Capítulo 13

57 9 3
                                    

Dos meses después...

-Oye Coma, ¿qué le hiciste a la hermosa de _______?
-Ya te dije, imbécil.
-¿Por qué la mandaste para allá?
-Yo no la mandé-Estaba perdiendo la paciencia.
-Ajá... ¿y por qué a México?
-Purdy, ¿quieres callarte? ¡Déjame terminar!
-¿Sabías que no se debe responder una pregunta con otra?
-¿Y qué mierdas estás haciendo?-Ashley se estaba burlando de mí y haciendo que no terminara el trabajo que tenía que entregar para Fashion Rock.
-¿A qué estamos jugando?-preguntó después de una risa burlona.
-¡Ashley, fuera! ¡Largo!-Lo tomé por el hombro levantándolo de la silla en la que se encontraba y lo jalé hasta la puerta. -Déjame terminar y luego hablamos.-Le cerré la puerta en la cara y volví a sentarme para continuar. Lo escuché reír y solo rodeé los ojos.

Extrañaba tanto a _______, perdimos la comunicación después de unas semanas, según ella tenía mucho trabajo, pero después dejamos de hablarnos. La extraño, lo admito. Pero no se lo puedo decir, no hay manera en que pueda comunicarme con ella, me estoy volviendo loco, completamente loco.

Mi aspecto cada vez se deteriora, extraño tenerla en mi cama y cogerla para quitar el maldito estrés, extraño esos suaves labios, su cabello, sus ojos.

Recuerdo el día en que se fue, le dije que la amaba y ella a mí, recuerdo que una lágrima le recorría la mejilla al decirme que me amaba...

¡Carajo! ¿Qué estoy haciendo? No estoy concentrado en el trabajo y es muy importante, si lo hago bien, tendré un ascenso importante. Y estoy perdiéndome en los recuerdos de quizá dos o tres meses después de que ella fue trasladada a México.

A lo mejor ella encontró otra aventura allá, no digo que sea mejor que yo (si, tengo bastante seguridad), pero por dentro me duele, porque después de un tiempo perdiendome en sus curvas, en su piel, llegué a perderme en sus ojos, en su voz, en su mirada. Ya no era una aventura para mí, me había enamorado de ella y lamentablemente tuvo que pasar esto.

La puerta sonó y me volví rápido a escribir.
-Adelante.
-¡Christian! ¡Mi buen amigo! Te tengo buenas nuevas-La alegre sonrisa de Jeremy me contagió de esa alegría. Parecía que eran muy buenas noticias, ya que no lo había visto sonreír así desde hace mucho.
-¿Qué hay de nuevo? Toma asiento-le indiqué con la mano que se sentara.
-Bueno, lo primero, me ascendieron, ahora estoy en el área de distibución-Su sonrisa se agrandó, él luchó por ese puesto y ahora lo tiene. Que bien por él.
-Excelente Jer, meta cumplida-le felicité con una sonrisa.
-Gracias, gracias. Y la otra, ¿adivina quién viene para acá?-Me sonrió y después rió tranquilamente.
-¿Viene Purdy? Si llega correlo, dile que no tengo tiempo para sus babosadas-dije de una vez dejándome sin aire.
-No, no, nada que ver. Eso pienso. Pero te emocionará saberlo. En cuanto termines tu reporte, ve a mi oficina-Se levantó sin dejar de sonreír y se fue.

Me quedé pensando, ¿quién viene para acá? ¿Será ella? No lo creo. Ella está bien allá, lo sé. Ha de tener mucho trabajo.

Proseguí haciendo mis reportes de las últimas noticias de espectáculos en el mes. Mis dedos acariciaban el teclado con rapides escribiendo para acabar rápido pero con calidad.

-Al fin.
Me levanté y me estiré. Eran ya las siete de la noche, mis ojos ya estaban cansados y tambié mi cuerpo, pero quería saber quién viene o venía para acá según Jeremy. Así que junté todo, envié mis archivos, salí y cerré mi oficina. Los pasillos estaban fríos y oscuros, casi no había luz en esa zona del edificio, pero no estaba mal, a mis ojos les gustaba, no me daba tanta migraña caminar por esos fríos pasillos.
Tomé el elevador, ya que donde trabaja Jer, es en el quinto piso y que flojera subir escalones.

Llegué a su oficina y toqué.
-Adelante.-Dijo.
Pasé y me senté para esperar las noticias.

-Bien, Coma. ¿Ya adivinaste?
-Amm no, ni siquiera me puse a pensarlo.
-Bien, ¿tienes tiempo de salir ahora?
-Por supuesto, ya salí, ¿a dónde iremos?
-A un café.
-De acuerdo. Te espero.

Veínte minutos después, salimos de ahí y nos fuimos en su auto hacia el café.
Una vez adentro, nos sentamos y pedimos nuestro café.
-Bien, habla-le dije.
-Es fácil.
-Ferguson-le miré y se rió.
-Bueno, bueno. Es tu mujer.

Y todo comenzó a fluir...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 09, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Odio Amarte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora