogí de hombros y tomé mi bolígrafo.
-¿Es enserio, Coma?
-Sí.
-La cogeré cuando menos te lo esperes.Reí.
-Primero encuéntrala.