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★ ᴄᴜʟᴘᴀʙʟᴇ ★


– Claro que podes hacerlo, Gerchu- dijo Santiago quien continuó con los mimos en su cabello –. No soy yo quien puede decidir sobre eso, quiero que sepas que también tengo las mismas ganas que vos, pero insisto, quiero darte tu tiempo y tu espacio y que tú des ese paso cuando estés listo.

>> Tal y como ahora, te estoy abrazando y haciendo mimos, como vos quisiste y como me pediste, yo lo hubiera hecho muchísimo antes, pero no quiero que te sientas invadido, no quiero ponerte incómodo, ni a vos ni a ninguno de los demás.

>> Por eso prefiero esperar a que tú me digas, al menos, "Santiago Zahn quiero comerte la boca" y lo hago, German.

German soltó una risita, y asintió.

– Pues ten por seguro que quiero comerte la boca.

– Bueno, mírame a mí, Gerchu - dijo el mayor, tomando su mejilla, el menor alzó su rostro hacia él, sus brillantes ojitos lo miraron con una sonrisa.

Santiago se inclinó hacia él y juntó sus labios una segunda vez con más contacto, dejó que sus gruesos labios se presionaran contra los del otro un par de segundos, se movió con lentitud contra los belfos del menor, dejando que un leve chasquido se escuchara al separarse, en un beso suave y tierno, sólo de labios.

– Más, por favor- pidió German por lo bajo, sus labios se habían tocado al hablar.

Santiago obedeció, volviendo a unirse, buscó más profundidad en el beso, y el castaño le dejó paso a su boca, dejando que sus lenguas de tocaran con sutileza, para de a poco hundirse más en el otro.

Fueron avanzando con lentitud sobre sus labios, dejando que sus corazones se aceleraran con cada nuevo contacto más profundo que el anterior, más fuerte. Se dejaron tiempo para retomar el aire y luego seguir, cada tanto uno entreabría sus ojitos para ver el suave rubor de su compañero, o a los hinchados labios que los enamoraban cada vez más.

Nunca en sus vidas habían sentido tanto, tanto cariño, tanto amor, tanta seguridad, con algo tan simple como un beso.

De ninguno de los dos era el primero, pero se sentía tan especial, y tan nuevo, que era como vivirlo de nuevo.

Estuvieron largos minutos entretenidos con sus besos, y ya acalorados y algo mareados de tantas emociones se tomaron un descanso para respirar, German no dejaba de sonreír y Sanriago sólo podía admirarlo, viendo lo bonito que estaba con sus mejillas rojas y sus labios hinchados.

Pasó su pulgar por la boca de German, limpiando algo de saliva que había quedado.

– ¿Estás bien? - preguntó Santiago de forma baja, al verlo callado.

_ Sí- dijo el castaño, en un suspiro –. Estoy muy bien... Mockin me está acompañado pero no quiso intervenir, él también confía en ti...

Santi sonrió.

– Es lindo escuchar eso - dijo.

– Gracias - German lo abrazó, escondiendo su rostro en el pecho del otro –. Sos muy lindo conmigo, siempre estás muy atento... A veces te preocupas de más por mí, pero eso igual sigue siendo muy lindo. Y también hueles muy bien.

El azabache sonrió, sintiéndose muy halagado.

– Gerchu - dejó unos cuantos besos sobre su cabeza –. Sos taan tierno. Me importas mucho, claro que quiero tratarte como te mereces. Y también hueles muy bien, tu shampoo es de frutas tropicales.

El menor asintió.

– Tutu, ¿Qué te parece si juntamos las camas y podemos dormir juntos?

– Vas a tener todo lo que quieras, bonito- volvió a dejar besos sobre su cabeza, viendo cómo German se sonrojaba ante ese apodo

Luego de un largo rato, se separaron de su cómodo abrazo para juntar las camas y dezpy fueron a hacer su cena, al terminar German fue a bañarse, y Santiago aprovechó ese momento para relatar lo que el castaño le había contado en su cuaderno.

Tenía lo que el Señor Nicolás quería, o al menos algo, sin muchos detalles, pero allí estaban, sus traumas infantiles y las razones por las que había surgido cada uno de sus Alters.

Ya no le gustaba escribir tanto en su cuaderno, ya iba más de la mitad de este, ya creía tener lo suficiente para saber que German podía hacer una vida perfectamente normal, sin importar cuántas otras personalidades lo acompañaran.

Ya se sentía culpable, mal, se sentía que se estaba aprovechando de su relación, de su confianza y de su amor.

Solía repetirse muchas veces que sólo estaba tratando su vida cotidiana, que no tenía nada de malo contar el orden que el menor tenía para manejar a las personalidades, que estaba bien contar cómo lo defendían y tomaban su lugar con algo mínimo, cómo controlaban la salida de alguien más peligroso como Gema, o como protegían al pequeño de Uni

Pero igual creía que todo eso estaba mal, debía dejarlo ser, o como mínimo, preguntarle a German si estaba bien hacer un trabajo contando su trastorno.

Pero no sabía cómo se lo iba a tomar.

Escuchó el agua de la ducha cerrarse, y se apresuró a guardar el cuaderno en su cajonera, para luego volver a la cama, y esperar al menor con una sonrisa enorme y sus brazos abiertos.

El castaño le sonrió ampliamente, de aquella forma pura y bonita que tenía, ya con su pijama puesto, secó un poco su enrrulado cabello con la toalla, y fue hasta sus brazos para acurrucarse en ellos, para dormir cómodamente.

Abrazado al Usinger se sentía un poco menos ᴄᴜʟᴘᴀʙʟᴇ, eso ayudaba.

– Que descanses lindo - saludó Santiago como buenas noches

– Igualmente, buenas noches, bonito - se animó a decirle german –. Nunca más te llamo así, que asco, no entiendo a German

– Callate Ger, bien que no te separaste del abrazo - río de forma juguetona

– Cerra bien el orto si no querés que te parta la cara de una trom- se rió German –. Perdón, ese fue Ger, mala mía - ambos dos se rieron

– Te puedo dar un beso de buenas noches? - preguntó Zahn

– Siempre - subió todo su cuerpo sobre el de Santiago mientras que el otro lo abrazaba por la cintura. Se dieron un beso, un lindo y reconfortante beso – Que puto asco - se limpió la boca Ger

– Vení bebito - lo molestó agarrando suavemente su cara y dandole otro pequeño beso en los labios

– Nono salí - se apartó rápidamente

– Aaam, seguro te re gustó - bromeó Santiago. Ger parpadeó despacio y German lo miró con una sonrisa

– Que si me gustó que? - preguntó con una mueca alegre

– Nada importante Gerchu, vamos a dormir - Santiago le dió un suave pico en los lips de German, se abrazaron y durmieron tranquilos

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ᴀᴀᴀ ꜱᴇ ʙᴇꜱᴀʀᴏɴ ᴘᴘʀ ꜰɪɴ ᴄᴏᴍᴏ ᴄᴏʀʀᴇꜱᴘᴏɴᴅᴇᴇᴇᴇᴇ!¡!¡!¡!
ᴍᴇᴍᴜᴇʀᴏ ʟᴏᴋᴏ

ʟᴏꜱ ᴀᴍᴏ, ɢʀᴀᴄɪᴀꜱ ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ ̤̮

 「𝑇ℎ𝑒 𝐴𝑙𝑡𝑒𝑟𝑠」𝘴𝘢𝘯𝘵𝘶𝘵𝘶 𝘺 𝘶𝘯𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora